Estaba prohibido, ambos lo sabían.
No debía verla como lo hacía, no debía pensarla como lo hacía... sin embargo evitarlo no podía.
Ella la flor que se abría a la vida, él el fruto maduro de experiencias vividas, diez años mayor, ella diez años menor.
¿Es que importa la edad? ¡Claro que no! Pensaban los dos. Pero sí que importaba que ella fuera alumna y él su profesor.
Día a día se veían, entre libros, lecciones y, sonrisas fugaces que aceleraban sus corazones.
Se anhelaban, se deseaban, se querían... no era correcto... y aún así se amaban en secreto.