꧁༺ 12. 𝓛𝓵𝓾𝓿𝓲𝓪 ༻꧂
KATE
Sigo sosteniendo mi mano con la suya mientras huimos de todo el revuelo que él había armado. Si sin entender como es que dio conmigo y como fue que hizo todo aquello, pero prefiero tragarme mis dudas. Mis pies van disminuyendo la velocidad y Braxton sujeta con mas firmeza mi mano. Meneo la cabeza a los lados cuando mis ojos van a nuestro agarre, por un instante siento las mejillas calientes y que mi pulso aumenta, y no es por el maratón que nos hemos aventado.
Tiro de mi mano con agresividad como si su tacto me quemara la piel, Braxton protesta ante mi acción, pero lo ignoro. He corrido tanto que ni siquiera sabia a donde era que iba, veo los altos muros que hay a ambos lados y las viejas escaleras de los edificios que eran en caso de incendios pudiera salir por ahí las personas que habitaban esas viejas habitaciones.
—Creo que nos hemos perdido —admito en vos baja para mi misma, pero en vez de que el chico que se encontraba a mi lado me reclamara por traer a un lugar desconocido, se pone enfrente de mí y me sonríe abiertamente. ¿Acaso no sabe lo que eso significa?—. Nos hemos perdido —repito, pero esta vez en un tono mas alto para asegurarme de que me escuchara correctamente.
—¿Y eso que importa? —mi cara se contrae por su poco interés en lo que sucedía—,mientras este a tu lado, todo esta perfecto.
Lo veo encogerse de hombros, pero el vuelco que ha dado mi corazón dentro de mi pecho no pasa desapercibido, me coloco una mano sobre el pecho para asegurarme de que eso haya sucedido realmente y no sea algo que he imaginado solo porque estoy en trance o probablemente este muy cerca de caer en el pánico.
—No lo estas entendiendo, estamos perdidos, no se en que lugar nos encontramos —señalo el callejón sin salida en que nos metí, me llevo las manos a la cabeza e inicio a revolotear el cabello perdiendo los estribillos. ¿Cómo pude ser tan despistada y no fijarme por donde iba?
—No es tu culpa, ambos cometimos el error y juntos lo solucionaremos —sus manos me toman de las muñecas alejando las manos de mi cabello hasta dejarlas a mi costado—. No puede ser tan malo, tranquila.
Doy un paso hacia atrás ante lo que mi cuerpo está sintiendo, esa extraña sensación de confianza cuando no la debería de sentir me inunda por completo. Frunzo el ceño sin entender por qué de repente ese sentimiento ha florecido nuevamente, no debería sentirme tranquila estando al lado de un chico que acabo de conocer hace muy poco, no se sus intenciones o incluso sus expresión son confusas.
Muevo la cabeza a la entrada del callejón, pero antes de que pudiera dar media vuelta para caminar, Braxton me vuelve a tomar por la muñeca y antes de que le preguntara que era lo que hacia o sus intenciones, pone su mano libre sobre mi frente, mis cejas se profundizan mas sin poder entender lo que intentaba hacer, pero unos segundos después, pequeñas gotas comenzaron a caer sobre nosotros. Echo la cabeza para atrás y unas cuantas caen sobre mi cabeza, regreso la mirada al chico que no le parecía molestar el agua que caía sobre su cuerpo.
—¿Cómo sabias que iba a llover? —Inquiero con curiosidad.
—Te lo dije la primera vez que nos vimos, lo se todo. —Pero a diferencia de aquella vez, que parecía orgulloso de ello, ahora lo decía de una manera completamente distinta como si no fuera un logra saberlo.
—¿Acaso eres un brujo o algo así?
Suelta una leve risa, su cuerpo estaba cada vez más empapado, pero antes de que pudiera responder, sus ojos se cierran con fuerza y veo su intento por cubrir sus oídos. Aun con la duda, me acerco tres pasos a él y me pongo de puntillas para cubrir sus oídos para después oír un estruendoso trueno, mientras que a mí me relajaba el sonido de los trueno o de la tormenta a él parecía disgustarle.
—Tranquilo —susurro, su cuerpo se estremece cuando otro trueno retumba sobre nosotros, y por primera vez le doy una sonrisa genuina.
—No quiero desaparecer, Kate —mis talones caen sobre el pavimento mojado y mis manos caen sobre sus hombros, no estoy segura de si es que estaba llorando o era la lluvia la que se deslizaba por sus mejillas levemente sonrojadas—. Me da miedo desaparecer —dice en un hilo de voz antes de volver a cerrar sus ojos con fuerza, me apresuro a colocar mis manos sobre sus oídos y otro trueno menos ruidoso retumba.
—No desaparecerás, es solo lluvia y nos cuantos truenos, nada te sucederá a menos que te caiga un rayo —intento bromear, y cuando creo que he metido la pata sus ojos se abren lentamente y sonríe.
—Los rayos son peligrosos —me sigue el juego, mis hombros se relajan y su mano que supuestamente me protegida de la lluvia se aleja, echo la cabeza para atrás y cierro mis ojos sintiendo las gruesas gotas empapar mi rostro—. ¡Corre!
—¿Qué?
Pero antes de que pudiera decir algo más, me toma de la mano entrelazando nuestros dedos y corremos a la entrada del callejón. Su cabeza va hacia mi de vez en cuando para verme, sujeto su mano con fuerza y me dejo guiar por él.
Probablemente terminemos más perdidos, pero cualquier lugar será mucho mejor que ese solido callejón.