No era correcto

Capitulo 2

Valentina fingió no notar la mirada iracunda del recién llegado sobre ella. " ¡ Oh dios! ¿Porque te diviertes a costa de mi?" Pensó con aire dramático.
Un sonoro carraspeo se escucho y el silencio se hizo por completo.— la cortesía me dicta que debo iniciar dándoles la bienvenida a la universidad autónoma de baja California, acompañada de una sonrisa y un buenos días.— dijo con voz alta, hostil y, clara.— como pueden ver— agrego señalandose con un gesto vago de una de sus manos.— no es un buen día para mí y, no estoy para cortesías.— gruñó.
Valentina trago saliva, rogando que la clase terminará por obra de magia. Trataba en vano de no mirar al molesto hombre que ella había insultado y, ensuciado desconociendo que era un profesor de aquella universidad.
—si que se ve molesto— cuchicheo  Ericka, Valentina fue incapaz de responder sabía de sobra que estaba molesto y, sabía también que ella era responsable de ello.
— Me han dicho que tengo ante mi, a las más competentes mentes que prometen ser los mejores arquitectos en los próximos años.—puntualizó alzando una ceja mostrando incredulidad a lo que el mismo  decia— bien— siseo con altivez.— veamos si es verdad.— nada más salir esas palabras todos los estudiantes frente a él se removieron incómodos en sus asientos.
"¡Por favor no a mí!" Insistió en súplica muda Valentina... Súplica que no fue escuchada.
—Usted— dijo él.
Al instante todos los estudiantes  giraron sus rostros a donde Valentina.
Ella trago saliva ruidosamente, sin atreverse a ver el rostro del furibundo profesor.
—¿Yo?— pregunto en un murmuró aterrado. Mirando de reojo como todos la observaban en ese momento algunos con pena otros con alivio de no ser ellos quienes fueran elegidos por el recién llegado maestro.
El soltó un resoplido impaciente y, en sus ojos negros brillo la superioridad que lo embargaba en ese momento.— si— confirmo y, valentina podría jurar que apretaba los labios para no sonreír " disfruta tu venganza pesado" pensó entrecerrando los ojos dándose valor solo un poco.
—explique la relación de la historia, la cultura y, el arte conlleva dentro de la arquitectura— ordenó cruzándose de brazos apoyándo la espalda contra el escritorio estirando las piernas mostrando que la estaba retando sin rodeos.
Valentina sabía de sobra la respuesta, solo que tener las miradas de todos sobre ella, más la mirada intensa de aquel molesto profesor no ayudo, en su lugar abrió la boca cual pez boqueando por respirar y no pudo decir palabra alguna.
El negó con fingida decepción.— como lo creí, estoy aquí entre niñatos que no tienen idea de el esfuerzo y trabajo arduo que les espera.— soltó con aires de grandeza, en ese instante Valentina lo odio.— ¿Sabe usted su nombre siquiera?— pregunto burlón, disfrutando su poder sobre ella.
Risitas se escucharon en el grupo ante el comentario del profesor y, valentina que tenía un carácter explosivo; revento.— lo tengo, me llamo Valentina Roa— respondió mirándolo directo a sus ojos negros, mostrándole que se sentía humillada y, herida.—¿ Usted tiene nombre?— pregunto apretando los dientes.— me gustaría saber el nombre del profesor que se tragara  sus palabras cuando me gradué de su clase con las notas más altas.— prometió y, su labio superior temblaba un poco de ira... Ver el aire de superioridad que Expedia aquel profesor tan soberbio le irritaba.
El sonrió arrogante, descruzo los brazos para retirarse las gafas de montura de diseñador, tomándose su tiempo en responder, disfrutando de lo que diría.— me temo que si no sabe ni mi nombre, entonces estoy en lo cierto.— la miro divertido sin rastro de ira, jamás le retaban y, por ende el jamás perdía.— haga el favor de salir de mi clase y volver cuando esté lo suficientemente preparada como para responder lo que se le pide.— ordenó dejando de recargarse en el escritorio.— y por supuesto cuando sepa el nombre del profesor que imparte la clase.— agrego sin disimular que disfrutaba lo que decía.
Valentina se puso en pie, sus mejillas se tiñeron de escarlata por la furia y, la humillación. Se dirigió a la puerta bajo la mirada de sus compañeros, conteniendo las lágrimas de furia que la embargaban en ese momento.
—¿ Alguno puede responder a lo que pedí?— lo escucho decir mientras abría la puerta para salir.
La voz de Ericka se escucho clara y, segura.— usted es el profesor Damián  Urreiztieta y la relación de la cultura y el arte con la arquitectura deriva de los diseños que han quedado impresos en las construcciones de civilizaciones antiguas—  Valentina cerro los ojos frustrada ella sabía eso, solo estaba demasiado nerviosa para responder.
Salio del aula escuchando la voz de aquel irritante hombre.
— exacto.— dijo él mirando de reojo salir a Valentina cabizbaja y derrotada.— el dia de hoy daremos claros ejemplos que mostraran que la cultura, al igual que el arte como parte de ella, son productos circunstanciales, cuyas características 
responden al lugar y al momento en el que se desarrollan, para lo que tomaremos como ejemplos los casos más representativos 
de la historia del mundo...
Conforme Valentina se alejaba murmura los ejemplos que sabía serían respuestas correctas a lo que su  profesor hablaba.— Ferdinand Cheval Palace,  el Templo del Pabellón de oro,  
La Gran Mezquita de Djenné, 
El Centro Pompidou en París.— dejo de murmurar respuestas deteniéndose de golpe.—¡Basta ya! Yo soy Valentina Roa y tendré un excelente día a pesar del desastre de inicio que he tenido.— afirmo para ella ganándose la mirada divertida de algunos estudiantes que iban a sus respectivas clases en el campus.
Sorbio aire llenándose los pulmones y vago por los pasillos, sin reparar en los demás estudiantes, centrada en leer sus respectivas clases y, el nombre del profesor que las impartía.
Era medio día cuando se dispuso a tomar algún alimento, se dirigió a la cafetería de la universidad topandose con elegantes mesas con lugares hasta para diez personas respectivamente, de color blanco y, pisos laminados.
Busco con su mirada a Ericka, algún rostro amistoso que le sonriera invitándola a arrimarse a su mesa... No lo encontró las miradas se cernían sobre ella solo para hacerle una mueca de desaprobación por la suciedad en la ropa que llevaba puesta. Así que dió pasos atrás y, salió terminó por vagar en los jardines verdes del campus para sentarse en una banca de herreria blanca bajo la sombra de un hermoso árbol de bugambilias. Ahí saco la manzana que había guardado en su mochila dispuesta a comerla solo que entonces  una voz familiar le llegó.
— no me interesa— dijo Damián a una chica frente a él.— si no va ha hablar de algo respecto a la materia que imparto, no me interesa oirla— añadió sin inmutarse al ver como la chica frente a él comenzaba a llorar cubriéndose el rostro con ambas manos,
" Si será cabrón" pensó ella  admirando a Damián ahí de espaldas a ella rechazando la confesión amorosa de una chica de los últimos grados. Lo observo a detalle sus hombros anchos bajo aquella camisa que no estaba tan pulcra como al iniciar el día, su cadera estrecha y sus potentes piernas envueltas bajo aquel pantalón negro. Lo veía a detenimiento cuando la chica negó repetidas veces con la cabeza para después huir, en ese instante él se giro topando directamente con sus ojos.
Lo vio fruncir el ceño y  caminar a ella.—¿ Así que huzmear es otro de sus talentos?— reprocho acercándose a ella con un gesto tan serio que Valentina miro a todos lados buscando alguna excusa para justificarse.
— yo...— dijo ella sin atinar a decir nada más, aquellos ojos negros la dejaban literalmente sin habla.— solo ...— cerro los ojos y trago saliva.— iba a comer algo— soltó al fin.
—¿ Afuera?— pregunto en respuesta sin disimular su incredulidad pues era un día nublado y lleno de humedad.
Ella trato de forzar una sonrisa pero falló en su lugar el observo una extraña y rígida mueca en su rostro. Pudo observar su cabello despeinado de color castaño, su piel color caramelo teñirse de rojo avergonzada y, sus ojos evadirlo. " Me teme" pensó. " Bien" agrego con aire de superioridad. Se disponía a marcharse sin intención de seguir frente a aquella desesperante chica...
Pero Valentina era incapaz de quedarse callada.— no tiene que ser tan insufrible. — refunfuño.
El clavo sus ojos negros en ella de nuevo, alzando una ceja con altivez.—¿Como ha dicho?— pregunto retandola a que lo repitiera de nuevo.
Ella levantó el rostro y, entonces Damián pudo ver sus ojos avellana bajo una espesas pestañas negras, las mejillas teñidas de rojo por la ira y sus  labios rosas temblando por la rabia que sentía.— tiene la fama de ser el más estricto y duro profesor, y su rostro lo confirma no es necesario que sea tan frío con los demas— soltó " mierda Valentina mantén la boca cerrada" se riño mentalmente pero una vez comenzaba a hablar no podia parar.— emite rayos de superioridad y egocentrismo pero ser un poco amable con los demás no le mataria, esa chica le estaba entregando su amor y usted ni siquiera tuvo la cortesía de escucharla.— musitó sin dejar de ver a los ojos negros de aquel profesor que la sacará de clases justo esa mañana.
El la miro con pena; cosa que Valentina odio.— no estaba interesado, es ridículo la fantasía tan cliché de una alumna enamorada de un profesor ¿Porque tendría que perder yo mi tiempo? Es ella la que idealizo ese romance imaginario, no le debo nada a menos que sea respecto a la clase que imparto.— respondió faltó de emoción.
— no le mataria ser un poco amistoso— refunfuño ella en respuesta.
Damián miro las ramas con flores rosas empapadas por la cálida lluvia de la mañana.— la amistad se gana, no se da como un saludo de cortesía.— respondió.
— no tiene muchos amigos ¿Cierto profesor?— pregunto sin pensarlo. Tratando de ver la reacción de Damián Solo para toparse con él mirándola con ojos entrecerrados a la vez que arqueaba una ceja en gesto de altivez.—¿Que hace aquí?— pregunto mirándola de arriba abajo de manera que dejaba ver que la desaprobaba totalmente.
Ella sonrió con disculpa— me disponía a comer...— comenzó a explicar de nuevo pero la voz severa de Damián la interrumpió.
— me refiero a que hace aquí, en esta institución claramente usted no está a la altura de esta carrera, pierde su tiempo no logrará pasar siquiera el primer semestre.— soltó con crueldad, sabiendo dentro de él que estaba siendo duro con aquella chiquilla ." Estaba huzmeando lo merece" se dijo para acallar la culpa.— es tan confiada, tan crédula será carne de cañón para los demás estudiantes.— agrego con fingido pesar.
Ella no supo que responder. Así que tomo su mochila se puso en pie y se fue sin decir nada más.
Damián la observo alejarse, para después ser conciente de una manzana olvidada en aquella banca, se sentó tomando la fruta en manos.— crédula, confiada y despistada.— dijo para sí pensando en sí aquella manzana era el postre del almuerzo de aquella chiquilla de boca audaz y respuestas sensibleras.
Por los caminos de piedra blanca que dibujaban el jardín de la facultad, una estudiante cubierta de suciedad maldecia y, gruñía furiosa dando grandes zancadas al avanzar.— no logrará pasar siquiera el primer semestre— repetía imitando la voz del profesor con aire infantil, temblando de furia.—¡ ese cabrón!— maldijo sin percatarse que hablaba en voz alta ganándose la mirada divertida de los demás estudiantes que se topaban con ella.—será carne de cañón para los demás estudiantes.— imitó de nuevo.— yo le mostraré que está equivocado— prometió furiosa.



#34217 en Novela romántica
#8100 en Joven Adulto

En el texto hay: amigos, desamor, romance

Editado: 07.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.