Nigromántica - Un Amor Mágico Del Otro Mundo

El camino interminable. Camino de otro mundo.

Debería uno allanarse a las consecuencias nefastas de la realidad. Lo que ocurre entre el aceptar o no, es el instinto de supervivencia que nos obliga a pecar contra ello. - Cleotilde Everlast. -

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Era como un maizal de mis días de juventud.

 

Tenía principio, pero no tenía fin. Y si lo tenía era peor. -

 

 

 

 

 

En Necromancer la mayor parte del planeta suele ser agua. Su ecosistema consiste en una biología de bosques, desiertos, estepas, montañas, ríos, lagos, etc. En cada continente habitan sus seres terrestres y alados. Entre ellos la raza terrestre hominis la cual es muy similar a la humana en toda su morfología y estructura anatómica. Derivada de una descendencia divina. Los del océano en sus profundidades son híbridos cual tritones y sirenas. Los alados viven entre las montañas con sus pájaros. Entre ellos se encuentran los gigantes. Que pueden ser bestias peludas de tres ojos, o ciclopes con la piel seca. Los hominis tanto en la tierra como en el océano habitan modificándose según su ecosistema.

 

Entre Necromancer y el mundo que conocemos lo separa una dimensión. Ello quiere decir que hay otros mundos. Entre ellos el mundo oscuro.

 

Esa fue la primera explicación de Mac y Cleo a Hermes. -

 

 

 

Luego de incidente la mansión comenzó su reconstrucción. Cleo Había dejado todo a cargo de una amiga de la familia Isabel McCull, quien era como una tía para ella tras años de amistad entre los Everlast y McCull.

 

- Hija no deberías ir sola – Le comenta La tía Isabel. – ¡Sabes que es muy peligroso! – Por qué no llevas unos guardias para que hagan una custodia.

 

 

 

Cleo respiró hondo y luego exhaló al ver a su tía postiza preocupada por el

 

asunto tan trágico. -

 

- Tía, no quiero poner a mas nadie en peligro. Todo esto es por ese maniaco que quiere una espada que no puede manejar. La tía no sabía que

 

decir.

 

- Esa espada ha venido desde tiempos inmemorables a la familia. No sabemos que puede suceder por ella. – Se preocupa, mientras se acerca a Cleo para abrazarla. Cleo llora nuevamente, por lo sucedido.

 

- Tía quisiera que todo esto fuera más fácil. –

 

- Debes ser fuerte. Te prometo encargarme de todo, pero por favor vuelve sana y sa–lva.

 

- Cuida de ellas, hasta que podamos regresar con sus almas. –

 

- Déjalo en mis manos. - Aclara Hermes un tanto confundido con eso de las almas. -

 

- Si pudiera te acompañaría mi hijita – Se entristece Isabel.

 

- No tía, no quiero verte llorar. –

 

- Es que, para mi tú y Mary, son como mis hijas. Ambas se dan un último

 

 

abrazo de despedida. Unas mariposas revoloteaban alrededor de ellas. En la tierra de Murias cuando sucede ello, es porque el vínculo se sostiene de sangre, y no se puede romper jamás. -

 

Cleo se aleja para corroborar todo lo que tiene la carroza con los caballos. Hermes se coloca en su espalda una mochila con todos sus efectos que venían de su viaje, con ello los de Inu. Isabel se acerca a él, la mariposa que estaba con Cleo vuela a su alrededor, y ella lo nota y lanza una simple sonrisa de confianza. –

 

- Señor Phileas, ¡Cuídela si! – Expresa ella. –

 

Él le devuelve la mirada al escucharla, y asiente con otra sonrisa. –

 

 

- No se preocupe. Está en buenas manos ¿Mac estás listo?

 

- Sí, señor Phileas.-

 

- No me digas señor. Me haces pensar que soy un viejo decrepito. Soy Hermes.

 

 

 

 

- Bueno, señor Hermes. – Le grita desde lejos Mac

 

- ¡Bueh! ¡Qué Remedio! – Cleo, ¿Tú?

 

- Ya casi estoy. – Ella carga un bolso más. Hermes frunce el ceño.

 

- ¡Ey! Es un viaje que tiene una cierta seriedad, ¿Qué diablos traes ahí?

 

- Eso no te incumbe. -

 

- Oiga señorita importante. No es un viaje de turismo. Espero no sea ropa

 

- ¿Qué dijiste? – Ambos se ponen como perros ladrando. –

 

- ¡Bueno! – Dice Isabel observando la situación - calculo que se llevaran bien.

 

 

La carreta parte por el primer camino rumbo Azaria.

 

 

- Señora MCull, encontramos otro cuerpo en estado de sueño. Está en perfectas condiciones, y sobrevivió gracias a una pared que contuvo los bloques que caían.

 

- ¿En serio? ¿Entonces tienen tres almas, y nos dos? - se dijo ella

 

 

- ¿Qué rayos ocurrió? – Se enfada Drake. – La bestia, había llegado, con uno de los jinetes que traía en su interior de un frasco de vidrio oscuro, tres almas.

 

 

- Señor, nos fue imposible conseguir la espada. Su poder es aterrador. Trajimos las dos almas que precisaba, y una más de alguien desconocido.

 

 

- Lo suponía – Drake camina hacia unas plantas a las cuales les da alimento. Unas plantas que devoran carne humana preferentemente. No te preocupes, han hecho un buen trabajo. Esas almas pronto serán parte del conjuro, y así podremos tomar la espada, sin importar su ubicación. El brujo Loge hizo su aparición. –

 

- ¡Señor! - toma la palabra Loge. Drake asiente. - Tú, montaraz de la muerte, dame las almas –

 

Le pide cautelosamente Loge. Luego hace su aparición Wotan.

 

 

 

 

 

 

- Tenemos las almas. Sí, tenemos las almas ¿Y la espada? ¿Y la espada?

 

 

- Wotan, silencio – Expresa Loge. – Señor las llevaré a los aposentos. Allí aguardaran para su uso especial.




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