Nitla: Alanis

MISION

Nos encontrábamos listos para la misión, mi padre y Marc fueron quienes nos dieron las instrucciones: Solo probar nuestros nuevos “aparatos” que más que aparatos para mí era marcas, no tengo ni idea de cómo funcionaban pero era básicamente tatuajes en la piel, Itnia, Enzo, Marc, y Eliezer eran quienes tendrían la marca para viajar a través de lo que se les pusiera en frente, nos dividiríamos en parejas y los otros llevaríamos la marca para ver y escuchar, es decir, como una cámara, ellos verían y escucharían todo. Al frente de todo esto estaba Nohla ¿Quién diría que era el genio detrás de todo esto?

Nohla fue quien puso la marca detrás mi oreja, esta marca era curva y muy delgada – Estoy impresionada, no imaginaba que tu estuvieras detrás del equipo tecnológico.

– Soy bueno en muchas cosas, pero esto es lo mío. Bien están listos.

Se giró hacia una pared que tenía lo que a mi parecer eran como proyecciones, efectivamente se veía y escuchaba todo desde mi perspectiva y la de los demás. Para esta misión las parejas quedaron así: Enzo-Khalan, Marc- Issa, Eliezer- Thena, Itnia y yo.

Antes de atravesar hacia lo desconocido observé como Itnia se transformaba, sus facciones se hicieron más femeninas y sus cabellos parecían rizos de oro, y de su ropa ni hablar era bastante provocativa, yo solo use lo normal, pantalón y una blusa bastante, lo que acostumbraba usar en la tierra, porque sabía que íbamos hacia allá. Al atravesar estábamos en una tienda, habíamos salido del vestidor, caminamos normalmente y salimos de ahí, estábamos en un centro comercial.

– ¿Qué sería bueno hacer aquí? – Su voz también había cambiado estaba mucho más delgada de lo que recordaba.

– Pues, supongo que podríamos caminar un rato para que veas que hay y si quieres podemos comer algo ¿Qué se supone que debemos hacer?

– Nada en específico, solo caminar mientras Nohla verifica y hace pruebas, hay que darle tiempo.

– Esta bien, vayamos. – Le dirigí con la mano el camino que debíamos tomar, caminé a su lado fungiendo como guía de turistas.

Nos topamos con una isla donde vendían helados y le dije que tenía que probarlos.

– ¿Me… cuchas? – La voz de Nohla sonó en mi cabeza

– Mmm sí, pero no muy bien

– ¿Todo bien? – esta vez lo escuche claramente

– Si, todo bien ¿Qué tal los demás? – Me puse la mano en la oreja para simular que estaba hablando con el auricular, había más gente a nuestro alrededor

– Genial, estamos avanzando mucho, sigan un rato más. Deberías traerme de eso que van a comer, se ve bueno.

– Trataré de llevarte uno

– ¿Qué dicen? ¿Cómo va todo? – Itnia ya estaba disfrutando del helado

– Bien, solo nos pide que paseemos un poco más y que le lleve helado.

– Entonces sigamos paseando. Esto esta delicioso.

Después de recorrer el lugar varias veces nos detuvimos frente a una tienda de regalos, afuera había un muñeco de peluche gigante con el letrero de no tocar, y yo en serio quería tocarlo, sentía ganas de aventármele encima, pero me contuve, solo estaba viéndolo.

– Alanis ya pueden regresar – Nohla interrumpió mi fantasía de abrazar al oso gigante.

– Nohla dice que podemos regresar

– Bien, vámonos

Cuando giramos, nos topamos con dos tipos – Hola, ¿Qué están haciendo? ¿Podemos conocernos? – Uno de ellos se veía agradable y el otro un tanto tímido.

– Hola, lo siento pero tenemos que irnos – tome del brazo a Itnia y me desvié de su camino.

– Adiós, lindas – se atrevió a gritar el uno pero ni siquiera volteamos.

– Ese humano parece agradable, no me importaría conocerlo y tal vez hacerlo mi pareja sexual

Ok, ese comentario fue bastante atrevido, me avergoncé yo y ella estaba totalmente normal, fue como si dijera que tenía hambre, o que el clima era agradable. No sé por qué sentía tanta vergüenza por el sexo.

Cuando volvimos ya los demás estaban reunidos, veían las proyecciones de lo que hicieron, Enzo y Khalan habían ido a ver una pelea de Box, Marc e Issa habían dado un paseo a pie por alguna ciudad, Eliezer y Thena habían ido a un bar, me quedé viendo la proyección de Thena, Eliezer llevaba una camiseta blanca que le ajustaba un poco al cuerpo, no mucho pero lo suficiente para notar su tonificado cuerpo, también vi cuando una tipa se le acercó, y él como siempre tan amable, la rechazó, sentí un pequeño salto de satisfacción cuando eso ocurrió.




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