Suena la alarma y me niego a abrir los ojos, la apago y me doy vuelta dispuesta a seguir durmiendo
-¡arriba señorita!- exclama mi maldito hermano -es hora de levantarse- ni siquiera tengo fuerzas para abrir los ojos y lanzarle una amenazante mirada
-cinco minutos más- respondo, mi voz suena ronca pero no es algo que me preocupe en estos momentos.
-¡no podemos Emma! el avion no va a esperarnos- responde molesto. ¡Diablos! Lo olvidé, debemos viajar a Madrid. No puedo quedarme ya que acepte acompañarlo, es decir no lo dejaría partir solo por muy loca que esté. Él es mi única familia y a pesar de no decirlo siempre, lo adoro
-tienes veinte minutos para alistarte- replica interrumpiendo mis pensamientos. ¡ya no lo quiero tanto! Suelto todo el aire de mis pulmones mientras me siento en la cama, observo la habitación con un poco de melancolía ya que será la última vez que pueda hacerlo durante un buen tiempo. Sin mucho ánimo me pongo de pie y camino al baño a arreglarme un poco.
~ ~ ~
Ya cambiada me miro en el espejo, no me veo tan mal, visto un jeans negro entubado, una chaqueta de cuero y unas botas cortas del mismo color, bajo las escaleras que llevan a la sala, tras hacerlo veo a Liam de pie esperándome
-ya estoy lista- digo
-vamos- responde. Esto no es sencillo para ninguno de los dos, pero se que es una gran oportunidad para él.
Durante el camino no decimos ni una sola palabra. Al llegar al aeropuerto él se encarga de entregar los pasaportes y yo encamino a comprar algo para comer además de un café para cada uno. Ni siquiera en estos momentos se me quita el apetito, es un pequeño detalle "como muchísimo" empiezo a escoger golosinas, galletitas.
-¡Booh!- alguien me asusta desde atrás, giro y veo a mi mejor amiga. No puedo creer que este despierta a esta hora.
-¿que haces aqui?- pregunto sin siquiera disimular la sorpresa. Ella rie
-me voy contigo, claro si me llevas dentro de tu equipaje- bromea, niego divertida
-quisiera llevarte como mi mascota, pero no puedo- hago un mojin de tristeza
-nada de eso, no vamos a despedirnos asi- coge una bolsa de gomitas y nos dirigimos a la caja, tras pagar todo buscamos un lugar donde sentarnos. Liam se nos une a los pocos minutos saluda a Sarah fríamente como es normal en él, ella responde con timidez. Le entrego su café mientras hablo con la rubia; a los pocos minutos anuncian que nuestro vuelo saldrá en poco tiempo y por mucho que me cueste debo despedirme de mi amiga. Nos damos un fuerte abrazo, luego saluda a Liam con un beso en la mejilla y la veo partir, mis ojos se cristalizan ¡no se que haré sin ella!
-es hora- dice mi hermano apenado- sabe cuanto me cuesta, pero no me arrepiento de esta decisión.
Al sentarnos en nuestros lugares busco mis auriculares y me los coloco, no me gustan los vuelos. Es decir ¿a quien puede agradarle? Poreso decido oír música mientras presiono la mano de mi hermano, cierro los ojos intentado descansar.
~ ~ ~
Liam toca mi hombro con suavidad, abro los ojos lentamente hasta encontrarme con los suyos viéndome, me regala una sonrisa
-llegamos- anuncia. Yo elevo una ceja ¿por que ese cambio? Nos ponemos de pie y bajamos del avión, después de recoger nuestro equipaje buscamos un taxi
-¿dónde pasaremos la noche?- inquiero
-en un hotel llamado Atlántico- informa. Subimos a un coche rumbo a ese sitio. Al llegar observo perpleja el gran edificio, es un sueño ¡me encanta! Entramos y nos reportamos en la recepción . La chica babea por mi hermano, es lo que causa comúnmente, él no parece notarlo. No soy celosa pero si me incomodan estas situaciones, aprovecho que la castaña me mira para poner los ojos en blanco ya que me molesta su exceso de amabilidad con él. Nos indica cuáles son nuestras suite, luego nos entrega las tarjetas de ingreso y caminamos hacia el ascensor.
-¿qué tienes?- cuestiona al cerrarse las puertas
-¿no lo notaste?- elevo una ceja. Niega con la cabeza -esa chica contigo fue súper linda y gentil todo lo contrario conmigo- suelto con fastidio, él niega divertido. Al llegar a nuestro piso salimos del ascensor y caminamos por el largo pasillo, paso la vista por los cuadros que nos acompañan embelleciendo el lugar. Al llegar a nuestras habitaciones me despido de Liam, ingreso a darme un baño, claro luego de husmear todo el espacio.