No despiertes

Capítulo 4

 Me siento sola en la cafetería y veo a Zoe y a Adam hablando desde lejos, hace una semana que no les dirijo la palabra a ninguno de los dos, y aunque hayan querido hablar conmigo y les he ignorado, no debieron ocultarme lo que había pasado entre los dos.

Creo que si realmente ya no hubiera nada, no me lo hubieran ocultado no tendrían por qué, si no sintieran nada por el otro.

Se me acerca una chica de cabello oscuro, me sonríe y me ofrece una manzana.

- No gracias - le digo

- Te veo un poco decaída - me dice con sus ojos grandes y marrones

- Supongo que sí

Digo recordando que después de que hada me hablaras de lo que pasó con Zoe y con él me fui corriendo hacia mi casa.

- Soy nueva, me llamo Nayla - dice estirando su mano

Su mirada no me pasa desapercibida casi podría decir que es hipnótica.

- Yo soy ¿vieja? me llamo Abigail pero me dicen abi - digo aún concentrada en sus ojos.

Nos reímos ambas al comprender que no tuvo sentido decirme vieja.

- Oye, ¿ te gustaría salir hoy de compras? Necesito comprarle un regalo a mi padre ya que mañana es su cumpleaños y no conozco muchas tiendas aquí - dice con simpatía

- hoy es tu día de suerte estás con la mejor regaladora de todo Reino Unido - digo presumiendo de dotes que nunca he tenido

Me vendrá bien salir y despejarme un poco además todavía sigo necesitando ropa nueva.

- ¿Que tal al terminar las clases? - sugerió

- Si claro, nos encontramos en la salida, ¿de acuerdo? - digo levantándome ya que acabe mi comida

- Me parece bien, muchas gracias abi, por fin alguien quiere pasear conmigo, en este instituto son todos unos arrogantes, en Nueva Zelanda no son así - declaró

- Son todos unos imbéciles ni caso le hagas ¿ Eres de Nueva Zelanda? - le pregunto

- Si, llegue hace dos semanas y me cuesta adaptarme, Londres es muy bonito pero el ambiente es muy diferente

- Siempre he querido ir a Nueva Zelanda -  digo sonriendo

Me despido de ella ya que he terminado de comer.

Salgo de la cafetería y voy a mi taquilla a dejar algunos libros, me pesa mucho la mochila.

- Abi de verdad que quiero hablar contigo - suplica

Miro para atrás al reconocer la voz de Zoe.

- No hay nada que hablar, se supones que soy tu mejor amiga y ni si quiera me tuviste la suficiente confianza para decirme lo que había pasado entre ustedes dos -Sentencio y me voy.

Pensandolo bien, ahora relaciono la conversaciónes con Zoe sobre su primer amor, siempre me hablaba tan mal de él , nunca me dijo el nombre, aunque ya entiendo el por qué.

Entrando a clase veo a todos mirando, una compañera me señala la pizarra y veo un lo siento en la pizarra, miro hacia la izquierda y veo a Adam viniendo hacia mi.

- Abi siento mucho no haberte dicho nada -  dice intentando cogerme una mano pero inmediatamente me aparto

- Adam, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra - le espeto seria

- Abi, por favor - insiste

Los demás cuchichean a nuestro alrededor hasta que viene el profesor y nos sentamos, Durante toda la clase Adam no para de mirarme , pero yo lo ignoro, no entiendo por qué no respetan mi decisión de no hablarles.

Yo misma encontraré el momento para hablar con ambos, me extraña mucho que Zoe no sepa que soy así, cuando estoy muy enfadada o muy molesta siempre me tomo unos días para tranquilizarme, creo que cuando una persona está enfadada nunca va a hablar desde el alma realmente, siempre hablará desde el enfado y quiero ser objetiva respecto a este tema, ya que nos concierne a los tres.

La directora viene a decirnos que el profesor de sociología no vendrá, que al parecer se dio de baja
por lo que podremos irnos más temprano.

Al menos así podré aprovechar para adelantar trabajos y tareas, voy muy atrasada con eso, los dolores de cabeza que me han dado últimamente no me han dejado concentrarme completamente.

Algunos compañeros y yo decidimos ir a la biblioteca para adelantar algunas cosas de clase, y otros deciden irse para sus casas.

Estando en la biblioteca, me llega un recordatorio del calendario, hace un año Zoe y yo nos hicimos una foto en la playa, pensando que realmente el frío era psicológico, era una clase de experimento. 
Empiezo a ver fotos antiguas con Zoe, y me empieza a dar nostalgia, la verdad es que la echo mucho de menos, nunca habíamos estado tanto tiempo separadas, pero me siento traicionada.

Aunque pensándolo bien, eso fue hace años, podría ser que no me lo quisieran decir por miedo a hacerme daño, es una posibilidad, aunque, también está la posibilidad de que ellos dos sigan sintiendo algo uno por el otro y por ello no me lo hayan querido como se suele decir el primer amor nunca se olvida.

Antes de ir a la salida para encontrarme con Keyla, decido ir al baño, de camino al baño veo a Adam y a Zoe dándose un abrazo

Me quedo de piedra pero ellos no logran verme ya que están ocupado lanzando sus brazos al cuerpo del otro como.

Traidores.

Me sale una lágrima pero me limpio inmediatamente.

Me regreso a la salida y me encuentro a Nayla fumando, no sé veía de esas personas fumadoras, a primera vista me parecía las típicas chicas recatadas y finas.

- ¿Lista? - le pregunto

- Si, vamos, si te parece vamos en mi coche y ya después volvemos a por el tuyo - me dice apagando el cigarrillo..

- Me parece bien - digo confusa

¿No sería mejor que me siguiera con el coche?

Quizás querría presumir su coche, hay mucha gente así, por falta de pundonor.

Nos subimos al coche y le indiqué el camino hacia el centro comercial, es el mejor sitio si quiere comprarle un regalo.

Veo a Nayla y parece de origen marroquí, me parece tan exótico su habla, ojalá yo aprendiera la a hablar árabe.

Al llegar vamos directamente a una tienda llamada diamantes Moore, que es una joyería muy famosa ya que los more son una familia muy reconocida a nivel nacional.




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