Nitla: Alanis

EL RETO

Hola! mañana habrá otro capitulo, lo programé para las 9:00 pm, gracias a quienes han agregado mi libro a su biblioteca y a quienes le han dado me gusta.

 

No sé cuánto tiempo estuve en el baño, mi confidente de lágrimas, mi refugio de dolor, pero fue reconfortante como siempre, no sé qué tenía este lugar pero era lo único en lo que pensaba cuando quería estar sola y dejar mis penas salir. Él no estaba en la habitación cuando salí, me entristecí un poco, pues esperaba que sucediera como en todas las películas que veía en la tierra, en donde el protagonista masculino le decía cuanto la amaba y salían adelante juntos… pero esto no era una película, él no haría eso, no después de sentirse traicionado, después de todo ¿Quién en su sano juicio estaría tranquilo después de ver lo que él vio?

Utilicé toda mi empatía para procesar todo, si hubiera sido al revés, yo sin duda estaría enojada, herida, con el sentimiento de traición sin duda alguna, pero yo hubiera tratado de hablar con él al respecto, le hubiera pedido explicaciones, reconozco que lo haría en un estado muy alterado, pero lo escucharía, después le reprocharía pero sé que después del enojo, hubiera perdonado aquello, no por tonta o por querer justificarlo simplemente porque si era Eliezer confiaría en sus palabras.

Él es un hombre de bastante integridad y seguridad en sus actos, así que pensar que el haría lo que yo hice, no era una posibilidad. Me tocaba aceptar precisamente por el tipo de persona que es, que no me perdonaría.

Con este panorama en mente, no había otra salida, yo no podía hacer nada, de nuestro amor no quedaba nada, los bellos y cortos momentos que hubo entre nosotros pasaran a ser los recuerdos más dolorosos de mi existencia; estoy segura que es mejor irme, que esperar a que esto sea público y debamos dar explicaciones, no quiero hacerlo, no podría explicar, sé que es la salida fácil para mí porque yo me iría a la tierra y él se quedaría a cargar con todo aquí, pero de verdad no quería verlo con ella.

Bajé porque alguien llamaba a la puerta, era mi madre.

– Hija, porque no has ido a visitarme ¿Cómo estás? – dijo mientras me abrazaba

– Bien ¿Cómo has estado tú? ¿Y papá?

– También bien, no sé porque me preguntas de tu padre, sabes que él se la pasa metido en los asuntos de su escuadrón – mi mamá estaba enojada – soy básicamente un mueble más.

– No exageres mamá, sabes cómo están las cosas

– Si, si, ya lo sé… pero aun así, quiero verlo, necesito verlo, tenerlo cerca

– Ok, ok, ya entendí ma’, tranquila – la tome del brazo y nos dirigimos a la habitación donde estaba una pequeña mesa con alimentos.

– ¿Y cómo van ustedes dos? – me hizo ese gesto con las cejas, ya sabía a lo que se refería

– Bien, todo bien

– ¿Eso es todo? ¿Solo bien? Dame detalles

– ¡No mamá!

– Está bien, está bien, no preguntaré, pero cuando quieras saber más, siéntete en libertad de preguntarme.

Estuvimos conversando de todo un poco, me contó sobre el evento de anoche, pensó que no había asistido pero me dijo que se había encontrado con Erin, hasta que la mencionó me acorde de ella, la deje sola en aquel lugar, soy una muy mala amiga, para mi fortuna mi madre me contó que se fue con Nohla así que por lo menos sé que ella está segura.

– Hola, Ghya – Eliezer hizo acto de presencia y mi corazón latió de prisa

– Hola, Eliezer ¿Cómo has estado? – mi madre se levantó para darle un abrazo y él dirigió su mirada a mí mientras respondía a su gesto.

– Bien ¿Qué tal ustedes?

– Lo mejor que se puede, ya que he estado abandonada por asuntos militares

– Lamento eso – dijo mientras se sentaba aun lado mío.

– Si, yo también lo lamento, pero no hay nada que pueda hacer, me da gusto que por lo menos tú si puedas estar con mi hija y no la dejes mucho tiempo sola, aunque en su caso es entendible… – nos miró con una sonrisa pícara – Es normal no querer estar mucho tiempo separados después de tener la máxima conexión-

– ¡Mamá! – la interrumpí  antes de que dijera alguna otra cosa, sentí como la cara se me ponía caliente.

– Perdón, perdón… bueno, me voy, ustedes sigan con sus asuntos

Mi madre se levantó y se fue sin más, ahora solo estábamos él y yo, me había acompañado a la puerta a despedir a mi madre, así que me giré para retirarme después de haber cerrado la puerta y el me sostuvo por el brazo.

– Erin está con Loxhe, Nohla me pidió que te avisara. – Levante la mirada mientras me hablaba, no pude evitar sentir mi pecho presionado.

– Gracias, voy a ir por ella – me giré nuevamente para irme, pero volvió a detenerme – ¿Qué? – pregunté, no dijo nada, solo se le notaba la mirada confusa y tomó mi otro brazo.

– Yo… – Intentaba articular palabras o tal vez frases, pero el hecho de que le costara tanto decirlo me preocupaba ¿qué podría estar atormentándolo al grado de no poder hablar? – ¿podemos hablar? – Al fin dijo algo.

– Claro, eso es lo que estamos haciendo




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