Narra Akane:
Van varias horas de vuelo, ya estoy a minutos de aterrizar en casa, miro por la ventanilla y veo que estamos a punto de aterrizar.
Al bajar tomo un taxi y le doy mi dirección, un poco antes de llegar a casa le pido que pare, quería llegar caminando, le pago y me bajo.
Al mirar hacia mi casa me doy cuenta de que algo pasa, hay un gran alboroto, veo a Santi salir vestido de traje hacia algún lugar, que raro, sigo caminando y veo a Andrea salir de casa con una hermosa bebé en brazos, ¿Qué está pasando aquí?
Veo que todos salen, menos mamá, se van y yo quedo ahí parada, sin saber qué pasa.
Camino a casa y toco el timbre, me abre una niña de unos 2 años, la miro y pienso que me equivoqué de casa, pero no, es el número.
Aka: ¿Ésta es la casa Hood? – le pregunto a la pequeña, no sé si me entiende
Xx: Shi, mi tata es Hood y papá también – dice mirándome con sus tiernos ojitos
Aka: ¿A sí? – le sonrío amplio
X: Shi – dice muy segura de sus palabras, eso me causa gracia
Aka: ¿Y cómo te llamas? – digo tratando de averiguar más
X: Me llamo Génesis Hood, ¿Y tú? – me dice con toda naturalidad
Xx: Princesa, ¿Con quién hablas? – dice desde adentro una voz conocida, la voz de la mujer que más amo, mi madre
Ge: Con una sheñola que peguntó pol papá – dice la pequeña girándose hacia el interior de la casa
Aka: Sólo es tu hija madre – digo subiendo los escalones con una gran sonrisa
Al verme sus ojos se inundaron de lágrimas, su hija había regresado.
M: ¡Hija de mi vida! Volviste – dice abrazándome – Estás tan preciosa
Aka: Gracias mamá
M: Pero pasa, pasa – dice abriendo más la puerta
Ge: abuela, ¿Quién es ella? – dice la pequeña con la que estuve hablando antes
M: Ella es tu tía Akane, la hermana de tu papá – le explica con dulzura
Ge: ¿Mi tía doctora? – dice mirándome mientras sus ojos de abrían a más no poder
Aka: Así es, y vine para revisarte – digo comenzando a correr tras ella, comenzó a correr sin mirar atrás, era tan preciosa, corrió hasta que llegó a las piernas de alguien.
Li: ¿Qué pasa hija? – dice mirando a la pequeña
Aka: Liam, ¿es tu hija? – digo sorprendida
Li: ¡Akane! Llegaste, que alegría – dice levantando a su niña, a lo que ella respondió con una exquisita carcajada.
Aka: Sí, ya volví – digo abrazándolo – Que hermosa es tu bebé hermano.
Li: Gracias, es igual a Ana, preciosa – besa la mejilla de la pequeña – ¿Verdad Princesa?
Ge: Shi papi – dice mostrando sus dientecitos.
Aka: Y el bebé que llevaba Andrea ¿Igual es de ustedes? – miro curiosa
Li: No, ella es de Santi y Andi, su bebita tiene casi 1 año, se llama Valeria – sonríe
Aka: Están tan grandes, los dejo por 3 años y medio, y al volver me encuentro con que ya son padres – digo con las manos en la cintura.
M: Para que veas hija – dice apareciendo tras mí.
Aka: ¿Y dónde iban todos? – digo recordando su salida tan deprisa de casa
Li: Al matrimonio de Lucy con Evan – dice y luego me mira con pena – perdón hermana, olvidaba que él estuvo contigo.
Aka: No te preocupes – digo sonriendo – ya era hora que eso dos estuvieran juntos.
M: Me alegro de que pienses así hija – dice besando mi mejilla y abrazándome – ¿sabes?, Lucy está embarazada, tiene casi 4 meses, y aun así quiso casarse, es tan tierno verla con su pequeña pancita.
Aka: Ya me imagino – digo mirando a Génesis – debe ser hermoso ser madre o padre – digo mirando a Liam
Li: Es lo más hermoso que te puede pasar – dice besando la mejilla de su bebé.
M: ¿Irás con nosotros?
Aka: Yo creo que sí, no creo que a Lucy le moleste que vaya, ¿o sí? – digo y me río
Li: No lo creo, vamos – dice animándome
Aka: Ok, vamos, me pondré un vestido y bajo – digo subiendo las escaleras con mis maletas.
Me cambio y me pongo un vestido negro con encaje, cómo para la ocasión, bajo y nos vamos al matrimonio, todo iba normal hasta que vi a mi familia completa, cada uno de mis hermanos y amigos con sus parejas, y noté algo nuevo, ¡¡Andrea estaba panzona!! Tendré que hablar con Santi, ¿Cómo es posible que vaya a ser padre por segunda vez y ni siquiera sepa que ya tenía una bebita? Esto no va a quedar así.
Cuando se ponían sus alianzas y daban sus votos miré bien a la congregación, y vi al dueño de mis pensamientos, de mis sueños, ahí estaba mi ángel, pero no estaba sólo, una mujer colgaba de su brazo, una chica joven, como de nuestra edad, muy guapa.
P: Y ahora puede besar a la novia – pronuncia el padre y la iglesia se llena de aplausos, todos felices por la unión.