Me llevo otro pedazo de lechuga a la boca, la saboreo muy bien. Mi plan fracaso, el plan era comer muy rápido ya que sí terminaría primero, lo que haría que el me dijera lo que quería saber pero fue imposible ya que está muy rica. Cierro los ojos para así poder disfrutar mejor de mi ensalada.
Está no se parece a la que yo preparo en casa, está es mejor, no solo es diferente en como la cortan si no como la preparan, ni hablar de los tomates, los que estoy comiendo son chiquitos, cuando yo preparo mi ensalada la hago con tomates grandes, cortando los en rodajas pero estos chiquitos son mejores.
Hasta las especias que le hechan son muy diferentes a las que yo les hecho, están tienen más sabor, también la textura es muy diferente.
– se ve que te gusta mucho la ensalada– y allí mi momento de gloria se va.
– se ve que te gusta mucho entrar a las casas ajenas sin permiso.– tómate está.
– no, solo a la tuya.
– ¿Porqué?
– ya te lo dije, no diré nada hasta que termines de comer – le doy una mala mirada. Me llevo otro tomatito a la boca, sabe tan bien, donde yo compro la comida no venden de estos tomatitos, tendré que ir a otro lugar espero que no sean tan caros. Llevo mi último bocado de ensalada a la boca, estoy feliz porque ya me dirá como entro a mi casa pero estoy triste porque todavía tengo hambre.
– ya e terminado, ahora dime ¿Cómo entraste?– digo directo como debe ser sin importar que todavía tenga hambre debo mantenerme firme.
– no has tomado nada – Solo quiere más tiempo y no puedo permitirlo.
– no tengo sed .
– pero yo si– volteo a ver la botella de vino está vacía. Abro los ojos sorprendida y horrorizada, se la a terminado muy rápido– y no de vino –lo miró a el, estoy por decir que pida agua pero me responde antes– tampoco de agua.
– pide un refresco, mientras lo haces puedes responder a mi pregunta – entre antes mejor.
– un refresco no me va a saciar– me da una mirada que mi cerebro no logra desifrar, pero a mi cuerpo se le pusieron los pelos de punta. El frunce el ceño, se levanta, me jala de la muñeca.
– y ¿Ahora qué?– digo molesta.
– hay que salir de aquí– saca su billetera de allí saca unos dólares no sé cuántos por qué a duras penas pude ver de lo tan rápido que lo hizo. Me saca a jalones de el restaurante, me mete al auto, el se sube también.
– ¿Que te pasa?– arranca el auto hasta puedo decir que más rápido que cuando me trajo. El para el auto, yo a duras penas puedo ver, de tan rápido que condució me mareé.
–baja del auto – yo lo volteo a ver, se ve borroso – ¡Ahora!– grita. Yo bajo a toda prisa de el auto separándome de el, lo que debí hacer desde el principio. Corro hasta mi casa, una que otra vez me resbale, ya que no se me a pasado el mareo.
Ya en mi cuarto me dispongo a ver el techo. Doy un largo suspiro. Lo que acabo de hacer está muy loco, porqué; 1) no puedo ir a almorzar con un profesor 2) el se metió sin permiso a mi habitación 3) el no está bien mentalmente pero ,¿Yo sí? quizás no pero el está peor, mucho peor. Y si vuelve?
Cierro los ojos. Me siento muy mal por haberlo hecho, también me siento mal por haberme sentido débil,vulnerable, asustada, acorralada pero de alguna forma puede evitarlo ¿Pero cómo? seguro que en fuerza y rapidez me supera. El es único hombre por el cual me siento así y es tonto muy tonto yo soy una tonta, no, no soy una tonta soy una estúpida e inútil.
Seguro esta no es la primera vez que lo hace, pero ¿a quien a parte de mi se lo a hecho?, Pobre mujer por qué dudo que sea a un hombre, ahora tambien me siento mal por ella. Pero ¿Que es lo que hace realmente? Aparecer en sus casa, para asustarlas para luego ¿Llevarlas a comer?, Suena ilógico, no lo logro entender y eso me pone mal.
– cielo – abro los ojos inmediatamente– mira lo que traje– me siento en la cama – son chocolates, mis compañeras de trabajo dijieron que cuando una mujer está en su periodo la ayuda, no entendí muy bien pero dijieron que te haría sentir mejor– abro los ojos tanto que casi se me salen estoy sorprendida y horrorizada. Le a dicho a sus compañeras de trabajo ¡Se lo a dicho!. Se acerca, me da un beso en la frente – descansa cariño, también dijieron que eso ayudaba– el se va . Yo sigo allí sin moverme, ¿Cómo le a podido decir a sus compañeras de trabajo?, Este tema era entre nosotros.
Abro la caja de chocolates, son redondos, me reclamo los labios, se ven tan apetecibles, me llevo uno a la boca, cierro los ojos mientras le doy un mordisco. Adentro trae más chocolate pero derretido. Sonrío cuando me la terminó, sabe tan bien, claro que eso no quita que sea vergonzoso. Sonrío de nuevo al imaginarme a papá en su hora de la comida preguntándole a sus compañeras “¿Que es bueno cuando una mujer anda en su periodo?”
– jajajajaja– para que después ellas lo miren incómodo y raro. Seguro que sintió mucha vergüenza al preguntarlo, pero valió la pena ya que ahora yo estoy disfrutando de una delicia. Hace años que no pruebo el chocolate, la última vez fue en la casa de la abuela, cuando ella después de llevarme al parque paso por una dulceria. Sonrío al recordarlo. Quizás no hablábamos mucho pero de las pocas veces que fuí a visitarla la pasé increíble, comiendo chucherías, dormir hasta tarde viendo caricaturas, extraño esos momentos, excepto ver caricaturas ahora pienso que son tontas. Me e terminado la cajita de chocolates. Me siento muy llena. Escucho el timbre así que voy hasta la puerta.
–¿Quien?.
– yo mariam– abro la puerta.
– buenas tardes señora cohn.
– buenas tardes Alison, necesito que me hagas un favor.
– ¿Que favor?
– que cuides al hijo de mi hermana, ella tuvo que ir a una reunión urgentemente y la niñera a tenido hoy el día libre por su cumpleaños, porfavor Alison.
– ¿A qué hora?
– en este momento, hasta en la mañana, será una buena la paga Alison, porfavor – no es la paga la que me preocupa, aparte de que me salga alguien, sino que no sé cómo se lo tomara papá, el me da permiso de ser niñera pero solo de los vecinos, no de otro lado.