Niñas de Cristal

9

Jacob

Era la primera vez que Sky estaba callada en todo el camino y eso me preocupaba, la pelea con su padre la había afectado demasiado aunque ella lo quería ocultar y de alguna forma u otra eso me afectaba a mi. Estos últimos días con ella, con sus parloteos y groserías han sido los mejores de mi vida, aparentemente ella se había vuelto la luz de mis días.

No podía dejarla dormir en la calle ni mucho menos en el mismo techo del que dice ser su padre. Aun queria saber mas de ella, sus ojos me decían que no era mala persona pero aun asi yo sabía muy poco de su vida y ella de la mía.

Sus ojos...nunca en mi vida había visto unos ojos tan interesantes en la vida.

Estacione mi moto enfrente de mi casa. Mi hermana seguramente estaba dormida y mi madre esperándome despierta pero no era tan noche. Sky se bajo de inmediato de la motocicleta, podía notar que estaba nerviosa...¿Por que esta nerviosa? en mi cabeza solo cruzo una idea y esa era que Sky Donson estaba nerviosa por conocer a mi familia. 

Noto mi mirada y fijó su vista en mi.

–¿Por qué sonríes orangután?–Me encantaba hacer que se enojara.

–¿Por qué estás nerviosa avestruz?–Sus mejillas se coloraron sutilmente al notar que sus nervios se notaban a Miles de kilómetros a la redonda.

–No estoy nerviosa...–Con sus pequeños balbuceos trato de defenderse lo cual hizo que yo sonriera aún más.

–Tranquila Sky, mi familia no muerde.–Le ofrecí mi mano para caminar juntos hacia mi casa, al principio Sky me vió como si yo estuviera enloqueciendo o algo así pero al final tomo mi mano balbuceando más cosas sin sentido.

Esto sera divertido...

Entramos a mi casa y como ya lo había dicho mi madre estaba esperando a que yo llegara sentada en el comedor con una tasa de lo que supongo era café. Mi casa no era tan grande como la de Sky pero tampoco era pequeña.

–Hola mamá.–Dije con una sonrisa, ella me abrazo balbuceando un "hola" y después prestó su atención en Sky y nuestras manos entrelazadas.

–Mamá ella es Sky Donson, mi novia.–Dije con cierta diversión, Sky abrió los ojos como dos platos enormes y me miró sorprendida, mi madre en cambio amplio su sonrisa, mi madre y yo teníamos el mismo carácter juguetón.

–Es un gusto conocerte, Jay me ha contado mucho sobre ti, se podría a notar a kilómetros que lo traes muerto.–Dijo mi madre, se mordió una mejilla al notar que los dos estabamos sonrojados, con los ojos muy abiertos y no era para menos yo ya le había platicado a mi madre de Sky así que su comentario era muy cierto.

–El gusto es mío señora Monroe.–Dijo Sky aún sonrojada.

–Llamame Luisa.

–Mamá Sky dormira aquí está noche, su casa está muy lejos y ya es noche.–Claro que no le Hiba a decir a mi mamá que "papisuegro" me odia y no me quiere cerca de su hija.

–De acuerdo hijo, que tengan una buena noche.

–Si mamá.–Sky seguía paralizada así que puse una de mis manos en su cintura para comenzar a subir las escaleras hacía mi cuarto, por suerte Sky reaccionó y se despidió de mi madre con un beso en la mejilla.

–¡Sueñen con los angelitos!–Grito mi madre, sonreí por que mi madre estaba feliz al conocer a Sky, sabía que el silencio de Sky no Hiba a durar demasiado y así fue cuando llegamos a mi habitación se cruzó de brazos y me regaló su mirada asesina.

–Pedazo de orangután, idiota, estúpido, imbécil! Cómo se te ocurre decirle a tu mamá que soy tu novia!–Empezo a gritar en voz baja haciendo movimientos raros con su mano, me senté en mi cama para esperar que de cansará de reclamarme, quince minutos después lo hizo.

–No puedo creer tu nivel de idiotez.–Balbuceo con los brazos cruzados mientras se desplomaba en el sillón que había en mi habitación, estaba muy enojada así que fui hacia ella y me senté a su lado.

Al ver cómo me miraba me arrepentí de estar a su lado, sin duda sentarme junto a ella parecía una conducta muy suicida.

–Lo siento, soy un idiota pero no es tan malo.–Dije tratando de sonar tranquilo, era verdad lo que decía, yo no tendría problemas con que ella fuera mi chica. Sin embargo creo que mi comentario no hizo nada de gracia en Sky, al contrario empezó a dar golpecitos en mi pecho, era gracioso pero sabía que en algún momento yo perdería la paciencia.

–Calma Sky.

–No. Nada de calma, es que ¿No has entendido? Ni tú ni nadie puede ser mi novio.–Arrugue las cejas un poco confundido, ¿Lo decía por su padre? Sky se reincorporo y ahora sí estábamos cara a cara para aclarar todo o almenos yo quería aclarar lo que sentía por ella....aunque ni yo lo sabía.

–¿Cómo?–Pregunte.

Sky bajo la mirada.

–No puedes nisiquiera sentir cosas por mí.–Dijo negando con la cabeza.

–¿Por qué dices eso?–Silencio, no respondia solo evitaba mi mirada.–Sky, yo...–Nunca había Sido tan difícil confesarme con alguien, bueno aparte nunca lo había hecho.–Tu me atraes, se que tienes muchos problemas pero yo lo acepto, te acepto, con todo y tus berrinches y balbuceos, por qué de verdad estoy empezando a sentir algo inexplicable por ti, no sé qué es lo que me pasa, pero si se que quiero estar a tu lado, quiero conocer a esa Sky que tanto súplica por qué todos la conozcan.

Silencio, empiezo a creer que fue un terrible herror confesarme, de pronto su mirada se clava en mí, sus ojitos azules me examinaban como si buscará alguna prueba de que lo que decía era mentira, pero no encontró ninguna.

Y como un destello de luz ella posó sus labios sobre los míos, lo que yo había deseado desde la primera vez que la Vi en ese columpio. Era un beso lleno de ternura y pasión como si nuestros labios tuvieran décadas tratando de encontrarse.

Quiero estar a tu lado, Jay.

Y así fue, nos acostamos en mi cama mientras yo le contaba toda mi historia a Sky.

–Yo vivía en New York cuando era pequeño, mi papá falleció en un accidente, nos mudamos a San Francisco por una oferta de trabajo que le hacían a mi madre como arquitecta y vivo en esta casa desde los 13.




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