No dejare que te vayas

Capitulo 9 " Me divierte fastidiarte"

Caminamos durante una hora, la verdad ni yo entiendo como es que lo hice, odio caminar, correr, hacer ejercicios y todo lo que incluya moverme. Me sorprendo a mi misma, vemos una heladería y decidimos comprarnos un batido, Leslie escoge de chocolate y yo de fresa. Nos sentamos en un banco 
-es increíble coincidir en tantas cosas contigo- dice 
-es cierto, pero es bueno ¿no lo crees?- inquiero, ella asiente 
-si, me encanta. No sé que habría hecho allí sola. 
-no entiendo porque nos prohíben ingresar, no es como si molestaramos- 
-lo que ocurre es que dos bellezas distraeriamos a los jugadores- suelta divertida.  Ambas reimos 
-¿tus vas al gimnasio?- pregunto
-¡no! Jamás he pisado alguno, bueno solo para acompañar a John alguna que otra vez- 
-ya somos dos, mi hermano vive entre esas maquinas pero yo no las he usado nunca- reimos. -¡ya quisiera tener tu cuerpo!- digo 
-¡tú luces mejor!- chilla. Ambas reimos, es lindo conversar con alguien en una ciudad desconocida. 
-¿tienes novio en Los Angeles? - pregunta 
-no y prefiero no hablar sobre eso, ¿tu?-  no quiero pensar en Ethan. Lo mejor del viaje es tenerlo lejos.
-tampoco. Terminamos hace un par de meses- su mirada se torna triste 
-mejor cambiemos de tema. ¿A que te dedicas? ¿Que haces en tus tiempos libres?- cuestiono interesada
-estudiaba abogacía pero no era lo mío, y por mis malas calificaciones iban a quitarme la beca entonces decidi dejar antes de que eso ocurriera. Me gusta bailar, suelo filmarme haciéndolo, son como movimientos robóticos- sonrie 
-¡tengo que verte!- exclamo
- cuando quieras- dice. Nos levantamos y botamos los vasos en el tacho de residuos, decidimos regresar al club. Leslie me cae súper bien, las horas a su lado pasan rápido. Entre preguntas y respuestas el camino se nos hizo más corto. Nos sentamos en la acera mientras solo faltan unos minutos para las cinco 
-entonces nuestras habitaciones están al lado- dice, yo asiento -podemos juntarnos si quieres- 
-claro- respondo. Veo salir a mi hermano, le doy un beso a la castaña y corro hasta él, me subo a su espalda 
-¡estás loca!- dice sonriente. 
-eso ya lo sabes- me bajo mientras quita el seguro de las puertas,  me siento en mi lugar y abrocho el cinturón 
-esta increible- digo mirando el interior del coche. Giro hacia donde estaba el vehículo gris pero ya no esta, vuelvo la vista a Liam 
-¡ya quiero ver la casa!- suelto emocionada 
-bien vamos a ver la primera de la lista- responde, después de conducir unos minutos aparca el auto frente a una enorme vivienda color salmón, es de dos plantas, tiene un gran balcón al frente ¡es bellísima! 
-ya no quiero ver a las demás ¡me encanta esta!- digo
-deberiamos mirar las demás por si acaso- dice. Yo no quiero en verdad es perfecta para mi, la puerta principal es de roble, tiene doble puerta en el garaje  son blancas, además el patio es bonito, cuenta con un jardín que le da un toque especial. A los pocos minutos llega un auto azul y baja una chica de unos treinta años, cabello negro ojos café nos saluda amable y se presenta como Renata, nos enseña la casa y por dentro me encanta aún más, es muy elegante, las paredes de la sala son en tono gris, al igual que las del comedor, las de la cocina son blancas, en el centro hay una isla en negro, que hacen juego con los taburetes. Subo las escaleras observo las habitaciones y me encantan ¡ya se cual será mía! Luego de recorrer cada sitio bajo. La mujer espera afuera 
-en verdad quiero esta- digo
-¿estás segura?- inquiere Liam 
-¡si!- chillo emocionada. Él sonrie 
-esta bien. Luego no digas que ya no quieres vivir aqui- 
-eso no va a pasar. Pero ¿por qué vas a comprarla? Crei que solo rentariamos alguna pequeña- 
-no, luego hablamos sobre eso, vamos debo firmar para cerrar el negocio- informa, salimos y conversamos con la mujer. Ella sonrie encantada ante muestra idea finalmente ¡es nuestra! Se retira, miro a Liam 
-¿cuando nos mudamos? - cuestiono impaciente 
-mañana traemos las cosas, ahora regresemos al hotel- subimos a su auto y conduce tranquilamente. Yo busco alguna canción en la radio, de pronto escucho la voz de Ethan y mi corazón se estruja, cambio rápidamente 
-¿no vas a decirme que ocurrio con el?- pregunta. Apago el estéreo y lo miro unos segundos 
-no sé de qué hablas- respondo
-¿crees que soy tonto? Vi como lo rechazaste en el boliche- abro los ojos como plato, no tenía idea. -¿por que terminaron? Sabes que puedes contarme lo que sea- lo pienso unos segundos 
-lo sé, solo que no quiero aburrirte con mis cosas- digo 
-si no quieres contarmelo no lo hagas-
-él me ha sido infiel- confieso, Liam me mira preocupado -descuida estoy bien,  poco a poco lo voy a superando- 
-sabes que estoy para lo que necesites- habla sincero y yo sonrio ¿cómo no quererlo? ¡es mi hermano favorito! 
Al llegar al hotel me dirijo a mi habitación necesito un baño urgente. Alguien toca la puerta, se que se trata de mi hermano pero lo esperaba más tarde camino a abrir mientras seco mi cabello con una tohalla blanca 
-tenemos que salir- dice 
-¿a donde?- frunzo el entrecejo 
-es una sorpresa- me guiña el ojo
-espera me peine al menos- se sienta en el sofá y yo vuelvo al baño, después de arreglar mi cabello salimos. 
-es para ti- habla sonriente,  miro en todas las direcciones sin comprender -el auto que está frente a ti Emma- lo miro sin poder creerlo 
-¿estás jugando conmigo?- cuestiono 
-no, ya tienes dieciocho y es la manera adecuada que encontré para agradecerte que estés aqui- llevo las manos a mi boca ¡no puedo creerlo! Se conducir desde los quince años pero en Los Angeles no tenía uno propio, conducía el de él cuando me lo prestaba. 
-¿estoy alucinando?- mi hermano suelta una carcajada  me entrega la llave -conduce con cuidado o me veré obligado a esconderlas- advierte. Sabe que amo la velocidad pero no seré imprudente 
-descuida, prometo hacerlo muy despacio- sonrío, me abalanzó sobre él.
-¡gracias! Me encanta, te quiero- hablo rápido. 
-es un Ferrari California, cuídalo mucho- yo asiento, es color blanco. Debo probarlo cuanto antes, se me ocurre una idea mejor buscar a Leslie y llevarla conmigo. -¿no vas a probarlo?- inquiere confundido 
-claro, pero pienso invitar a Leslie- le informo 
-¡que rápido has hecho una amiga!- ironiza 
-ya ves, soy muy sociable además de encantadora- bromeo 
-espero no lo seas con ese tal John- espeta. Yo río ante sus palabras ¡que tontería! Con el no podría ser sociable mucho menos encantadora porque es un idiota y ni siquiera me mira. Subimos a nuestro piso y allí me despido de mi hermano, camino hacia la habitación de la castaña. Espero abra cuanto antes, la abertura se abre pero no la veo a ella sino a su primo y mi sonrisa desaparece al instante 
-se está bañando- informa serio 
-hola- digo socarroneando -esta bien, la espero- entro, aunque no me invita a hacerlo, eleva las cejas 
-¿disculpa?- inquiere
-si te disculpo- me siento en el sofá. Niega con la cabeza
-debes irte, ella tarda demasiado- espeta cabreado -vas a aburrirte, además no te invite a quedarte- lleva una de sus manos al cabello y lo alborota ¿nervioso engreído? Me pongo de pie y me acerco -¡tu no vas a decidir si me aburro o no!- lo desafio ¿algo menos tonto no podía decir? Regreso a mi lugar mientras me concentro en la tele hay un partido de futbol y decido verlo. En realidad John tiene el control remoto en su mano y no me atrevo a quitárselo. Respira con pesadez dejando ver su fastidio ante mi presencia pero debe soportarme. Suena en mi celular la canción de Beyonce Single Ladies. Espero unos segundos antes de responder sola para molestar a John ¡es divertido hacerlo! Me mira unos segundos con su ceño fruncido respondo es mi hermano 
-¿qué ocurre?- pregunto 
-solo saber si sigues viva- dice
-no exageres. Estoy bien descuida- si supiera que aún no probé el coche pero no se alegrará saber que estoy junto a su compañero. 
Despues de unos minutos comienzo a aburrirme ¿por qué tarda tanto? Me levanto dispuesta a caminar hasta el baño para saber si aún sigue con vida. 
-¿a donde vas?- pregunta molesto 
-a comprobar que este bien- respondo 
-¡te dije que tarda! La puerta de salida está alli- la señala como si no supiera dónde está. 
-no estoy aburrida- miento -me molesta tu presencia, pero es algo que puedo soportar- sonrio falsamente. 
-que bueno porque yo a ti no- replica con desdén, lo fulminó con la mirada
-idiota- musito, me mira con fastidio 
-¿en serio tardará más?- pregunto, asiente sin mirarme. 
-bien ganaste me voy pero necesito ...
-ya sabía que algo ibas a pedirme- me interrumpe 
-solo quiero un papel y un bolígrafo- respondo 
-el punto es que no quiero ayudarte más- no se cuanto tiempo más pueda comtrolar mi ira -ya me debes uno- pongo los ojos en blanco 
-¡eres detestable!- decido buscando yo misma lo que necesito, al encontrarlos anoto mi numero, doblo la hoja, me dirijo hacia donde está John y me paro delante de la pantalla, me observa con odio mientras sonrio triunfante al ganar toda su atención 
-entregale esto a Leslie- extiendo mi mano, él ni siquiera se mueve 
-dejalo ahi- señala con su mentón la pequeña mesa que decora el centro 
-no, solo tómalo y me largo- respondo, me mira con fastidio, respira con pesadez pero estira su mano coje el papel 
-gracias simpatico- socarroneo, camino hacia la puerta y sin voltear salgo de allí, sigo hacia el ascensor y decido dar una vuelta en el carro, ya podré probarlo con Leslie en otra ocasión



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En el texto hay: tristeza, amor, accidente

Editado: 24.05.2022

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