Niñas de Cristal

8

Peyton.

–¡Me puedes explicar! ¡¿Cómo es que Sky conoce a ese tipo?!–Logan me había hecho esa maldita pregunta durante más de medía hora y ¡Yo tampoco sabía!

Aunque la verdadera pregunta era, ¿Por qué lo ayudo? Debe ser alguien importante...¡No le encuentro otro motivo! Logan no dejaba de balbucear, cosas que me estaban arrancando los pelos.

Estábamos en el cuarto de Alan mientras yo curaba las heridas de Logan.

–¡¡Ya cierra la boca!! Yo tampoco lo sé!!!–Tal vez exagere con mi grito pero ya me tenía arta con sus preguntas y balbuceos, ¿Por qué Logan se preocupaba tanto por Sky?–¿Por qué estás tan preocupado por ella Logan?

Le pregunto mirándolo fijamente a los ojos, el labio de Logan había parado de sangrar, el tal Monroe si que sabía pelear. Logan me miraba nervioso como si escondiera algo, como sí...

–Te gusta Sky!–Grite con los ojos bien, bien abiertos, el me mira confundido, pero al final baja la mirada.–¡Oh por Dios! 

–Oh por favor Peyton! Solo guarda silencio, ella no me gusta.

–Si claro y yo estoy loca.

–Sí, si estás loca.–Dijo tomando su chaqueta y saliendo del cuarto.

Sospechoso...

Se que le gusta, sus ojos me lo decían pero ni siquiera Logan Mitman Hiba a conquistar ese corazón de hielo...o al menos eso era lo que yo pensaba.

Regrese a la fiesta con la esperanza de encontrar a Julietta O'Connor aún y sí allí estaba bebiendo una cerveza en uno de los sillones, supongo que sus amigas estaban bailando o algo así.

–Hola hermosa.–Digo sentándome a su lado.

–¿Que tal Kavinsky?–Se gira para verme.

–Deberias estar bailando, aquí solita te vas a quedar dormida.–Bromeo, creo que me escucho muy patética pero no sabía que decir.

–Probablemente, pero ya no estoy sola.–Dijo con una sonrisa, valla...una sonrisa basto para ponerme nerviosa.

Me quedé como estúpida viendo sus ojos...¿Ahora qué hago? Nunca he ligado con una chica tan especial como la que tenía enfrente.

Peyton Kavinsky...¿Que haría yo? En ese momento sentí como si un foquito se encendiera en mi cabeza.

–¿Vamos a bailar?–Le devuelvo la sonrisa, ella me mira dudosa.

–No bailo y menos con esta falda.–Dijo con una mueca.

–Esa falda es muy cool,–Me levanto del sillón.–No seas aguafiestas, vamos a bailar!–Me muevo ridículamente.

–De acuerdo.–Dice riendo...creo que su risa es mi sonido FAVORITOOO.–Pero solo por qué tú me lo pides.

Sonreí por su comentario.

Llegamos a la pista y empezamos a bailar, así fue toda la noche. En mi opinión la mejor noche de mi vida...

 

Sky.

 

Jacob conducía a mi casa, sabía que mi padre no se encontraba así que no había problema con que lo llevará, además solo era para limpiar y curar sus heridas.

–Valla tu casa es gigante.–Para ser sincera...lo era, pero había días en que se sentía tan vacía.

–Yo no diría lo mismo.–Mascullo mientras me bajo de la moto y camino hacía la puerta, notó que el idiota de Jay no me sigue así que giro sobre mis talones y lo encuentro viéndome.–Oye! Idiota! Tengo que limpiar tus heridas, no puedo hacerlo a media calle.

Jacob reacciona y se baja de la motocicleta, entramos a mi casa, lo primero que noto es a mí mamá viendo la tele...una de sus novelas mexicanas.

–Madre, ya llegué.–Sale de su trance para verme con una sonrisa y después nota la presencia de Jacob.

–Llegaste temprano, me alegro.–Mi mamá vivía un infierno a lado de mi padre, pero aún así siempre brindaba sonrisas a medio mundo, por eso la amaba con todo mi corazón.

–Si, el es Jacob Monroe, un chico que tuvo una pelea.–Sentí como Jay de ponía nervioso...eso me robó una sonrisa, no era una buena impresión con tu futura suegra, ¿O sí?

Espera...¡¿que demonios?! Debo de dejar de tener ese tipo de pensamientos.

–Mucho gusto, Jay.–Casi me atragantó con mi propia saliba, ¡Le dijo Jay! A él no le gusta que lo llamen así ¿Por qué no grabé eso?–Soy Diana, la madre de Sky.–Jacob sonrió amablemente.

–Mucho gusto señora Diana y una disculpa por las molestias.–Dijo siendo amable.

–Ninguna molestia muchachito,–Dijo con una sonrisa.–Sky ve por hielo a la cocina, yo seguiré viendo mi novela.–Esa frase era tan típica de Diana Donson.

–De acuerdo jefa!–Dije en tono de burla, ella nos guiñó un ojo antes de volver a sentarse en el sillón de la sala.

Le hice una seña a Monroe para que me siguiera a la cocina, había una especie de bolsita con hielo supuse que esa era para los moretones en la cara así que la tomé.

Tomé la mano de Jacob y lo guíe a mi habitación, prendí las luces.

–Perfecto Jay, sienta allí.–Señalo la silla de mi escritorio, el asiente con una media sonrisa y se sienta, me acerco y empiezo tocar sus hematomas con la bolsa rara de hielo.

–Auch!–Masculla, me alejo con miedo de haberlo lastimado.

–¿Te lastimé?–Pregunto preocupada, el sonríe y niega.

Logan si le había dado una paliza, pero Jacob era un peleador de boxeo así que no me preocupaba, la pregunta era ¿Por qué Logan quería vengarse de Jacob? 

Necesitaba respuestas.

–¿Por qué Logan quería hacerte daño?–Pregunto en voz baja, no responde.–¿Jay?

–Sky... solo tu madre puede llamarme así, tú no.

–¿Estás jodiendome?–Pregunto sonriendo.–Además evadiste mi pregunta.

–Tu amiguito Logan es un imbécil, solo por qué es el más aclamado por las chicas no significa que todos le debemos la vida.

–Logan es algo... presumido, idiota y todo lo que quieras, pero todos somos así, Liam y Logan tienen la misma fama al igual que Peyton y yo, Alan es el típico nerd que se cree un Dios del Olimpo, Luci es la más hermosa extranjera.

Era cierto, todos mis amigos,–incluyendome.– teníamos esa fama de gomelos presumidos, lo éramos pero así es como aprendimos a sobrevivir.

–Tú no eres así...–Su comentario me desencajo por completo...¿Que no sabía la fama que yo tenía? Cómo si hubiera respondido mi pregunta dijo:–Se todo lo que dicen de ti, pero se qué es mentira, lo puedo ver en tus hermosos ojos azules.




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