Mi amiga me demostro una vez más lo incondicional que es conmigo, John queria tiempo se lo di, si once días no son suficientes para él lo siento, para mi lo fueron.
-gracias, puedes pedirme lo que quieras.
-solo cuidate. - responde Sarah. Sonrio, la rubia se aleja. Camino hasta la escalera, empiezo a subir tan rápido como puedo; mi corazón late a gran velocidad. Me sujeto de la baranda y subo al balcon, solo espero tener suerte y que la ventana no este con seguro. La muevo lentamente y abre sonrio por eso, entro al cuarto veo que esta hecho un desastre, hay vidrios en todos lados, es como si paso un tsunami por aqui. Veo un retrato nuestro en el suelo lo tomo y un cristal corta mi dedo ¡auch!, comienza a sangrar. La puerta se abre levanto la mirada y veo entrar a John con una chica de unos treinta años cabello castaño claro, ojos color cafe, delgada alta; ambos me miran mis ojos se encuentran con los suyos
-regresa mañana- dice sin mirarla. La chica sale de alli dejandonos solos, deseo con todas mi fuerzas correr a abrazarlo pero se que me rechazara una vez más, él mira mi mano y frunce el ceño
-tranquilo no intente cortarme las venas, solo ha sido el dedo- digo
Sin responderme camina hasta el baño
-sientate- dice sentandose a los pies de su cama, sin decir nada lo hago, desinfecta la herida, luego me coloca una bandita, extraño tanto tocarlo, besarlo.
Se pone de pie y cierra la ventana
-¿que haces aqui Emma? - pregunta
-¿no es obvio? Quiero hablar contigo, tu no tienes interes en hacerlo pero yo ya no aguanto John, ¿por que me evitas?- me observa en silencio, quisiera leer sus pensamientos.
-tienes que irte.
-no me voy a ir- me acerco a él - y no se te ocurra llamar a Liam- lo desafio
-no tenemos nada de que hablar - responde
-¿hablas en serio? No respondes mis llamadas ni mensajes, me evitas, le pides a todos que me mantengan alejada de ti ¿y dices que no tienes nada que decir?
-te pedi un tiempo ¿no?
-no me voy a ir, te di espacio, si quieres que me vaya tendras que sacarme tu- finalizo, salgo del cuarto me dirijo a la cocina en busca de una bolsa y una escoba para ordenar su cuarto, subo con las cosas intento abrir la puerta y esta cerrada con llave, lo que me faltaba. Necesitas más que esto John para que me vaya. Llevo todo a su lugar nuevamente.
Me siento en el sofa del living, saco el celular y le escribo a Sarah avisandole que pasare la noche aqui. Me acuesto en posición fetal cierro los ojos, aunque en realidad se que no lograre dormir, me pongo de pie y camino hasta el baño; busco pastillas para dormir al encontrarlas coloco dos en mi mano, busco agua en la cocina. Regreso al sofa y me acuesto como estaba hasta que las pastillas hacen su efecto.
~ Narra John~
Le marco a Aaron para que me pase el número de la chica encargada de la limpieza en su casa, me urge alguien que ordene un poco. No suelo ser una persona desordenada pero en estos momentos mi animo no es el mejor para ocuparme yo mismo de eso. Al finalizar la llamada le marco a la chica, ella dice estar desocupada a las siete de la tarde.
Salgo de mi habitación y me dirijo al living, enciendo la tele dejo un partido de futbol aunque no presto atención. Suena el timbre, como es costumbre últimamente miro por la camara, veo a la chica. Abro y la hago pasar, le enseño la casa, al subir al segundo piso le indico que tiene prohibida la entrada a la habitacion de mi prima, por último le enseño mi cuarto, el cual esta hecho un desastre.
Abro la puerta y veo a Emma de pie.
-regresa mañana- le digo a la chica, ella se retira. Nos miramos a los ojos fijamente, miro su mano y veo que sangra frunzo mi entrecejo, busco el botiquin al baño, desinfecto la herida, luego coloco una curita. Deseo tanto abrazarla, pero esta culpa no me deja. No merezco ser feliz, si mi prima no está aqui. Tengo que alejar a Emma de mi vida cuanto antes. Ella quiere una explicación y no voy a dársela, se que no me entenderá. Todos podrán seguir con su vida en cambio yo no, le pido que se vaya de mi casa. Necesito perderme en la oscuridad, mi vida se ha vuelto asi.
Antes de salir del cuarto dice que no va a irse, que debo sacarla yo, ella sabe que no lo haré.
Cierro la puerta con llave, se que es terca; no se irá sin una explicación por eso evitare verla. Respiro con pesadez, debo seguir demostrando fortaleza antes los demás hacer como si no me duele , ahogándome en palabras mudas.
Otra noche en la que el sueño desaparece, decido tomar unas pastillas para dormir un poco, las busco en el baño y bajo a la cocina en busca de una botella de agua.
Veo a Emma en el sillón durmiendo, me acerco y noto que está temblando, camino hasta uno de los cuartos de visita y tomó una manta, regresó donde está y la cubro. Deseo acariciar su rostro, pero no quiero despertarla, busco la bebida y regresó a mi cuarto.
~Narra Emma~
Abro los ojos y noto que estoy tapada sonrió al saber que John fue quien lo hizo. Me quito la manta y camino hasta su cuarto, con miedo acerco mi mano hasta el pomo, lo muevo y para mi sorpresa la puerta abre, la dejo entreabierta y bajo a preparar el desayuno.
Al terminarlo subo nuevamente, empujó la puerta con mi trasero, él no está en la cama, miro hacia el baño y tampoco está allí, la ventana que da al balcón está abierta dejo la bandeja encima de la cama, camino en esa dirección y lo veo de espalda con sus manos en la baranda. Me acerco nerviosa, sin decir una palabra lo imito, Ambos miramos la nada, hasta que él rompe el silencio
-crei que te habias largado- sus palabras me lastiman, y no se si él no lo nota o es lo que quiere en realidad.
-no me voy a ir- respondo fría como él me ha hablado.
No responde, da la vuelta y entra, yo lo sigo antes de que cierre la ventana y me deje alli, el día apenas comienza y ya quiero que termine.
-prepare el desayuno- digo
-no tengo hambre- responde
-debes comer.
-no Emma, además lo preparas horrible- habla molesto. Siento un nudo en mi garganta, se que soy pésima en la cocina pero hago el intento por aprender. Sin decir una palabra tomó la bandeja y salgo de su habitación, llegó a la cocina y tiro todo lo que he preparado, empiezo a llorar como una tonta.
Salgo al patio trasero, me acerco a la gran alberca que se encuentra en el centro del mismo, me quito los tenis, camino en el borde.
-¿por qué nadie me quiere cerca? ¿por qué soy un estorbo? Ni siquiera mis padres me quieren, se la pasan viajando para no estar conmigo. En estos momentos necesito un consejo de mamá, pero ella no está para mi. Nunca lo ha estado, y ahora John me quiere sacar de su vida.- mis lágrimas empapan mi rostro y no hago el intento de limpiarlas. Me siento en el borde de la piscina, continuo llorando