Narra Akane:
Llegada la tarde me fui a casa, al llegar vi a mi familia reunida en la sala, me uní a ellos.
Aka: Hola a todos
M: Hola hija, ven siéntate, estamos viendo fotos de cuando eran bebés para compararlos con sus hijos – sonríe alegre
Aka: Genial – digo un poco incómoda, pero nadie lo nota
Pasamos la tarde riendo y yo jugando con Génesis, esa niña no me dejaba pensar en nada.
2 semanas después:
Eh seguido en práctica en la clínica, ya faltan sólo 2 días para que termine, mi pancita comienza a ser un pequeño bulto no muy visible, en mi vida todo ha ido bien, sigo trabajando con los niños y si se lo preguntaban, la pequeña Leah Malek está bien, salió hace unos días de acá, no seguí tratando su caso, pero todos los días antes de irme iba a verla a su habitación, le daba un beso de despedida y me iba, esa niña es un encanto, se ganaría el corazón de cualquiera.
En la tarde llegué a casa y no quise comer, últimamente no tengo hambre, no sé qué es lo que sucede conmigo, sólo tengo pena, un dolor en el centro del pecho, espero no sea nada malo.
Cuando partí hacia mi trabajo en la noche, ya que me tocó turno noche, iba tranquila, tomé un taxi y llegué a la Clínica, todo iba normal en mi turno hasta que llegó una ambulancia a toda velocidad, corrí a la entrada para ver en que podía ayudar, cuando vi a quien traían mi corazón se rompió.
Narra Hans:
Como todos los días damos un paseo en la tarde junto a Abbi y al bebé, ya tiene 4 meses de gestación, ya está creciendo más rápido la barriga de Abbi, le sacamos fotos, hablo con el bebé, todo es tan increíble, sólo quiero que nazca para poder jugar con ella, así es, mi bebé va a ser niñita, va a ser tan hermosa como ninguna otra niña. Cuando paseábamos Abbi comenzó a sentirse mal, así que decidimos volver a casa para que descansara, pero mientras más pasaba en tiempo más se intensificaba el dolor en ella, ya cuando eran las 3 de la mañana accedió a que la llevemos al hospital, porque al prender la luz de la habitación nos dimos cuenta de que ella sangraba, Axel llamó a la ambulancia, en menos de 3 minutos estaban en casa, me subí junto a ella y llegamos a la clínica, ya que estaba más cerca de casa. Al entrar yo no miraba nada más que a Abbi, no quería perderla a ella o al bebé, las quería más de lo que me gustaría reconocer, han llenado de luz mi vida que estaba en tristeza.
Cuando la entraron a urgencias tuve que quedarme afuera, recién ahí me percaté de que Akane estaba entrando a urgencias con Abbi e iba llorando.
Narra Akane:
Entramos con Abbi a pabellón, había que salvar vidas, entré como ayudante de Murray, mientras transcurría la operación yo estaba demasiado nerviosa, no sabía qué hacer para detener el dolor de Abbi, aunque estaba anestesiada y dormida, seguían cayendo lágrimas de sus ojos, me puse en cuclillas junto a ella y comencé a secar sus lágrimas, acariciaba su mejilla.
Aka: Vamos Abbi, tú eres fuerte, puedes salir de ésta, Hans está esperando por ustedes allá afuera – Abbi comienza a moverse – tranquilita, estamos intentando salvarlas – las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, en mi interior sabía que una de las dos no podría salir de ésta sala de operaciones.
Mu: Akane te necesito aquí – me levanto secando mis lágrimas – necesito que vayas a hablar con quién acompañe a la señorita y le des la noticia
Aka: ¿Que noticia? – lo miro con los ojos cristalizados.
Mu: El bebé no pudo resistir, anteriormente ella tuvo un aborto y éste bebé no pudo resistir en el útero, la madre lucha por su vida, está estable.
Aka: Está bien – digo con la voz entrecortada, ¿Cómo le digo a Hans que su bebé había muerto?
Caminé a paso lento por el pasillo, no quería enfrentarme a Hans, no quería ser yo la persona que le dé tal noticia, llegué a las puertas y las abrí, ahí estaba Hans con las manos en la cabeza, no quise gritar su nombre, caminé y me senté junto a él.
Aka: Hans... – susurro, levanta su mirada – necesito decirte algo.
H: ¿Ellas están bien? – dice con los ojos llenos de lágrimas
Aka: No... – digo en un hilo de voz – el... el bebé – mis ojos se llenan de lágrimas
H: ¿Qué le pasa a mi hija? – dice tomándome de los hombros
Aka: Ella no pudo seguir luchando Hans, tú bebé murió
La cara de Hans lo decía todo, su corazón estaba destrozado, ya no podía seguir adelante, toda la ilusión de ser padre se había ido a la basura, y pensar que yo podría animarlo.
Mu: Señorita Akane necesito de su ayuda – dice el doctor desde la puerta
Aka: Voy en seguida doctor – digo mirándolo y él se va
Cuando miro a Hans veo sus ojos extremadamente hinchados y rojos, la pena era evidente a kilómetros, sequé las lágrimas que caían por sus mejillas, me miró y me abrazó con fuerza, empapaba mi ropa con sus lágrimas.
H: Por favor no me dejes sólo ahora, sólo te pido que no me abandones en este momento – dice entre sollozos
Aka: Sabes que tengo que ir Hans, te juro que voy, hago lo que tengo que hacer y vuelvo... ¿bueno?