Tengo miedo, pero ya no lo soporto más
Me siento muy vacía, jodidamente mal
Tocan a mi puerta, se que es mi padre
Por eso no respondo, después de unos segundos el pasa, me limpió rápidamente la lágrima que recorría mi mejilla, pues no quiero que se note lo obvio, que me lastiman —Hija...
—¿Ahora soy tu hija?— escuchó su suspiro, mientras me mantengo a la defensiva
—Siempre lo eres, te quiero y
—Basta padre, se que madre te mando, solo lo haces por compromiso— lo corto, sabiendo la verdad, una verdad que desgarra mi alma
Yo no lo miro, él no lo aguanta, jamás ha soportado la indiferencia de sus hijas —Ah- am, dime, ¿Que quieres? Lo que sea, lo que tu quieras, pídeme lo que sea
Quería un abrazo, quiero sentir que me quiere, quería que fuera conmigo como lo es con mi hermana, eso es lo único que quería, pero eso no se pide en voz alta, no a un padre— Nada, ahora no quiero nada
No me dice nada más, se va. Estoy sola, de nuevo, pocas veces dejo de estarlo
.
La carta de Kyle llega junto a unas hermosas flores, me pongo feliz por eso, corro a mi habitación y pongo la carta en el cajón y las flores en mi cama, noto también que las primeras flores siguen sin marchitarse, agradezco que ahora llegarán antes de desayunar, bajo deprisa, no hablo, pues sigo enojada, sin querer expresar lo desplazada que me siento
Para mi querida Yaiza A. Wytte
Vi estas flores y no pude evitar sentir que eran para ti así que no dude en comprarlas y enviartelas, espero que el cartero no las maltrate
Cada vez falta menos para vernos, cuento los días ansioso, pues deseo ver tus ojos una vez más
Con cariño: El chico de la manzana
Me sonrojo al leer la nota, nunca nadie se había emocionado por verme, ¿Porque Kyle si? No lo se, pero como me gustaba que fuese él
Trato de no pensarlo, si no de disfrutarlo, de disfrutar la sensación, hasta que se acabe, yo también espero demasiado verlo
Guardó la carta de nuevo, bajo a la cocina, buscando un tarro, para poner las primeras flores y que se sequen ahí sin maltratarse, siendo parte de mi, no las quería desechar
Pero me sorprendo al ver a Juddie y Royce en mi alcoba, esculcando, buscando, aventando mis cosas—¿Pues donde las pone? Si no las tira a la basura deben estar por aquí
—¿Que mierda hacen?— digo incrédula, dejando en mi mesa el tarro
Juddie agacha la mirada— Es- estábamos buscando mi- mi — Minimo ella trata de mentir, no se le dan porque suda hasta los nervios
—Estábamos buscando las cartas que te mandan
El odio que se alberga en mi interior ya es demasiado, palpita en mi interior, creo que me ahogó—¿Con qué derecho entran a mi cuarto y se ponen a buscar entré mis cosas?
Juddie corre a la puerta, pero mi hermana no se mueve, intenta seguir discutiendo conmigo pero no la dejo— ¡Ya déjame en paz!, respeta mi espacio, respeta mi privacidad, ¡No te quiero ver de nuevo en mi cuarto!
Me mira retadora, sin moverse, la furia de nuevo se alberga en mi cerebro y cuerpo, la tomó por el cabello, muy enojada, sin pensarlo, solo haciéndolo
Ella empieza a jadear del dolor, exigiendo que la suelte, cuando estamos afuera de mi cuarto la suelto y ella cae al piso
Mi prima corre a levantarla— ¡Dejen de meterse en mi maldita vida!
Este odio me hace querer llorar
Mi madre se me acerca, mi hermana le llora, yo tuerzo los ojos, veo a mi madre enojarse, como siempre se que estara de su lado—¡Yaiza!, No te voy a permitir que sigas tratando así a tu hermana
—Pues dile que deje de estar de chismosa, mira como dejo mi cuarto
—Esas no son maneras
Entonces empieza a regañarme, se que ella espera que le baje la mirada, pero no lo hago, sin esfuerzo, no permito que sus palabras y regaños entren en mi, mis ojos no se desvían de los suyos—¡No me respondas!
—¡Pues es que no me escuchas!
—¡Deja de responderme!
Es como si la sangre me hirviera por dentro, no es la primera vez que me siento así—¡Nunca me dejas-
Me callo solo porque mi madre me da una bofetada— Y vas a ver cuando tu papá llegue como te va, ya estoy muy harta de tus actitudes y tu padre igual
Me coloco la mano en la mejilla, pero la vuelvo a ver retadora, sin decirle nada, en cambio ella, pude ver como su semblante cambio, pude ver una pizca de miedo en sus ojos
Cosa que no me gusto, ya no me importo el dolor
Aun con la mano en la cara me doy la media vuelta y cierro la puerta de mi cuarto
Mi mejilla arde un poco, pero nada grave, así que me pongo a acomodar mis flores, me pierdo en imaginarme a Kyle una vez más comprando flores
Las primeras flores las colocó con cuidado en el tazón, tapandolo bien, ha pasando el tiempo muy rápido, hasta que escuchó la puerta, mi padre ha llegado
Mierda
Escucho como mi madre me acusa, rápidamente escondo el tazón debajo de mi cama y me levanto, mi padre entra muy enojado a mi habitación, sin parpadear me abofetea, del mismo lado donde lo hizo madre, con la diferencia de que me pega tan fuerte que me hace caer—No voy a dejar que andes de mano larga, ¡Con tu propia hermana! — veo que en la mano izquierda tiene una vara
Mi padre jamás se había atrevido a pegarme fuera de una cachetada
El primer golpe me lo da en la cara, mis lagrimas brotan por inercia así como mi grito, pidiendo que pare, pero no lo hace, siento el otro golpe en mi brazo, el tercero en la espalda
Hasta que ya no puedo más, se sintió como explotar, se sintió bien, se siente jodidamente bien—¡Basta!— gritó con desesperación, me libero por accidente
Pareciera que el grito empuja fuertemente a mi padre, tanto que sale volando la vara, el vaso y el florero explotaron, los pedazos de vidrio caen al piso
Canelita entra corriendo a mi habitación, oliendome, luego se coloca enfrente de mi y le ladra a mi padre