No en esta vida

Capítulo 41

Sigo guardando cosas, palabras y sentimientos

La carta que nunca envié:

Para mí querido chico de la manzana

Hasta nunca

Así empiezo, despidiéndome, pues no puedo seguir con esto, no puedo fingir que no te he conocido y que no te necesito, ya no puedo fingir que lo que te dije ese día no ocurrió

Pero tranquilo, sigue con tu vida, que según he escuchado va muy bien, me alegro de verdad

Si, cásate con esa chica, amala, amala cómo no me has amado y dicelo todos los días, cómo un favor para mi

Ojalá un día le cuentes sobre mi, dile que éramos amigos, aún que no se si algún día lo fuimos, pero no le digas que me gustaban tus ojos y tu sonrisa o que me enamore de ti, no, dile que compartimos libros y pensamientos

Hasta nunca, Kyle Coote

Con todo el amor y cariño que tengo para dar: Yaiza A. Wytte

Obviamente mientras la escribía en el pergamino caían mis lágrimas sin parar, al leerla, no sentí más que tristeza y odio, la hice cenizas a voluntad con mis manos

En la fiesta con los otros nobles no me quedo de otra más que ajustarme bien el corset, ponerme un lindo vestido que eligió mamá y sonreír

Pero al verme al espejo no hice más que odiarme

Odiaba a Kyle por volver, por haberme mandado esa carta, lo odiaba por hacer que me enamorara de él y luego dejarme

Odiaba a Daniel por haber pedido mi mano siendo el ser más despreciable que conocía

Y sobre todo, odiaba todo lo que se había convertido mi vida

Una chica de 19 años no debería odiar su vida

Después de un rato mamá entra a mi cuarto—Daniel ya llegó, hay que irnos

Trato de resignarme, pero el dolor en mi pecho me lo hace difícil—¿Qué sucede hija?, Y no me digas que nada, porque he tenido pesadillas contigo y aún no se que significan, habla conmigo

Yo río— Es gracioso que seas vidente pero no logres ver qué mi vida se volvió una miseria cuando le dijeron a Daniel que se podía casar conmigo— explotó— Es que no puedes ver qué arruinaron mi vida, no necesitas ser vidente, necesitabas escucharme todas esas veces que les dije que no deseaba casarme

Me levanto y salgo, la dejó ahí, se me hace raro que ella se quedará callada y quieta, esperaba que me gritara por ser grosera y hablarle mal

Llegamos al baile, con una sonrisa saludo a los que se me indica, saludo a lo lejos a Valery, quien está con su prometido, Gabriel

Veo llegar a Kyle con Carmen, también Daniel, el se acerca a mi y sostiene con fuerza mi brazo—Mas te vale que no se note que se te cae la baba por ese idiota, ¿Entendiste?

Me libero de su agarre, lo miro de mala manera

Entonces Kyle y Carmen se acercan, nosotros esbozamos una sonrisa—Hola Carmen, te ves muy linda— ella me regresa el cumplido— Él es mi futuro esposo, Daniel— ellos se saludan

Yo me agarró del brazo de Daniel—Oh Kyle, tanto tiempo sin verte, creíamos que nunca volverías— sus palabras son “cordiales” pero no suenan así, no es secreto que estos dos se tienen cierto odio mutuo, aún que fingen que no

—Y yo nunca creí que Yaiza quisiera casarse contigo

Daniel se pone serio—La vida da muchas vueltas, ¿No crees?, Al final yo sí me quedé, ven amor, vayamos con tu padre— Daniel me lleva con él

Mi padre y él empiezan a hablar, me veo en la obligación de bailar con mi prometido, haciendo mi mayor esfuerzo en sonreír y en evitar mirar a Kyle

Luego me junto con Juddie y Royce, ellas hablan mal de Carmen, preguntando cómo es posible que Kyle se fijará en ella, ciertamente ella no es fea, todo lo contrario, pero no digo nada, porque en mi también nacía el cierto rencor y aquellas comparaciones, queriendo saber qué tenía ella que yo no

*Ella no es una bruja que crea caos, ella es más bonita, ella no le miente a su prima, ella…*

—Yaiza— habla mi padre, se acercan a nosotras—Estuvimos hablando sobre ti, y aunque Daniel tiene razón en sus motivos para no querer que regreses a la universidad

—¿Q- que?, Pero padre, tu- tu querías, yo quiero regresar, solo llevo un año asistiendo y... por favor, no pueden quitarme eso

—Nada hija, esto es solo al principio, si regresaras, pero no este año, por ahora te concentras en ser buena esposa y yo te seguiré ayudando para que aprendas del negocio

La ira una vez más se apodera de mi, un par de copas revientas, derramando líquido por el suelo—Pero, por ahora, Daniel ha permitido que sigas leyendo y publicando libros

—En la biblioteca está repleta de libros nuevos, toma los que quieras, al fin que tendrás tiempo ya casada

Hago mi mayor esfuerzo para sonreír, asiento y salgo de la sala, ignorando el desastre de las copas me dirijo a la biblioteca

Llegó a la habitación, empiezo a agarrar libros y a hojearlos

—Hola, Yaiza

Ay dios no, ahora no—Hola, señor Coote— contestó con indiferencia

—¿Estás bien?

—¿Por qué no lo estaría?

—Sabes que conmigo no funciona, dime que pasa

Quería soltarme a llorar en su hombro y que me abrazara, pero quería hacerme la fuerte, ya no deseaba más que me viera débil, ya no le quería dar ese poder sobre mi—No me pasa nada, estoy ocupada por si no lo ha notado— sigo agarrando libros, haciendo una pila con los que más me llaman la atención y que no he leído

Me toma de los brazos, girándome, obligándome a verlo, observando con esos ojos claros que hacían que sintiera todo tipo de aves en el estómago, quería besarlo, quería regresar en el tiempo cuando me hacía sentir que solo éramos él y yo

—Kyle, suéltame, por favor— mi voz tiembla, mi corazón se agita, se hace un nudo en mi garganta y trato de que no se me cristalicen los ojos

Me obedece, pero aún me mira esperando más—Nunca respondiste—Él espera una respuesta, pero no digo nada—Yaiza, por favor



#3645 en Novela romántica
#812 en Fantasía

En el texto hay: romance, brujas, drama familiar

Editado: 02.02.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.