Alanis se notaba muy nerviosa por la presencia de Eliezer, pero Erin sabía que era un buen momento para que ella se acercara, consideraba que su amiga se veía hermosa.
– Deja de dudar y ve por lo que quieres mujer
Ni si quiera le contestó, solo asintió con la cabeza y se fue en busca de él.
Erin por su parte se entretuvo recorriendo el lugar del brazo de Nohla, él le caía bien, era como una mejor amiga pero en versión masculina y de otro planeta, eso pensaba ella.
– Tengo una pregunta sobre sus costumbres – dijo en tono divertido
– Dime
– ¿Por qué demonios le creen a un árbol que bien puede estar poseído por una fuerza maligna? Quiero decir ¿no te parece raro que un árbol tengo poderes?
– No, no me parece raro, a mí me parece raro que los de tu raza se unan y desunan un gran número de veces
– ¿Porque eso es raro? Es lo normal, no te gusto lo que había y adiós, no es muy complicado.
– Para nosotros lo es, una vez que el árbol nos reúna con nuestra pareja, es para toda la vida.
– ¿Y todos se unen?
– No, no todos logran unir su lazo
– ¿Y qué pasa con los que no se unen nunca? – Recordó el caso de Loxhe, quien a pesar de ser un rey, no había logrado unirse a nadie. – ¿No te parece injusto que vivan solos para siempre?
– Para ellos hay opciones, por ejemplo Loxhe, él ha recibido cientos de miles de invitaciones para formar un lazo con alguien pero jamás ha aceptado.
– ¿Cómo que invitaciones? – Esto no lo sabía
– Después de cierto tiempo sin lograr una unión, tenemos permitido formar un lazo por nuestra cuenta, ya que por la razón que sea, no pudimos unirnos antes. Es como un premio de consolación.
– ¿Y por qué no ha aceptado ninguna?
– Creo que nadie le había interesado antes. – él le dio una mirada acusadora
– Yo creo que siente que nadie está a su altura, por eso morirá solo y abandonado. – no se dio cuenta pero sonaba bastante despechada.
Nohla la llevó al centro del lugar, si había algo que a ella le encantaba era bailar y mejor aún, le gustaba mucho ver a los hombres bailar. El sonido le resultaba familiar y los pasos de los demás asistentes también, reconoció los pasos, la madre de Alanis le había enseñado ese baile, pero con otra música, solo era cuestión de adaptar la cadencia ya que esta era un poco más lenta.
Erin era bastante hábil en la danza, cualquiera que fuera, pero prefería aquellas melodías que permitían mostrar emociones, y este era el caso, la música poco a poco comenzó a cambiar, se hizo más alegre así que los pasos debía adecuarlos a la cadencia, entre los pasos notó que los hombres habían formado un circulo alrededor, ya para terminar la canción estuvo en el suelo y sin pensarlo sonrió hacia Nohla quien la miraba con su característica sonrisa, pero algo obstruyó su mirada, al alzar la mirada se topó con los ojos de Loxhe, y no tenían su color normal, se levantó de inmediato y después de darle una mirada asesina a Nohla, la tomó por el brazo y la saco a paso veloz de ahí.
Mientras caminaba casi arrastrando a Erin por entre la gente que lo reverenciaba al pasar, Loxhe estaba tratando de enfocar sus ideas, no daba crédito a lo que había hecho, delante de todos los habitantes de Nitla había cometido un arrebato, él, quien siempre se había mostrado como un ser bastante paciente y sereno; cuando pudo concentrarse, llevo a Erin a su casa, sabía que nadie se atrevería a molestarlos ahí.
– ¿Qué sucede? ¿Por qué me trajiste aquí? – Ella estaba confundida
Él la había ignorado y se fue dejándola con un millón de preguntas
– ¿Qué demonios le pasa? – murmuro para sí misma – ¿Y ahora como rayos regreso?
Anduvo por la casa en busca suyo pero no logró encontrarlo, estaba algo desconcertada por la actitud repentina de Loxhe, eso le recordó a una ocasión cuando Erick le había hecho una escena de celos porque ella estaba bailando con un amigo, Erick se puso agresivo al punto de querer golpear a su amigo.
– ¿Sera posible?
Un ruido la hizo girar y se encontró con su mascota, gugu, el también ha estado quedándose en casa de Loxhe y a ella le preocupaba que pasaría con él cuando ella regresara a la tierra.
En algún otro lugar cerca de su casa, un muy preocupado Loxhe se encontraba sentado meditando lo sucedido, lo cierto es que él sabía lo que le había pasado, un ataque de celos, celos, ese sentimiento que jamás imagino poder sentir, le parecía irracional y pensaba que quienes lo padecían eran seres inferiores, entre ellos, los humanos. Se sentía tan molesto, tenía ganas de desaparecer a Nohla por estar disfrutando de aquella danza hecha por Erin, sobre todo por lo que esta significaba, él sabía de eso, pero ella no, eso significaría que ¿él está interesado en ella?
La sola idea de que el tuviera sentimientos románticos hacia ella lo hacía sentir mucha rabia, sus alas se hicieron presentes, sus ojos que ahora estaban dorados, tenían ese brillo asesino que desde hace mucho tiempo no veía.
– ¿Y todo por una niña humana?
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Editado: 13.04.2020