Marcus
Sabía que esto pasaría. Ni siquiera lo he cuidado por un día completo y ya he olvidado darle de comer.
Dormí muy pocas horas anoche, y apenas salió el sol empecé a hacer llamadas y a concertar reuniones. Algunas niñeras pudieron verme en mi piso mientras Matías dormía, cuando se despertó, pensé que lo mejor sería salir a desayunar para la siguiente entrevista y, aunque arreglarlo para que nos fuéramos fue un verdadero desastre, pude hacer algo medianamente decente gracias a las instrucciones que me dejó escritas la niñera que había contratado mi hermano.
Pero, en medio de arreglarlo para salir, concertar las reuniones, ducharme y llegar aquí para encontrar que la nueva candidata ya nos estaba esperando, creo que apenas alcancé a darle un vaso de agua. O por lo menos eso espero.
Le acaricio el cabello y él me da una sonrisa que hace que me duela el pecho. No soy la persona adecuada para cuidarlo, pero tampoco puedo dejarlo ir.
—Gracias por ayudar —le digo a la mujer sentada frente a mí y ella mueve la mano en mi dirección en señal de que no me preocupe mientras termina de beberse el café.
—Descuida, no es ninguna molestia. Aunque deberías tener los ojos más abiertos la próxima vez.
—Lo sé —devoré mi desayuno en dos segundos después de que llegó, porque también olvidé alimentarme a mí mismo, así que hago mi plato a un lado y cruzo los brazos en la mesa mientras la miro—. Escucha, sé que esto va a sonar como una completa locura pero, estoy seguro de que no es un secreto que necesito ayuda. Cualquiera que nos vea por dos segundos puede darse cuenta. No te conozco, no sé en qué trabajas, pero si pudieras ayudarme o conocieras a alguien, te lo agradecería. Y antes de seguir balbuceando, ¿te interesaría ser la niñera de mi sobrino?
Ella abre la boca un par de veces, intentando pronunciar palabras que no llegan a salir de su boca y luego mira al monstruito, como si eso la ayudara a tomar una decisión. Parece debatirse consigo misma por un rato, intercambiando una mirada tras otra entre Matías y yo y al final se cubre el rostro con las manos mientras suelta un suspiro que parece más bien de resignación. Eso no suena demasiado bien.
—¿Tienes problemas psicológicos? —pregunta de pronto levantando la cabeza y tardo un momento en procesar sus palabras.
—Eh, no.
—¿Estás bajo tratamiento clínico? ¿Te busca la policía?
—No, y no —digo mientras me enderezo. Quizá no fue tan buena idea preguntarle a una extraña.
—¿Eres pobre?
Me siento tentado a no responder a eso, pero el haber olvidado alimentar a Matías me hace sentir lo suficientemente culpable como para darle una oportunidad a este interrogatorio.
—No —digo al final.
Ella asiente antes de abrir su bolso. Rebusca en él durante un rato antes de tenderme una tarjeta.
—Trabajo como niñera para una compañía muy prestigiosa. No es barata, pero ofrecemos el mejor equipo para lograr que las familias crezcan y se mantengan unidas. Te recomiendo que no lo andes diciendo por ahí porque no nos gusta la publicidad en panfletos, pero llama directamente a ese número y habla con mi jefe. Dile que vas de mi parte y, una vez que conozcas mis honorarios y mis horas disponibles, decide si quieren trabajar conmigo.
Se pone de pie después después de darme la tarjeta y yo hago lo mismo después de tomarla.
—Soy Marcus —digo mientras ella toma su plato de la mesa.
—Brianna.
—Brianna —repito—. ¿Me dejas invitarte el desayuno?
Ella abre la boca, posiblemente para negar, pero luego parece cambiar de opinión.
—Claro —dice al final y deja el plato de nuevo en la mesa.
—Gracias por lo de hace un rato —levanto la tarjeta—. Llamaré.
Se me queda mirando, como si esperara que hiciera algo más, así que dejo la tarjeta sobre la mesa.
—¿Qué pasa?
—Nada. Disfruten su desayuno.
Después de eso se marcha, y yo tomo una respiración profunda, llenándome de su perfume sin darme cuenta y sacudo la cabeza mientras tomo asiento de nuevo y miro la tarjeta.
Tiene el logo de un corazón y el nombre Fraternal’s Love escrito en letras doradas. Debajo están los números de contacto de un tal Travis y el de quien supongo es la mujer, si no es que existe otra Brianna que sea niñera en la misma compañía.
Le echo un vistazo al monstruito, que sigue devorando su desayuno y no podría estar más sucio. pero decido que lo mejor es limpiarlo cuando termine. Me quedo mirando la tarjeta, notando también que tiene la dirección de un sitio web. Saco mi celular para investigar, pero en el mismo instante suena con el nombre de mi investigador y siento un alivio tremendo, porque significa que encontró una niñera para mí.
—Dime que me traes buenas noticias.
—Las mejores. Estuve toda la noche investigando y lo reduje a tres agencias que son las que están mejor posicionadas y tienen el mejor equipo. También te tengo como bonus extra una compañía que no se dedica únicamente a las niñeras, sino a todo tipo de cosas que necesiten las familias: madres y padres sustitutos, vientres de alquiler, nodrizas, óvulos… prácticamente cualquier cosa que se necesite para crear y criar una familia, y por lo que he podido investigar, sus niñeras son muy buenas. En su mayoría trabajan con gente de las altas esferas, pero también con toda buena persona que pueda pagar el servicio. Probablemente no oigas hablar de ellos porque no hacen mucha propaganda, pero creo que es la mejor opción.