Narra Akane:
Al llegar a mi habitación me senté en mi cama y por instinto miré por la ventana hacia la de Hans que estaba en frente de la mía, y lo que vi terminó de romper mi corazón, Hans lloraba con ambas manos en la cara sobre su cama, quería correr a consolarlo, pero no podía, en unas horas me voy y no debo tener razones para arrepentirme.
De repente su mirada subió y me vio, sus ojos se abrieron y los comenzó a limpiar, luego tomó un cuaderno y escribió algo, luego lo puso en la ventana, decía: “¿De verdad te tienes que ir?”
Tomé mi cuaderno y escribí: "Sí, debo irme por mi bien"
Se lo mostré, su rostro se entristeció de nuevo y escribió de nuevo, ésta vez decía: "Te voy a extrañar demasiado"
¿Porque es tan lindo? ¿Cómo lo voy a dejar?
Escribí nuevamente, ahora escribí: "Pero podemos hablar todos los días por cámara”, una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro cuando lo leyó y escribió: "Eso me encantaría, no podría vivir sin saber de ti"
Y así estuvimos hablando, no sé cuánto tiempo pasó, pero cuando me di cuenta eran las 6:30 de la mañana, porque mi alarma comenzó a sonar, no podía creerlo, toda la noche hablando por mensaje con mi ángel.
Le dije adiós con mi mano y comencé a ordenar los últimos detalles de mi viaje, ropa que no había guardado, fecha y hora del boleto, destino, todo perfecto, a las 7:30 tocan a mi puerta y Jazz despierta.
J: ¡Paseen! – dice aún adormilada
S: ¡Hermanitas! – dice con una sonrisa – bajen a tomar desayuno porque luego vamos a salir antes que Akane se vaya – dice y se va
Con Jazz nos miramos y reímos, ¿Qué pretendía ahora Santi?, de repente recordé que anoche Jazz dijo que había subido a prepararle una cama a Calum y no estaba aquí.
Aka: ¿Y Calum? – seguí mirando nuestra habitación
J: En la habitación de Liam, anoche mamá me dijo que durmiera allá – sonreí al notar que dijo "mamá" y no "tú mamá"
Aka: Bueno – me levanto, ya que me había tirado sobre la cama un rato – muy bien, bajemos para que Santi nos diga que pasa.
Nos vestimos y bajamos juntas al comedor, ahí esperaban los integrantes de mi familia, todos reunidos en la mesa: Papá, mamá, Liam, Ana, Santi, Andi, Jazz, yo y ahora Calum.
Me sentía tan feliz de compartir un desayuno con las personas que amo.
Al terminar el desayuno papá dijo que debíamos salir, pero tampoco dijo a dónde, nos subimos al auto y nos fuimos, por más que le pregunté a papá donde íbamos no quiso decir.
Al rato paró en una laguna, yo no entendía nada, me tenía que ir en menos de 3 horas y él nos traía a un lago
Aka: ¿Papá que está pasando? – lo miro un tanto confundida por su actitud – me debo ir en un par de horas a Italia, ¿y nos traes acá?
P: Todo tiene una explicación hija – dice sonriendo amplio
M: Es que queremos pasar un rato agradable contigo antes que te vayas, eso es todo – dice sonriendo de la misma forma que mi padre
Aka: ¿Saben? – miro a ambos – Yo me voy, tuvieron tiempo para esto, mi avión no esperará por mí – digo molesta
S: ¡Akane no queremos que te vayas! – me grita.
J: Por favor no te vayas, te lo ruego, ya no quiero estar lejos de mi hermana – dice al borde del llanto
Los miro, todos me miraban, les juro que quería entenderlos, pero no podía, alzo mis hombros como esperando una explicación más razonable.
A: Akane, Hans no podrá estar sin ti, por favor no te vayas – me mira suplicante
Aka: Andi, por favor no me pidas que me quede por Hans – niego mirándola – porque tú sabes por qué yo lo hago.
L: Hermana, no seas así – me mira mientras niega – no pongas tu corazón duro, te conozco y sé que mueres por quedarte, no te vayas, quédate y comparte nuestra alegría
Aka: Ya no puedo Liam, tuvieron tiempo para valorarme y no lo ocuparon, ahora quiero hacer algo por mí y ustedes me lo impiden, eso es lo que no se hace – digo haciendo parar un bus que pasaba – nos vemos familia, cuídense, los quiero – digo antes de subir al bus.
Llegué a una calle cercana a casa y me bajé, cuando llegué a casa tomé mis maletas y me subí a un taxi que esperaba por mí
Cuando llegué al aeropuerto, Mike esperaba por mí, hicimos la fila para subir al avión y emprendimos el viaje de nuestras vidas, esto no lo hacía por orgullo, no lo hacía por despecho, lo hacía para un día no arrepentirme y decir: ¿Qué hubiera pasado si me hubiese ido?