Mis oídos no percibían sonido alguno, mis piernas estaban entumidas, sabía que mi mano estaba sobre la suya, pero no podía sentir nada.
Ni siquiera lo pensé, solo comencé a caminar tomada de su mano, a nuestro alrededor todo mundo murmuraba, desde las caras de emoción, hasta la incredulidad.
– ¡Imposible! Esto no puede estar pasando – escuché la voz Issa y miré su cara llena de enojo.
Entre las caras de la multitud encontré a mi mamá, quien solo pudo cubrir su boca por el impacto de lo que estaba presenciando, al subir las escaleras pude ver a Marco, su cara no mostraba ningún tipo de emoción, mis ojos se concentraron en sus manos que continuaban tomadas con las de esa mujer, pude distinguir un pequeño hilo azul saliendo de sus manos y recordé haber visto uno similar en mis manos, agaché la mirada para buscarlo y ahí estaba, llevé la mano lo más cerca que pude al rostro para examinarlo y seguí con la mirada hacia donde se dirigía, este delgado hilo me unía a Marco, él notó lo mismo que yo y lo observó con detenimiento.
Al subir por las escaleras, Eliezer se colocó a un lado de Marco y su pareja, de modo que quedamos uno junto al otro, sentí el impulso de salir volando de ahí.
Los tres reyes se colocaron al frente y Enzo felicitó a todos por la nueva unión, cuando terminó de hablar todos comenzaron a bajar para reunirse con sus familias y recibir felicitaciones, mi mamá corrió a abrazarme, por fin tuve un motivo para soltarme de la mano de Eliezer.
– Hija, tranquila, todo va a estar bien. Ni siquiera pude contestar me mantenía en silencio.
– Y yo que pensé que el árbol jamás encontraría una pareja para ti – Enzo se mostraba contento, pero mantenía un gesto no muy complacido.
– Parece que te equivocaste – No puedo imaginar una conversación más larga de Eliezer con alguien.
– Yo iré con Alanis a felicitar a Marco
Perfecto, claro mamá, echémosle sal, limón, alcohol y todo lo que duela a la herida, camine con ella unos cuantos metros hasta que me aseguré de estar lejos de Eliezer y mi padre para hablar con mi mamá.
– Mamá ¿podemos hablar un momento a solas?
– Claro, dame un momento. Caminamos entre la gente hasta que de alguna manera atravesamos una de las raíces del árbol y estábamos en mi habitación.
– Mamá no quiero esto, por favor, por favor… mis lágrimas ya recorrían mis mejillas, mi mamá solo acariciaba mi cara limpiándolas, me abrazó y fue que algunos sollozos fuertes salieron de mí.
No solo estaba llorando por mi unión con Eliezer, en el fondo lloraba porque Marco estaba unido a otra y eso me dolía más que nada en este mundo y junto a eso, porque sabía que estábamos sentenciados, esto no debió pasar, no debió ser así. Ese jodido árbol debe estar equivocado, no hay manera en que yo pueda ser pareja de Eliezer, somos muy distintos en todo, desde cómo nos expresamos hasta la cantidad de palabras que decimos, ya sé, debo estar soñando, sí, eso es, un sueño, un muy mal sueño.
– Hija, debes calmarte un poco, sé que es repentino, pero te aseguro que es algo bueno, el árbol jamás los hubiera unido si no fuera porque juntos serán mejores.
– No quiero unirme con él mamá, por favor, debe haber una manera de evitar esto
– Mi cielo, sabes que solo hay una forma de evitarlo – sus manos limpiaban mis lagrimas
– Yo no dudaría en renunciar a Eliezer y pagar el precio por ello, lo juro, pero que ustedes deban pagar por mí, eso no, no mamá, por favor, sácame de aquí, sálvame mamá. – Mi estado mental era cada vez peor.
– Tranquila, tranquila, voy a volver con tu padre y Enzo, te daré tiempo para que puedas tranquilizarte y pensar bien lo que voy a decirte… Si no crees que puedes llevar a cabo esta unión, estaremos contigo, eres nuestra hija, queremos lo mejor para ti, seremos desterrados de aquí sin ningún problema, pero por favor considera todo esto un momento… yo sé que puedes llegar a amar a Eliezer, te aseguro que las uniones que el árbol ha hecho durante todo este tiempo jamás han sido para dañar a nadie, por el contrario, gracias a sus inmensos poderes muchas de las cosas que tenemos en Nitla como la paz y prosperidad han sido posibles. No juzgues a tu pareja sin conocerlo dale una oportunidad a tu mundo de mostrarte lo magnifico que es.
Mi mama besó mi frente, limpió mis mejillas una vez más y salió de mi habitación. Me calmé lo más que pude, y pensé en todas la posibilidades que tenía, la primer idea fue escapar, pero no sabía cómo salir de Nitla, podría intentar escapar y vagar por todo este mundo pero no sabía cuáles serían las consecuencias de mi huida, otra era ir con Marco a pedirle que me sacará de aquí, pero la verdad es que ahora mismo no sabría que decirle si lo tuviera enfrente. Me levanté a dar vueltas por toda la habitación, estaba decidida a encontrar la manera de librarme de todo esto de la mejor manera, mi tristeza ahora era desesperación, tenía el tiempo en contra, no sabía cuándo mi mamá volvería por mí para llevarme a cumplir el mandato del árbol dorado, de pronto, la puerta se abrió, era Marco.
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Editado: 13.04.2020