No Apto para menores

Capítulo Veintiséis

Laín y yo estuvimos juntos por casi dos semanas, en la escuela solía evitar a Lis o a Eddy cuando intentaban hablarme, cambié de número cuando no paraban de mandarme mensajes de otros celulares.

Cuando estuve lista para hablar, le pregunté a Laín si al momento de descubrir que Eduardo me engañaba él sabía que era con Allison, él me dijo que no, ya que de lo contrario inmediatamente me lo hubiera dicho para que no saliera más lastimada de lo que ya estaba.

El tiempo que pasábamos juntos era demasiado, empezamos a salir más seguido, después de la escuela casi siempre iba a mi casa a comer y por la tarde después de hacer los deberes íbamos al cine o bien me la pasaba en la librería ayudándole en algunas cosas.

En todo momento supo comportarse de una manera decente, de una forma amable, sabía que no todo era color de rosa pues solo estaba esperando que pasara tiempo y me olvidara de lo ocurrido para seguirme molestando con sus tonterías, pero mientras eso pasaba, aunque me costara admitirlo me estaba gustando estar con él. No era un loco acosador como yo había creído.

Cuando salí de la escuela aquel día Laín me dijo que lo disculpara con mi madre pues no podría ir a comer ya que tenía algunos pendientes en los cuales ayudarle a Sr. Norbert, le dije que no se preocupara, que yo le diría y que nos veríamos más tarde.

Tomé el autobús y llegué a mi casa, entré y casi me da un paro, sentada en el sillón se encontraba Tiffany estaba en llanto hablando con mi madre.

Genial. Unas cosas se arreglaban y otras empeoraban.

Dejé mis cosas de lado y me acerqué rápidamente, ambas notaron mi presencia, justo en ese momento ella le pidió un vaso de agua a mi madre obligándola indirectamente a salir de la sala dejándonos a solas.

— ¿Qué estás haciendo aquí? ella me miró mientras se limpiaba la nariz.

— No me trates mal, solo vine a prevenir a tu madre sobre algo.

— ¿De qué estás hablando? ¿Es algo sobre Laín acaso?

No me pudo responder pues en ese momento regresó mi madre dándole el vaso de agua.

— Sofí, déjanos solas por favor. — miré a mi madre sorprendida.

— ¿Perdón?

— Ya me escuchaste. — dijo mirándome con seriedad.

— Está bien. — respondí apretando los dientes y lanzándole una mirada de desprecio a Tiffany.

Subí a mi habitación y rápidamente saqué mi celular.

<<SOS Tu exnovia está en la sala de mi casa>>

<<¿Qué demonios está haciendo ahí?

<<Vino a prevenir a mi madre de algo, me supongo que de ti. ¿Cómo es que supo mi dirección>>

<<¿Estas con ella?

<<No. Mi madre me mando a mi habitación>>

Esperé que me respondiera, pero no lo hizo.

<<¿Sigues ahí Laín? >>

<< Estoy yendo a tu casa Sofí, necesito que bajes e impidas que Tiffany siga hablando con tu madre, sabotea esa conversación a como dé lugar. Llego en menos de 20 minutos.>>

Salí de mi habitación y bajé rápidamente, mi madre se encontraba en la puerta despidiendo a Tiffany, no me dio tiempo de avisarle a Laín que ya se había ido pues mi madre me vio y me pidió que me sentara en el sillón pues quería hablar conmigo.

— ¿Qué pasa? — pregunté ya que no me decía nada y solo se la pasaba suspirando.

— Sofía te diré esto solo una vez, es una orden y quiero que obedezcas, no quiero preguntas, no quiero que cuestiones mi decisión. En parte yo fui culpable en esto, pero quiero remediarlo antes de que sea tarde.

Me le quedé viendo a mi madre sin comprender del todo que hablaba.

— Quiero que te alejes de Bd' Laín. 



#170 en Joven Adulto
#1170 en Otros
#356 en Humor

En el texto hay: romance juvenil, secretos, apuestas

Editado: 23.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.