Afuera:
Aka: Así que ya lo sabe, pues ninguno de los dos será el padre – se levanta y se va a su casa, alista sus maletas y sale al aeropuerto sin avisarle a nadie.
En la clínica.
D: Así que los dos se van a comportar, porque si llego a ver a Akane mal por culpa de alguno de los dos, los castro, y es en serio, puedo hacerlo – les muestra unas tijeras
H: ¿Ya podemos irnos?, quiero ver a Akane – mira al doctor
D: Tú ya no entiendes... – les abre la puerta *espero hayas tenido el tiempo necesario* - ya no está
Lo: ¿Akane? – busca su celular y marca su número – Está apagado
H: ¡Tú sabías! – lo toma del cuello
D: Claro que lo sabía, saca tus sucias manos de mi ropa Hans Carter – saca las manos de Hans
H: Me las vas a pagar Murray – sale corriendo a la salida
D: Seguro – le mueve la mano en forma de saludo – tenías que pagarme algún día todas las humillaciones por las que me hiciste pasar en el colegio
Lo: ¿sabes dónde iría? – mira al doctor
D: No lo sé, Akane no es predecible – niega repetidas veces
Lo: Nos vemos, y gracias por ayudarla – le sonríe
D: No hay de qué Louis – entra a la consulta.
Louis y Hans corren por la ciudad buscándome, pero ya estoy en un avión rumbo a Italia.
Paso todo el viaje pensando en Hans y en cómo hubiera sido vivir ésta experiencia junto a él.
Al llegar bajo mis maletas y al voltear veo a Mike.
M: Llegaste preciosa – me abraza – ¿estás bien?
Aka: Creo que sí, ¿y Lucía? – me abrazo a él
M: En casa, no puede salir por el bebé – dice alejándose leve
Aka: ¿Qué bebé? – lo miro con el ceño arrugado
M: Está embaraza, sólo tiene 2 meses, pero es de alto riesgo.
Aka: Pobrecita – hago carita triste
M: Sí, te ayudo – dice tomando mis maletas.
Caminamos al auto y los fuimos a mi antigua casa.
Al llegar a mi casa lo primero que hago es sentarme en el sillón y llamar a papá.
*llamada*
P: ¿Alo? ¿Hija? Si es un secuestro doy todo mi dinero por mi hija, no le hagan nada – solloza
Aka: Papá, soy yo – trato de no reír – no me han secuestrado, pero es bueno saber a lo que estás dispuesto por mí.
P: Hija, nos tienes tan preocupados – dice severo – ¿dónde estás?
Aka: Donde te dije que iría, sólo que el viaje se adelantó un poco – suelto una risita
P: ¿Pero llegaste bien? – ahora sonaba preocupado
Aka: Sí papá, llegué muy bien y Mike vino por mí al aeropuerto, ahora estoy en casa
P: Me dejas mucho más tranquilo, espero vuelvas pronto.
Aka: Volveré lo antes posible pá, ¿Está mamá? – digo curiosa – necesito hablar con ella
P: Claro, te la paso en seguida – dice caminando y escucho que le pasa el móvil a mi madre
Aka: ¿Alo? ¿Mamá?
M: Sí hija, soy yo, ¿cómo estás?
Aka: Mejor ¿y tú? ¿estás bien?
M: sí estoy bien, aunque me tenías muy preocupada, aunque sospeché que te habías ido a Italia, ¿estás allá verdad?
Aka: Sí mamá, estoy en casa de papá, está todo tal como lo dejé – sonrío mirando a Mike – mamá, quería hacerte una pregunta.
M: ¿Sí? ¿dime? – dice atenta
Aka: ¿Te vendrías por unos meses a vivir conmigo? – me levanto y comienzo a caminar por la sala – Necesito de tu ayuda para algo
M: Claro, no tengo ningún problema hija, pero – duda por un momento – ¿Puedo saber porque me necesitas?
Aka: Am.… no puedo decirte ahora, pero es algo importante – muerdo mi labio
M: Está bien hija, mañana mismo nos vamos con tu padre, le dejaremos la casa a Santi y Andrea, porque Jazz se irá a vivir con Calum a un departamento.
Aka: Perfecto, entonces mañana los espero – digo animada
M: Hasta mañana hija – se escuchaba alegre
Al terminar de hablar con mis padres tuve que contarle a Mike lo que me sucedía.
Mi: ¿Y qué cuentas de nuevo enana? – se sienta a mi lado
Aka: Amm, lo típico, me vine escapando de Hans porque estoy embarazada de él – dije sin pensar
Mi: ¿Qué tú qué? – su cara de asombro hacía notar que nunca lo espero de mí – es broma ¿verdad?
Aka: No Mike, no es broma, estoy embarazada de Hans – toco mi vientre
La cara de Mike hacía notar su confusión, no entendía como yo, una chica que siempre estuvo segura de todo podía estar tan indefensa y expuesta a tanta tristeza.