-¡¿Tu, otra vez?!- exclamó Alicia.
-Jajajaja, me encantas- sonrió el ente una vez más.
-¿Qué haces aquí?- cruzo los brazos.
-Solo paseaba por aquí-
Alicia lo observo. Realmente no comprendía nada. El ruido de su estómago rompió el silencio.
- Si tenías hambre, ¿porque no comiste lo que tu madre preparo para ti?- dijo de forma burlesca.
-Eso no era comida- se calló repentinamente- ¿Cómo sabes lo que sucedió?-
La sonrisa del ente se desvaneció.
-Alicia- Se acercó a ella, y estiro su mano para tocarla, Alicia suelta un manotazo para alejarlo.
-¡No me toques!- le grito enojada- ¡Tú sabes que es todo esto! ¡Tú sabes porque estoy aquí!- si rostro comenzaba a ponerse rojo por la furia.
El solo la observaba.
-¡Deseo largarme de aquí!, ¡Ya no puedo más!-comenzó a llorar- estoy cansada... de todo.- cubrió su rostro con ambas manos.
Lloro y lloro, al descubrirse el rostro, se sorprendió al volverse a encontrar sola. El ente ya no estaba. Se recostó contra un árbol, y cerró los ojos.
Despertó, todo estaba completamente oscuro, la luna apenas era visible. ¿Cuánto tiempo había dormido? Se levantó. Se quedó inmóvil al escuchar pasos, cada vez eran más cercanos. Solo distinguió como unos ojos blancos la observaban fijamente y el resplandor de un cuchillo. Sin pensarlo comenzó a correr.
Se cayó al sentir que le jalaban los pies. Quien sea que la estaba persiguiendo era rápido y fuerte. Ahora se encontraba debajo de esa cosa forcejeando para no ser acuchillada.
-¡¿Quién rayos eres?!- dijo forcejeando.
El rostro de esa figura quedo enfrente del de ella. Sus ojos eran completamente blancos estaban vacíos, abrió la boca, alcanzaba a distinguir unos dientes afilados, solo salía una clase de vapor de esa boca.
-¡Ah!- Alicia grito al sentir la cuchilla atravesar su brazo izquierdo.
Alicia empujo con las piernas a la cosa, se puso de pie como pudo y comenzó a correr.
Corrió y corrió, sujetaba su brazo, sentía el dolor del cuchillo punzándole. El sol comenzaba a salir. Vio el resplandor de un rio cercas, y camino hasta ahí.
Esperaba no estar alucinando, al fin había encontrado agua. Se acercó y vio su reflejo, su vestido y medias estabas todas rasgadas, su rostro manchado y mugriento; su brazo aún tenía el cuchillo clavado, sabía que si se sacaba el cuchillo comenzaría a sangrar más. Primero lavo sus manos y hundió la cara en el rio. Bebió hasta saciarse. Arranco un trozo de su vestido, suspiro hondo, tomo el cuchillo y lo saco, se mordió a si misma por el dolor. Utilizo el trozo de tela para vendarse, se tiro en el pasto.
El hambre aumentaba. Escucho unos maullidos. Un gato negro se acercó a la orilla del rio a beber. Los ruidos de su estómago eran más audibles.
Alicia observo el cuchillo que tenía a su lado.
El gatito se veía carnoso.
Editado: 20.02.2019