Han pasado cuatro s días desde el accidente de Sarah, quien ya está mejor por cierto, su mejor amiga por otro lado no lo está, cada día empeora más y más, los médicos dicen que solo un milagro podría salvarla. En cuanto a mí, esa sensación de temor no ha desaparecido, aunque ha disminuido a veces despierto asustado, sudando, lo más aterrador es que no tengo idea del por qué. Mí cumpleaños está cada vez más cerca, puedo sentir como el poder dentro de mí empieza a empujar mis entrañas para salir.
- ¿Por qué viniste aquí, Frank?- escuché la voz de mí padre desde la planta baja mientras cepillaba mis dientes
- tú sabes muy bien por qué, el chico, quiero verlo- su voz era familiar, pero no la había escuchado en mucho tiempo
- no los has visto en diez años, ¿Qué cambió ahora?- el tono de voz de mí padre se vuelve cada vez más alterado, algo muy raro en el
- hola, tío Frank- dije mientras bajaba el último escalón
- ahí está mí muchacho- una sonrisa se pinta en su rostro mientras me abraza con algo de fuerza- que grande estás
- si, es lo que pasa cuando no ves a alguien desde hace diez años, crece- refunfuño mi padre
- supéralo Ezra- respondió mi tío en un tono algo pesado- mi sobrino y yo tenemos mucho de que hablar
- está bien, pero cuidado con lo que le dirás imbécil- advirtió mi padre- el es mi hijo y no permitiré que le metas estupideces en la cabeza
- talvez el decidir que son estupideces y no tu- contrataco Frank
- el está justo aquí, por si lo olvidaron- respondí ya algo irritado por toda su discusión
- claro, perdón mi niño, ahora vayamos a lo importante- dijo Frank mientras que con un movimiento de sus dedos acercaba dos sillas a nosotros, la mía golpea mis rodillas haciéndome caer encima de ella algo desconcertado
Ya había olvidado que el tío Frank también era un brujo, lo poco que recuerdo de el es que siempre venía a verme en mi cumpleaños, me enseñaba como hacía crecer las flores y demás, pero luego dejó de venir, no sé porqué.
- ¿Y que es eso tan importante?- pregunté mientras cruzaba mis brazos
- ay no cabe duda que eres hijo de tu padre- dijo mientras soltaba una risa- ¿Por casualidad sabes a qué me dedico?
- papá dice que eres el director de una escuela- respondí mientras lo miraba fijo, sentía algo recelo aún por el
- eso es medio cierto, verás mi trabajo es buscar y reclutar criaturas... Especiales por así decirlo, las llevo a mi escuela y les enseño todo lo que debes saber para ser monstruos hechos y derechos
- básicamente tienes tu propio hogwarts versión generación z- respondí algo emocionado por lo que me acababa de rebelar, pero me esforcé por ocultarlo
- si, si quieres decirlo de la forma simple y aburrida si- dijo mientras rozaba sus ojos- escucha, el motivo de mi visita es porque me gustaría que te unieras a nosotros cuando tú sello se rompa
- ¿Unirme a ustedes? No lo sé yo... Creo que papá y yo estaremos bien por el momento, no creo que necesite una nueva escuela además estoy feliz donde estoy, tengo a mis amigos aquí
La simple idea de tener que cambiarme de escuela me pone los pelos de punta, solo me falta un año para graduarme, sin mencionar mi plan de 37 pasos para enamorar a Dustin y casarnos dentro de dos años, mudarnos a Hawaii y adoptar un perro, no dos perros...
- hablando de eso, dime, ¿Ya tienes novia?- ¿Acaso mi playera de Taylor Swift y mis pantalones de los Looney Tuns no le dieron suficientes pistas?
- soy gay, tío Frank- le aclaré mientras me amacaba levemente en mi silla
- fabuloso, ¿Entonces tienes novio?- mierda esto es más incómodo que la vez en la que papá descubrió aquella revista de men.com bajo mi cama
- okey esto ya es muy raro ¡Papá! Ya me voy a clases- dije mientras me levantaba y subía rápido a mi cuarto para empezar a cambiar mi ropa
- ¡pero no has desayunado aún!- lo escucho gritar desde el piso de abajo mientras yo daba saltos en una sola pierna intentando que mi pie pasase por mis jeans
- ¡pasaré por la casa de Lucien y comeré ahí!- respondí para después caerme al piso tras perder el equilibrio- mierda
- si Ezra, deja al chico en paz, cuando yo tenía su edad...
- sé lo que hacías a su edad Franklin- escuché su pequeña discusión mientras bajaba la escaleras tomando una manzana del frutero
- ya me voy, adiós papá, adiós tío Frank- dije mientras salía a toda prisa de la casa
- adiós Kai- escuché la voz de ambos al unisono antes de cerrar la puerta
Mientras caminaba a casa de Lucien iba lanzando la manzana, atrapando esta en el aire, repetí esto varias veces mientras observaba el cielo gris, parece que lloverá hoy, debí haberme traído un paraguas. Mientras pensaba en la propuesta del tío Frank lleve la fruta a mi boca dándole el primer mordisco, para mí sorpresa un sabor podrido y amargo inundó mi paladar haciéndome escupir la manzana.
- que mierda...- la manzana estaba completamente podrida, lo comprobé luego de partirla al medio- fantástico...- me dije a mi mismo mientras lanzaba la fruta podrida a la basura
Apresuré mi paso para llevar a casa de Lucien, ya solo me faltaban unas dos calles, de repente mi cuerpo se congeló al ver pasar a Sarah y Carter en su auto, ella cruzó su mirada con la mía por segundo, por un segundo esa sensación de miedo me invadió nuevamente pero al mismo tiempo sentía la necesidad de ¿Protegerla? ¿Protegerla de que? ¿Por qué sentía que su vida corría peligro?. En cuanto logré recuperarme noté que el auto ya se encontraba muy lejos de mi, lo que me da una idea del tiempo que pasé petrificado, sin perder mas tiempo corrí hasta la casa de Lucien hasta verme frente a su puerta, tocando el timbre como demente. Fue el tío de Lucien que me abrió.
- hola Malakai ¿Que haces tan temprano aquí?
- hola señor Douglas, ¿Lucien ya se levantó?- dije con algo de impaciencia
- está en su cuarto haciendo ejercicio...- sin perder más tiempo entré en la casa subiendo las escaleras- ¿Gustas pasar?...- fue lo último que escuche mientras entraba al cuarto de mi mejor amigo