Ninja Oscuro (naruto Uzumaki)

Luna Azúl

KONOHA

Los ninjas médicos bajo la supervisión de Tsunade y las órdenes de Kakashi habían trasladado al joven al hospital de Konoha. Estaba en una sala particular donde solo personal autorizado podía entrar.

Tsunade lo revisaba con detenimiento junto a sus dos ayudantes. El recién llegado permanencia inconciente pero cada tanto se quejaba de fuertes dolores.

Varias horas transcurrieron en las cuales pudieron detectar que sus signos vitales estaban bien, sus órganos internos sanos y no padecía de ninguna enfermedad.

Sin embargo los dolores que sentía se debía al extraño sello que llevaba puesto.

Cuando el equipo médico acabo Tsunade le presentó el informe al Hokage, quien en su despacho lo leía atentamente. Luego de media hora dejó las hojas sobre el escritorio y lanzó un cansado suspiró mientras se recostaba en su asiento

—Si clínicamente está bien. ¿Por qué no despierta? ¿Por qué siente dolores? — quiso saber Kakashi — Y sobre todo ¿Qué es ese sello? 
— Ven conmigo, ahora que está más estable llamaré a Ino y entre las dos exploraremos en su mente — dijo Tsunade.

— Tsunade — dijo el Hokage serio — ¿Hablaste con el señor feudal?
— Si, y aceptó la propuesta
— Bien, lo último que necesitamos es a esos dos ancianos metiendo sus narices en esto. - Ambos salieron del despacho para dirigirse al sector de alta seguridad.

LEJOS DE KONOHA

La estructura rudimentaria del lugar no daba una buena sensación pero servía para sus fines. Los tres ninjas acaban de llegar. Y necesitaban un breve descanso.

Por el momento todo estaba saliendo según el plan. Naruto se encerró en una de las habitaciones hechas de piedra e iluminada solo con antorchas y velas. El lugar era amplio, tenía estanterías que salían de la pared cubiertas de pergaminos y libros.

Un escritorio rectangular se situaba en el centro del lugar y cuatro candelabros que medían un metro aproximadamente se ubican en cada punto cardinal del lugar. El piso tenía la rústica forma de las piedras cuyos colores variaban del gris al negro y al marrón.

El ninja rubio se dedicó a leer y estudiar con atención cada detalle de lo que en ese pergamino decía comprobando así que era una técnica complicada pero efectiva.

A medida que avanzaba su lectura iba comprendiendo más lo peligrosa que era. Llegó un punto en que sonrió malignamente tras detenerse. Sasuke y Sakura entraban en ese instante.

— ¿Cómo vas con eso? — preguntó Sasuke.
— Bien, es interesante el procedimiento — Sakura se acercó y miró el pergamino leyendo algunas cosas — Es complicada pero nada que no pueda hacer.

— Naruto ¿Estás seguro? — preguntó Sakura — Es mortal
— No para mí — respondió con frialdad Naruto — Tiene su riesgo pero el Kyubi me ayudará.

En verdad Naruto estaba decidido y convencido en poder lograr el éxito. Eso alentó a sus dos compañeros a seguir con el plan.

La oscuridad también se había apoderado de Sakura y no hubo desaparecido de Sasuke. Había pasado un día y medio allí sin darse cuenta.

Sakura le llevó comida Sasuke quería hablar los últimos detalles para el siguiente paso.

Un descanso no le vendría nada mal por tal razón accedió. No se había dado cuenta lo hambriento que estaba hasta que probó la comida de Sakura.

Empezó a reír y bromear con ambos, hecho que provocó alegres carcajadas por parte de Sakura también y varias sonrisas en Sasuke.

La tensión desaparecía estando juntos debido a los fuertes lazos que los unía a los tres. Esos lazos mantenían a Naruto en la cordura y evitaban que su luz se extinga por completo.

Unos momentos después volvían a ponerse serios ya que tenían mucho por hacer. 
— Sasuke, tú y Sakura vayan a Konoha por el cuerpo de Neji — decía Naruto — Eviten que los vean, no quiero un alboroto...aún no. Yo seguiré descifrando algunos detalles de este pergamino.

— Bien — Sasuke se quitó el parche de su ojo izquierdo para dejar libre la avioletada visión — Iremos con mi Renning.

Frente ellos emergió de la nada una marcha negra y violeta que velozmente fue creciendo hasta tener dos metros de altura y un metro de ancho.

Aquel portal era la forma más eficaz y veloz de viajar. Llegarían al cementerio de los Hyüga en un instante. Sin perder más tiempo ambos desaparecieron de allí tras atravesarlo. Cuando quedó solo Naruto se concentró en el pergamino que tenía enfrente. No podía atrasarse él.

CEMENTERIO DE LOS HYUUGA

La puerta dimensional apareció en el centro del lugar de la cual salieron Sasuke y Sakura y ésta desapareció inmediatamente. Era de noche y la luna azul brillaba en el firmamento.

El viento era helado. Los mausoleos que parecían mini castillos adornaban aquel silencioso lugar. Pero en unos minutos de la tierra empezaron a emerger ocho figuras con formas humanas.

En instantes tuvieron la apariencia de ninjas salvo por el hecho de no tener rostro.
— Guardianes del lugar — murmuró algo aburrido Sasuke.

Atacó con su espada a uno de ellos y logró cortarlo en dos pero ante sus ojos esta figura volvía a reponerse uniéndose nuevamente para estar en óptimas condiciones otra vez.

— Parece que tendremos problemas.
— Si — Sakura se disponía a enfrentarlos — Pero recuerda que no le gusta esperar así que tenemos que darnos prisa.
—Lo sé.

Los dos sonreían siniestramente mirando a esas figuras. Espalda contra espalda se disponían a enfrentarlos y de ser posible derribarlos de un solo golpe.

Los ocho guardianes se lanzaron a ellos y una gran explosión se sucedió después seguida de una fuerte luz que iluminó la noche por unos instantes.

 




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