Sigo guardando cosas, palabras y sentimientos
La carta que nunca envié:
Para mí querido chico de la manzana
Hasta nunca
Así empiezo, despidiéndome, pues no puedo seguir con esto, no puedo fingir que no te he conocido y que no te necesito, ya no puedo fingir que lo que te dije ese día no ocurrió
Pero tranquilo, sigue con tu vida, que según he escuchado va muy bien, me alegro de verdad
Si, cásate con esa chica, amala, amala cómo no me has amado y dicelo todos los días, cómo un favor para mi
Ojalá un día le cuentes sobre mi, dile que éramos amigos, aún que no se si algún día lo fuimos, pero no le digas que me gustaban tus ojos y tu sonrisa o que me enamore de ti, no, dile que compartimos libros y pensamientos
Hasta nunca, Kyle Coote
Con todo el amor y cariño que tengo para dar: Yaiza A. Wytte
Obviamente mientras la escribía en el pergamino caían mis lágrimas sin parar, al leerla, no sentí más que tristeza y odio, la hice cenizas a voluntad con mis manos
En la fiesta con los otros nobles no me quedo de otra más que ajustarme bien el corset, ponerme un lindo vestido que eligió mamá y sonreír
Pero al verme al espejo no hice más que odiarme
Odiaba a Kyle por volver, por haberme mandado esa carta, lo odiaba por hacer que me enamorara de él y luego dejarme
Odiaba a Daniel por haber pedido mi mano siendo el ser más despreciable que conocía
Y sobre todo, odiaba todo lo que se había convertido mi vida
Una chica de 19 años no debería odiar su vida
Después de un rato mamá entra a mi cuarto—Daniel ya llegó, hay que irnos
Trato de resignarme, pero el dolor en mi pecho me lo hace difícil—¿Qué sucede hija?, Y no me digas que nada, porque he tenido pesadillas contigo y aún no se que significan, habla conmigo
Yo río— Es gracioso que seas vidente pero no logres ver qué mi vida se volvió una miseria cuando le dijeron a Daniel que se podía casar conmigo— explotó— Es que no puedes ver qué arruinaron mi vida, no necesitas ser vidente, necesitabas escucharme todas esas veces que les dije que no deseaba casarme
Me levanto y salgo, la dejó ahí, se me hace raro que ella se quedará callada y quieta, esperaba que me gritara por ser grosera y hablarle mal
Llegamos al baile, con una sonrisa saludo a los que se me indica, saludo a lo lejos a Valery, quien está con su prometido, Gabriel
Veo llegar a Kyle con Carmen, también Daniel, el se acerca a mi y sostiene con fuerza mi brazo—Mas te vale que no se note que se te cae la baba por ese idiota, ¿Entendiste?
Me libero de su agarre, lo miro de mala manera
Entonces Kyle y Carmen se acercan, nosotros esbozamos una sonrisa—Hola Carmen, te ves muy linda— ella me regresa el cumplido— Él es mi futuro esposo, Daniel— ellos se saludan
Yo me agarró del brazo de Daniel—Oh Kyle, tanto tiempo sin verte, creíamos que nunca volverías— sus palabras son “cordiales” pero no suenan así, no es secreto que estos dos se tienen cierto odio mutuo, aún que fingen que no
—Y yo nunca creí que Yaiza quisiera casarse contigo
Daniel se pone serio—La vida da muchas vueltas, ¿No crees?, Al final yo sí me quedé, ven amor, vayamos con tu padre— Daniel me lleva con él
Mi padre y él empiezan a hablar, me veo en la obligación de bailar con mi prometido, haciendo mi mayor esfuerzo en sonreír y en evitar mirar a Kyle
Luego me junto con Juddie y Royce, ellas hablan mal de Carmen, preguntando cómo es posible que Kyle se fijará en ella, ciertamente ella no es fea, todo lo contrario, pero no digo nada, porque en mi también nacía el cierto rencor y aquellas comparaciones, queriendo saber qué tenía ella que yo no
*Ella no es una bruja que crea caos, ella es más bonita, ella no le miente a su prima, ella…*
—Yaiza— habla mi padre, se acercan a nosotras—Estuvimos hablando sobre ti, y aunque Daniel tiene razón en sus motivos para no querer que regreses a la universidad
—¿Q- que?, Pero padre, tu- tu querías, yo quiero regresar, solo llevo un año asistiendo y... por favor, no pueden quitarme eso
—Nada hija, esto es solo al principio, si regresaras, pero no este año, por ahora te concentras en ser buena esposa y yo te seguiré ayudando para que aprendas del negocio
La ira una vez más se apodera de mi, un par de copas revientas, derramando líquido por el suelo—Pero, por ahora, Daniel ha permitido que sigas leyendo y publicando libros
—En la biblioteca está repleta de libros nuevos, toma los que quieras, al fin que tendrás tiempo ya casada
Hago mi mayor esfuerzo para sonreír, asiento y salgo de la sala, ignorando el desastre de las copas me dirijo a la biblioteca
Llegó a la habitación, empiezo a agarrar libros y a hojearlos
—Hola, Yaiza
Ay dios no, ahora no—Hola, señor Coote— contestó con indiferencia
—¿Estás bien?
—¿Por qué no lo estaría?
—Sabes que conmigo no funciona, dime que pasa
Quería soltarme a llorar en su hombro y que me abrazara, pero quería hacerme la fuerte, ya no deseaba más que me viera débil, ya no le quería dar ese poder sobre mi—No me pasa nada, estoy ocupada por si no lo ha notado— sigo agarrando libros, haciendo una pila con los que más me llaman la atención y que no he leído
Me toma de los brazos, girándome, obligándome a verlo, observando con esos ojos claros que hacían que sintiera todo tipo de aves en el estómago, quería besarlo, quería regresar en el tiempo cuando me hacía sentir que solo éramos él y yo
—Kyle, suéltame, por favor— mi voz tiembla, mi corazón se agita, se hace un nudo en mi garganta y trato de que no se me cristalicen los ojos
Me obedece, pero aún me mira esperando más—Nunca respondiste—Él espera una respuesta, pero no digo nada—Yaiza, por favor