Nitla: Alanis

AMISTADES

Las dos estábamos tan felices de vernos, que se nos olvidó que Eliezer estaba presente, gritábamos de emoción.

– Creí que jamás te volvería a ver

– Yo igual – estábamos abrazadas – estaba preocupada por ti, no sabía si estabas bien… pero sobre todo me preocupaba lo que pensaras de mí.

– Ven, hay que entrar – me guio tomada de mi brazo e invitó a Eliezer a pasar

– ¿Quieren algo? ¿Agua, café, pastel?

– Yo estoy bien, ustedes tienen mucho de qué hablar así que las esperaré aquí ¿te importa si veo algo? – señaló la televisión que estaba encendida

– No, adelante, ve lo que quieras – Erin lo guio hacia un sofá frente al televisor y le dio el control remoto.

Nos dirigimos a la cocina y me senté en la barra, ella saco un pastel y me ofreció una rebanada

– No sé ni por dónde empezar – me dijo mientras se sentaba aun lado mío

– Lo sé…

– Aparte de alas… ¿tienes algún otro… accesorio?

Solté una carcajada – No, no hay más accesorios

– mmm… ¿vienes de otro planeta?

– Si

– ¿Nos van a invadir para apoderarse de la tierra y luego nos matarán a todos para decorar el paisaje con nuestra sangre?

Volví a reír, sus gestos eran burlones – No, te lo juro – levante la mano para darle mi palabra

– Bien, creo que esa pregunta resume todo lo que me importaba saber, ahora es tu turno, dime todo lo que puedas sobre ti y el lado que conozco.

– Nuestro planeta se llama Nitla, venimos aquí porque hubo una guerra y las personas que provocaron la guerra vinieron a esconderse aquí – le resumí lo más que pude el asunto – pero no te preocupes, ellos no han dañado a ningún humano, solo están aquí.

– Mmm… siempre he creído que hay vida en otros planetas, pero jamás, jamás me imagine que tuviera una amiga extraterrestre.

– ¿Y que sientes?

– Increíble, de verdad, es como… ¡increíble! – volvió a reír

– La increíble eres tú, te enteras de que hay vida en otros planetas, que tu amiga es extraterrestre y te ríes, siempre supe que no era una humana común

– Por supuesto que no soy común

– ¡Ay! Te extrañe tanto – le dije mientras volvía a abrazarla

– Tengo una duda… me dijeron que no volvería a verte y básicamente entendí que me dejaron viva por tu papá, lo último que recordaba era que tú y Marco estaban peleando con el tipo ese espeluznante y cuando despierto estaba rodeada de un montón de señores discutiendo… ¿Qué pasó? ¿Vas a volver aquí? ¿Vas a irte?

– Ay amiga, me han pasado tantas cosas… Ha sido difícil adaptarme a mi mundo, las reglas de allá son distintas y de momento no creo que regrese a vivir aquí, ¿recuerdas la guerra de la que te hable? – Erin asintió – Pues está en su punto más crítico, así que no es seguro que venga aquí, puedo ponerte en peligro, pero tengo una ventaja… y esa ventaja está sentada en el sofá viendo tv.

– ¿Eliezer?

– Si, bueno… para que puedas entenderme, estoy casada con él

– ¡¿Qué?! – gritó tan alto que le tape la boca

– Pero ¿cómo demonios pasó eso?

– Te lo resumo: hay un árbol en Nitla que tiene la habilidad de mostrarte a tu pareja, entonces cuando el árbol florece, un lazo aparece y ¡listo! quedas unido, es decir comprometido, y el compromiso dura unos momentos porque las uniones o bodas para que me entiendas, se llevan a cabo esa misma noche, y lo más importante, no puedes rechazar a la persona con la que tienes el lazo porque te destierran a ti y a toda tu familia. Lo que pasó fue que me uní a Eliezer y te digo que tengo una ventaja con él porque es el futuro rey de su raza, que por cierto hay 3 razas, él es zomax y yo soy anxelin.

– Dame un momento, estoy procesando… ¿Vas a convertirte en reina?

– Si – lancé un suspiro y le di una mordida a mi pastel

– Diablos, mujer, me tienes con la cabeza agotada de tanta información por procesar, con que Eliezer es un futuro rey, ¡guau! Y… ¿estas feliz con esto?




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