Ninja Oscuro (naruto Uzumaki)

Luz Y Oscuridad

LEJOS DE KONOHA

El atardecer nacía en aquel lugar alejado de toda civilización. Los animales deambulaban por doquier en total libertad. Los pasos de dos figuras no los alertaban ni molestaban.

Ese era el sector donde yacían las ruinas que utilizaron para sellar la otra mitad del Kyuubi luego de la cuarta gran guerra ninja.

Lejos de la aldea pero dentro del país del fuego. Sin embargo habían detectado la presencia del Sanbi, el tres colas. Aquello los pilló de sorpresa ya que no figuraba en ninguna información que recaudaron.

Una de las figuras sonrió siniestramente ya que eso los favorecía en sus planes. Se detuvieron un instsnte a planear los detalles ya que la cacería de ese Bijuu no sería sencilla.

Menos por el sitio donde se encontraba. Pero no había imposibles para ellos y menos si unían fuerzas. Uno de ellos, el de cabellos rubios miró en dirección al sitio donde detectaban al Sanbi.

Intentaría llegar a él por medio del diálogo pero su compañero no estaba del todo convencido.

— Tendremos que atacarlo si las cosas se escapan de control — dijo Shikamaru — Y para eso hace falta un plan.
— Eres bueno en eso — respondió Naruto — Después de todo lo tuyo son las estrategias. — Luego miró hacia las ruinas donde se dirigían originalmente — Tendré a la otra mitad de Kurama en mí, volveré a fusionarlos y recuperará todo su poder. Miéntras que tú serás el nuevo dueño del Sanbi. Lo sellaré en tí ¿O prefieres hacer el pacto de sangre con él?

— Probaremos primero con el pacto de sangre. El sellado será la última opción ya que es todo un fastidio. 
— Como prefieras — Naruto y Shikamaru miraban el sendero por dónde tendrían que seguir para encontrar al tres colas. — Primero será el Sanbi y luego el Kyuubi.

Momentos después empezaron a moverse otra vez adentrándose al corazón del bosque bajo las brillantes estrellas de la noche. Pero el Bijuu los detectó al instante.

Fue cuando Naruto intentó comunicarse con él. La bestia podía ver la oscuridad que ahora habitaba en aquel que en otro tiempo fue su amigo y no le gustó.

Empezando a alterarse solo le pedía que se alejara pero Naruto no solo no lo hizo sino que junto a su amigo se dispusieron a atacar.

— ¿Qué sucedió contigo? — le dijo Sanbi viendo la fría mirada de Naruto — ¿Por qué Kurama sigue apoyándote en ese estado?

Naruto no respondió. No quería ni necesitaba hacerlo. Se limitó a pedirle que aceptase hacer el pacto de sangre con su amigo pero al recibir una respuesta negativa llevaron a cabo la.segunda opción: el ataque.

Quién tomó la iniciativa fue Naruto al lanzarle un ataque sorpresa pero el Sanbi conjuró una bola de energía para contra - atacar.

Shikamaru se unió a su amigo preparando la atadura de sombra en secreto. Con cada choque de poder entre ambos el ninja rubio podía comunicarse a la perfección con el Bijuu.

Parecía destellos en el firmamento como si chocasen los planetas retumbando en todo el universo.

— No voy a desistir — decía Naruto con cada golpe que daba — Vendrás con nosostros sí o sí.
— No quiero dañarte ni a ti ni a tu amigo pero...no me gusta lo que veo en tí en estos momentos.
— Es el resultado de una gran traición pero...eso a tí no te incumbe.

Naruto fue llevando al Bijuu al lugar donde necesitaba que estuviera hasta que finalmente fue alcanzado por la atadura de sombra de Shikamaru cayendo así en la trampa. La siniestra sonrisa del ninja rubio estremeció al Bijuu quien lo contemplaba asorado.

— Te dije que no iba a desistir...Sanbi
— Vete Naruto, yo me encargo desde ahora 
—Bien, enseguida regreso — diciendo aquello el ninja rubio se perdió en el interior de las ruinas.

Al quedar solos Shikamaru y el Sanbi tuvieron una larga charla donde el ninja le expuso lo sucedido luego de la guerra y el verdadero motivo por el cual su amigo ahora estaba así logrando entenderse y llegar a un acuerdo.

A ninguno le apetecía hacer la técnica del sellado por lo que harían el pacto de sangre. El Sandi aún recordaba al Naruto de la gran guerra que había entregado todo para eliminar el peligro y preservar la paz.

Aquel que pudo convencer a Óbito de desistir y derrotó a Madara Uchiha. El Naruto que los salvó a todos los Bijuus estaba dormido o encerrado dentro de éste otro con mirada fría y dura que lo hubo atacado sin dudarlo un segundo.

Tampoco entendía a Kurama ¿Por qué no lo ayudaba? Sin embargo le interesaba este chico que era su amigo, lo recordaba de la guerra ninja. Era interesante y parecía importarle en verdad Naruto.

— Haremos ese pacto de sangre chico — le dijo el Bijuu — Porque la carrera contra el tiempo está empezando a resultar complicada.
— ¿Carrera contra el tiempo? 
— Naruto puede regresar a la luz siendo el de antes, pero hay poco tiempo.

-—¿A qué te refieres?
— Su luz se apaga y si eso llegará a suceder...lo perderemos para siempre.
— ¿Sabes cómo evitarlo?
— Eliminando a quienes lo dañaron así, eso lo hará volver.
— Tsk, o sea atacando Konoha.
— No precisamente, solo a aquellos que lo traicionaron...pero sí, atacando Konoha.
— Es lo que él busca.
— Habrá que ayudarlo entonces. Empecemos.
— Si.

EN EL INTERIOR DE LAS RUINAS

Naruto había entrado al recinto con gran facilidad debido a que era el Jinchüriki del Kyuubi. Las trampas no funcionaban con él.

No le llevó mucho encontrar la runa donde se ocultaba el sello y destruir la débil defensa que la cubría. Ya en el sitio indicado hizo los sellos y empezó el ritual.

— Debes tener cuidado muchacho o podrías morir.
— Lo sé Kurama.
—¿Estás seguro de querer hacerlo? Tendré mi poder y energía completa. ¿Lo soportarás? 
— Sabes que si, ahora cállate. Necesito concentrarme
- Una cosa más ¿Estás dispuesto a destruir tu aldea? 
—  No a la aldea. Solo a los ninjas y al consejo. En especial al consejo

Kurama no dijo nada más y Naruto comenzó con el ritual. Aquello llevaría tiempo pero no le importaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.