La magia de la luna, haciéndote pensar en quien más ama, un pensamiento fugaz pero que se siente intensamente
Me levanto al verlo en el suelo—¿Estás loco?— preguntó alterada— Es el segundo piso —Miro por la ventana, curiosa de saber como lo hizo
Se levanta y se sacude, noto que trae una bolsa de terciopelo con él— Estoy bien— me comenta
—No me importa, si te ven aquí nos asesinan a ambos, así que vete por donde llegaste — señaló la ventana, pero no le importa
—No hasta que me escuches— cierra la ventana y las cortinas, luego atora la puerta. Me mantengo muy confundida, sin saber que hacer, incluso me pide que me siente y lo hago— Te quería dejar en paz, pero luego me di cuenta que piensas que no fue mutuo, pero te aseguro que siempre lo fue
Su insistencia hace latir con intensidad mi corazón
Abre su bolsa, me da una libreta y una pluma, son hermosos—¿Y esto?
—Aquel año donde estábamos juntos, ambos en la escuela, compartiendo risas, abrazos y viaje, yo supe que era tu cumpleaños y te compre eso como regalo, porque sabía que eras demasiado talentosa con tus poemas y obras, yo sabía que lograrías publicar tus libros, pero simplemente me dio miedo y no te lo dí, pero los conserve por si un día me llegaba el valor, no quería admitir que estaba enamorado de ti y por eso no dije nada, solo bese a otra chica porque creía que así me creería mi mentira, pero no me resulto mi plan
—Kyle... — me deja sin palabras, recuerdo aquel día a la perfección, recuerdo mi corazón roto
Lo veo sacar un libro, me lo entrega “Los hijos del capitan Grant” De Julio Verne— El primer año que me fui, un año sin verte, aun que siempre te pense en cuanto ese libro salio recorrí todo Francia e hice que ese escritor loco que tanto nos gusta lo firmara para ti, casi me arrestan por invadir propiedad privada, pero valia la pena porque es para ti y el señor Verne se apiado de este tonto enamorado— Lo abro y si, tiene una dedicatoria para “Yaiza A... Wytte” — Pero de nuevo, no tuve el valor, no quería seguir entrometiendose en tu vida
Me limpio la lagrima que se me escapó— Yo no sé qué— me interrumpe
Saca otra cosa de su bolsa, es un pequeño lienzo— Lo hice yo mismo, sé que el arte se me da horrible y tal vez esa pintura sea un crimen, pero lo hice, pinte a la luna solo porque te extrañaba demasiado, tu cumpleaños numero 19 y yo tuve el valor, pero luego Juddie me comentó que estabas viviendo en otro lugar por lo de la universidad y de nuevo, se me fue el valor, ¿Que pensarias de mi si de repente te llega algo mío y tu no me habías dado tu dirección?
—No se que decirte— confieso
—Aún no digas nada— Saca otros libros de su bolsa, por fin dejándola vacía, me los entrega y me doy cuenta que son los míos, los 5 libros que he publicado— Los leí todos, les hice anotaciones y yo... no te puedes imaginar mi emoción y orgullo cuando los veía en las bibliotecas, también guarde los periódicos donde salías
Se sienta enfrente de mí, me toma de las manos— Era mutuo, pero no entendía porque debíamos mantener lo nuestro en secreto, no entendía porque no podíamos interactuar enfrente de tu familia, llegue a pensar que te avergonzabas de mí, y cuando me enteré lo de Juddie entonces entendí que no podías hacerle eso, entendí que entonces yo no valía la pena para arriesgarte de esa manera
Me quedo paralizada ante sus palabras, pues entendí que yo le hice daño pero no lo note— No era eso, tu vales la pena pero yo tampoco tengo el valor
—¿Crees que ahora tengas el valor de amarme sobre tu familia?
Las lágrimas se sueltan y llenan mi rostro, niego — Tal vez en otra vida yo te pueda amar en voz alta y tu puedas amarme intensamente
Me limpia las lágrimas y niega— Yo en esta vida ya te amo, te amo tanto que deseaba mucho poder merecerte, porque sabía que en ese momento de mi vida yo era nada, solo un niño rico con un futuro asegurado pero te veía, llena de sueños, de metas e ilusiones, yo era nada alado de ti, no te merecería y me fui, luego comprendí que el amor a ti nunca se iría por eso me esforcé en mejorar y en encontrar algo que me gustará
Mi corazón admite que siempre le perteneció a él—¿Lo encontraste?— pregunto curiosa, con una sonrisa
—Al parecer me gusta enseñar, soy aprendiz de un maestro en una universidad de Francia, y ahora se que soy merecedor de ti
Y después de todas esas muestras de correspondencia, por mi mente resbaló la posibilidad de que si nos separamos por exceso de amor
Y me quede pensando y dudando— Eres el mayor idiota que he conocido, lo logré odiarte, te odio con cada pequeña parte de mi cuerpo, por qué lo que me hiciste fue tan horrible, pero odiarte me duele tanto, creo que ya no puedo hacerlo, y eso me hace enfurecer, tu me haces enfurecer— No lo dejo contestar pues me lanzo a besarlo
Nos besamos y me atrapó, de nuevo le entregué mi alma, pero a diferencia de lasa otras veces, él la recibió, fue el mejor beso de mi vida sin duda, revivieron aquellas aves que creía extintas
Deje de sentirme triste, deje de obligarme a sentir rencor, todo simplemente fluyó
Se quita la camisa y se coloca encima de mi — Aun tengo prometido— le recuerdo
Me quita el vestido— Ojalá pudiera ver como te hago mía— me responde y me excito mucho más
La ropa vuela, prendo unas velas, el deseo se respira, me vuelve a tocar, extrañaba su tacto
Me besa hasta el alma, vuelve a entrar en mi, vuelvo a jadear su nombre y él el mio, jamás olvide lo bien que se siente estar llena de placer
Llena de él
Hasta se me olvido que no podíamos estar juntos, aun así le dije que lo amaba
Sudamos, nos cansamos, jadeamos con fuerza, me gusto demasiado
Cuando terminamos, nos vestimos de nuevo— No te volverás a ir, ¿O si? —estoy dudosa, incluso temerosa
—No me iré si no es contigo— me da un beso en la frente—Mirame, Yaiza, te estoy eligiendo a ti entre todos los futuros posibles, en este vida y en cien más, en cualquier realidad, en cualquiera de los universos