Ninja Oscuro (naruto Uzumaki)

Rayo Dorado Destructivo

Al día siguiente pago el cuarto y salió de la posada. Afuera el sol brillaba con debilidad pero el celeste del cielo hacia maravillas con la naturaleza.

Los aldeanos seguían sumergidos en sus mundos siendo indiferentes a los demás. Era el lugar ideal ya que ninguno hizo el más mínimo caso al cartel de Konoha.

Pero Naruto sabía que debía abandonar pronto ese lugar antes de que la noticia sobre su paradero se expanda.

El Anbus se había llevado los cuerpos de sus compañeros tras desaparecer luego de la pelea. Cuando Konoha se entere de su accionar mandarían un ejército en su búsqueda.

Pero de nada les servirá, nunca lo atraparán. Concentrado en sus pensamientos abandonó la aldea esa misma mañana.

Procuró evitar el camino principal ya que sería un blanco fácil. ¿A dónde iría? A cualquier parte. Lejos, lo mas lejos de Konoha. Caminó varias horas hasta llegar a otra pequeña aldea.

Ésta parecía ser más chica y pobre que la anterior. Pero no bien entró supo que no debía quedarse allí ya que los carteles con su rostro abundaban y estos aldeanos parecían prestar mucha atención a los recién llegados. Necesitaba provisiones antes de seguir su camino.

Caminando por las calles de esa aldea vió las injusticias de ese sistema feudal en que vivían. Seguramente el Señor feudal estaría en su mansión envuelto en los lujos y riquezas mientras ésta gente se moría de hambre. No tenían nada.

Cuando se dirigía a la salida vió un par de ninjas que por suerte no lo habían visto a él. Habría seguido de largo de no ser por la banda de uno de ellos que Naruto había alcanzado a ver. Un ninja de Konoha.

Frunció el ceño e intentó seguir caminando pero al cabo de unos minutos ese ninja dijo lo suficientemente alto como para que él escuchara.

- Detente Naruto, no esperábamos encontrarte aquí. 
Esa voz él la conocía perfectamente. Naruto sonrió amargamente. Shino.
- Si en algo te interesa la vida de ésta gente seguirás tu camino Shino - contestó Naruto.
- Vendrás con nosotros Naruto - Shino hablaba en serio - Desapareciste sin más pero tendrás que regresar.

- Shino, es la última advertencia. Ni tus insectos podrán detenerme. 
- Fuimos enviados a buscarte - dijo el otro ninja. - Y no volveremos sin tí, después de todo debemos asegurarnos que nuestra arma más importante se encuentre en Konoha.

- En ese caso no volverán - dijo sombriamente Naruto. 
- Naruto - dijo Shino.
- Luego no digan que no se los advertí - interrumpió Naruto antes de envolverse con el manto del chakra rojo del Kyubi que inmediatamente se volvió amarillo al completo. 
- ¡Cuidado! - gritó Shino.

Naruto desapareció al segundo siguiente volviéndose un rayo amarillo que los envolvió y los llevó lejos de los aldeanos. Los ninjas de Konoha ni lo notaron.

- ¿Qué? ¿Cómo fue...? - pero él ninja no pudo terminar su pregunta debido al ataque de Naruto. 
- ¡Naruto! ¡¿Qué hiciste?! - gritó Shino.
- Tranquilo, no lo maté...aún.
- Naruto - Shino estaba realmente sorprendido.

Nunca se imaginó verlo en ese estado. Pero los ojos de su antigüo camarada se volvieron más rojos y fríos - Ya veo 
- Última advertencia Shino, vete. 
- Lo siento Naruto...son órdenes. 
- Como gustes.

El combate entre ambos duró un poco más que los otros. Naruto había decidido jugar con él mientras lo debilitaba destruyéndolo poco a poco.

Cuando Shino quedó sin chakra cayó semi inconciente. No solo estaba debilitado sino también tenía heridas graves. Lo último que escuchó antes de caer en la inconsciencia fue a Naruto decirle:
- Olvídate de ser un ninja por una larga temporada. No digas que no te lo advertí...Shino.

Y así como un rayo desapareció del lugar dejando a los ninjas de Konoha abandonados a su suerte y en gravísimo estado.

Mientras se alejaba volvió a la normalidad pero en el camino se quitó la capa roja y la arrojó al suelo para luego sacar de su bolso una capa negra con nubes rojas.

Su mirada se volvía cada vez más siniestra. Tiró el mismo bolso antes de saltar a la rama más cerca que tenía.

Volteó un momento para contemplar a los ninjas de Konoha inconcientes y envueltos en sus propias sangres. Naruto Uzumaki, el ninja de Konoha había muerto. Ahora era Naruto, el ninja oscuro. Y sabía perfectamente qué hacer.

-Renacer a Akatsuki - murmuró al tiempo que volteaba y se alejaba del lugar saltando de rama en rama.

 




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