A pesar de que Laín no me agradaba la idea de que se refirieran a las personas como si fuesen objetos no me gustaba, el no era un juguete como para que mi amiga lo quisiera, además ella no sabía la clase de chico que era, no podía permitirme que se relacionara con él, debía cuidarla.
— Lis lo siento, pero no puedes quedarte con él.
— ¿Qué? ¿Pero por qué? Tú me acabas de decir que no tienes interés en él.
Pensé un poco antes de decir aquello, podía meterme en problemas más delante y hacer que Laín me odiase por espantar a sus posibles prospectos, pero era lo mejor de momento y lo único que se me había ocurrido.
— Laín es gay —solté de golpe.
— ¡Repite eso! —gritó mi amiga.
— Así como lo escuchas, Laín no tiene interés en las chicas y antes de que termines con tu corazón destrozado te tenía que advertir.
— ¿Cómo es que tú lo supiste? —preguntó con desconfianza.
Piensa en algo Sofí, me dije a mi misma.
— Escuche una conversación que tuvo mi madre con el Sr. Norbert él se lo confesó.
Aunque era una mentira pequeña me iría al infierno por estarle diciendo aquello.
— Bueno de igual manera aun puedo hacer amiga de él ¿no?
NO. Lis debes alejarte de Laín.
Aunque realmente la pregunta que debía hacerme era... ¿me preocupaba mi amiga o me preocupaba que Laín se fijara en ella?
— Por supuesto que sí.
— Bueno nos vemos mañana en la escuela, tengo que colgar. Adiós, amiga.
Las clases iniciaban al día siguiente, yo no estaba preparada mentalmente para estar con Laín durante tanto tiempo en la misma habitación, de alguna forma su presencia en momentos me causaba muchos problemas y perdía la concentración.
Toda la tarde me la pasé encerrada en mi cuarto, no quería encararme con mi madre y mucho menos tener que darle explicaciones.
Por la noche mientras preparaba mi mochila el celular vibró.
<<Hola pequeña>>
Lo agarré y vi el mensaje varias veces indecisa si responder o no.
<<Hola Laín>>
<<Tu madre fue a la librería hablar con mi abuelo y a preguntarme qué era lo que había pasado en su casa>>
Tenía curiosidad de preguntarle si le había contado la verdad, pero no quería darle demasiada importancia así que ignoré el mensaje, minutos después me entró otro.
<< Debes saber que a pesar de que ya podía hablar no le dije nada de lo que ocurrió, eso te corresponde a ti>>
No podía creerlo, releí el mensaje un par de veces, apenas iba a agradecerle cuando me llegó otro mensaje y al leerlo me di cuenta de que era demasiado bueno para ser verdad.
<< Claro esta Sofí que mi silencio tiene un costo...no te olvides que si aun quieres que mantenga tu secreto a cambio deberás hacer algo por mi>>
<<Ja! Tú estás loco, siempre intentas sacar ventaja de la situación, pero adivina que, no pienso hacer nada por ti, eso debes tenerlo muy en claro>>
<<Aun temes que tus papás se enteren y aunque el idiota de Eduardo es bueno...un idiota él también se enterará y también tu amiga Allison>>
Quería que alguien me explicara como Laín sabía todo sobre mi, y como lograba conocer a las personas que me rodeaban tan rápido.
<< ¿Cómo demonios supiste de ella...?
<<Yo lo sé todo ;) no hace falta desvelar mi secreto...aunque el tuyo corre peligro si no cumples con lo que voy a pedirte>>
No tenía idea que era lo que quería, pero de nuevo me daba la impresión de que no era nada bueno.
<<Ya te dije que no haré nada de lo que me pidas>>
Ya que le no me respondió en un buen rato esta vez fui yo la que le escribí para dejarle las cosas en claro.
<< Por cierto, no te acerques a mi amiga Allison, mantén tu distancia>>
<< ¿Por qué? ¿Temes que me guste ella y me aleje de ti?>>