Siento un dolor en el pecho y no tengo idea a que se debe. Me molesta sentirme así sin tener motivos. Dejo los papeles los cuales tengo en mi mano sobre el escritorio
-Emma la señorita Wang llamó para cancelar su cita de hoy, en realidad la reprogramamos para la semana entrante- comenta Ann
-esta bien- respondo
-su marido tuvo un accidente- explica y solo asiento -¿qué tienes?- pregunta
-nada- la observo seria, toma asiento frente a mi
-no te lo diría sino lo creyera importante pero luces triste como apagada- hace silencio unos segundos-no me cuentes sino quieres pero tu mismas dices que es bueno liberar lo que nos duele- se pone de pie
-confio en ti, lo sabes. No sé que me ocurre, de hecho me lo pregunto a mi misma- pero no obtengo respuesta
-¿cómo que no sabes?- sonríe
-siento algo que me atormenta pero no se que es. Nunca antes me ocurrió algo así, desde que me despedí de los padres de John, y no es que los extrañe solo que todo fue tan extraño- suelto pensativa -intente arreglar las cosas con Lilian una vez más, pero insinuó que estoy con su hijo por interés. En fin no quiero aburrirte pero desde que ella me miro fijamente a los ojos y su mirada era tan ... oscura yo, me siento así. ¿Crees que estoy enloqueciendo?- pregunto
-no, más bien afirmo que esa señora es una bruja- replica horrorizada; niego divertida -de verdad Emma ¿no crees en la magia negra? Por que si existe, la maldad existe- afirma
-no pienso en eso Ann- respondo segura
-¿y si te lanzó un hechizo?- entrecierra sus ojos -o pudo hipnotizarte para luego manipularte. ¿A caso no has visto la pelicula Huye?- inquiere con preocupación
-no lo creo amiga. No perdemos la conciencia en estado de hipnotismo, lo sabría. Leí mucho sobre eso-
-es la única explicación- encoge los hombros. Llega el señor Spooner y damos por terminada la conversación.
~Narra John~
Despedir a mis padres no ha sido sencillo, sobretodo por el llanto de mamá. No dejaba de repetir cuanto extrañaría a Thomi.
Despues de una larga mañana llego a casa
-buenos días Felicia- la saludo, ella le quita el polvo a los cojines del sofá
-buenos dias señor- responde sonriente
-¿y Thomi?- pregunto
-en su cuarto, subió a buscar un carrito - replica -casi lo olvido hace un instante llego un joven buscando a Emma-
-¿dijo su nombre?-
-si pero no lo recuerdo. Le dejo esta nota- me entrega un papel doblado
-bien gracias- subo las escaleras. Guardo el papel en el bolsillo y me dirijo al cuarto de Thomi
-hola campeon- lo saludo
-¡papá!- corre hacia mi, nos damos un abrazo -te extrañaba mucho-
-y yo a ti- dejo un beso en su frente -¿cómo estas?-
-bien ¿quieres jugar conmigo?- pregunta
-por supuesto- respondo. Decidimos armar una pista y jugar a la carrera de autos.
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-hola amor- saluda Emma-
-hola ¿por qué esa carita?- pregunto viendo el cansancio en sus ojos
-ha sido un día largo- responde -¡que sorpresa! ¿Que preparas?- inquiere
-le di un descanso a Felicia, por esta noche prepararé la cena. Sabes que me gusta cocinar y hace tiempo no lo hago- dejo el cuchillo sobre la encimera -deberias darte un baño, luces cansada-
-no, quiero ayudarte ¿qué quieres que haga?- pregunta sonriente
-bien si quieres hacerlo puedes picar esas verduras-
-esta bien- empieza a hacerlo. Mientras yo me encargo de cortar en pequeños trozos la carne.
Al terminar de preparar la fideuá empezamos a cenar. A Thomi le agradan las verduras lo cual es un privilegio porque tanto Emma como yo amamos la gastronomía sana y nutritiva.
-mamá quiero ir al cine con ustedes- dice Thomi. Ambos los miramos sorprendidos
-¡claro cielo! ¿sabes que peli ver?- le pregunta dulcemente su mamá
-no, pero extraño salir con ustedes-
-no podemos pasear todos los días hijo. Ambos tenemos responsabilidades, siempre que podemos lo hacemos- hablo serio, no somos unos padres ausentes pero es evidente que necesita compartir muchas cosas más junto a ambos
-lo sé, solo fue una idea- baja la mirada
-claro que iremos, en la noche podemos ¿cierto?- Emma me observa y asiento con la cabeza
-por mi esta perfecto. Solo lo aclaro porque en algún momento puede que no podamos hacerlo y no será por falta de interés- explico un poco apenado
-si papá, yo entiendo- sonrie débilmente
-mejor nos cuentas ¿que has hecho con Felicia en este día? - pregunta Emma
-me hizo un dibujo y yo lo pinté con acuarelas, después anduve en mi bici y luego miramos tele. También jugué con papá- cuenta entusiasmado
-¡que lindo!- exclama ella.
-Thomi me gano- agrego. Ambos reimos
-te daré la revancha-
-claro que si- respondo. Al terminar de cenar llevo los platos al lavavajillas. Y me dirijo al cuarto, le deseo buenas noches a mi niño y encamino a mi habitación, llevo la manos hacia el bolsillo y siento algo allí miro y veo que es el papel que me dio Felicia, Emma sale del baño en pijama lista para dormir. Se mete a la cama
-Felicia me ha dicho que en la mañana llego un tipo buscándote y te dejo esto- le entrego la nota.
-¿quién era?- cuestiona frunciendo el ceño
-ella no recordó su nombre. A lo mejor lo dice alli- señaló el papel en sus manos
-quizas- lo abre y empieza a leer. Ante el silencio me dirijo al baño a lavar mis dientes. Me quito la camiseta y el pantalón; vuelvo al cuarto y me acuesto a su lado. -es Archie Myers un antiguo amigo- comenta Emma
-¿tu le diste nuestra dirección?- pregunto
-no- replica
-espero que no sea un nuevo Blake, mejor ni recordar lo que paso la última vez que un loco supo tu dirección y numero telefónico- hablo rápido y con cierto enojo
-no tenemos porque recordar aquello. Esta vez es distingo, Archie solo quiere que le haga un certificado para un empleo- la observo unos segundos
-¿eso dice la nota?-
-no, de hecho tiene mucho sentido del humor. Me invita a cenar- responde. Elevo una ceja
-ya veo- espeto
-no aceptare su invitación, descuida- deja un beso en la comisura de mis labios
-es la primera vez que un loquito pide el certificado en un restaurante- ironizo
-no le digas así, sabes que me molesta cuando te refieres así a mis pacientes- me regaña
-¿ahora lo defiendes?- elevo una ceja
-es un poco bromista y molesto pero es un buen chico. No te enojes con el-
-¿molesto y bromista?- inquiero -no me interesa conocerlo y mucho menos que mi chica cene con él- dejo un beso en sus labios -que descanses. Buenas noches-
-¿estás celoso Gagnon? - pregunta divertida
-para nada, en lo absoluto- ella suelta una risita. Le encanta molestarme
-lo estas- asegura
-¿es más guapo que yo para estarlo? Lo dudo- me respondo a mi mismo
-eres un idiota- suelta una carcajada
-pero así me amas- alardeo
-lo bueno es que lo admites - bromea.
-solo te doy la razón como tú a tus loquitos- encojo los hombros mientras me inclino un poco y beso sus labios esta vez en uno lento y exquisito donde ella lo disfruta tanto como yo.