No era correcto

Capitulo 4

La noche caía sobre la calurosa ciudad de Mexicali.
Dentro de un edificio que servía de hogar de retiro a  ancianos y a  una joven que  se colocaba a prisa la pijama para dar por terminado el día. Valentina se lanzo al colchón de la cama individual donde dormía desde hace unos días al mudarse a la ciudad. De reojo vio el saco negro que el profesor Urreiztieta le había prestado para cubrir su desnudez.— al final no es tan malo.— murmuró.  el sonido de Shape of you una canción que ella adoraba sonó e inmediatamente se sentó para tomar su celular del buró al lado de su cama.
Sonrió al ver en la pantalla el nombre de quién le llamaba.—Walmart buenas noches.— respondió con aire travieso.
El silencio al otro lado de la línea le anunció que habían picado en su broma.
— lo lamento debí equivocarme al marcar.— se disculpó una mujer al otro lado de la línea.
Valentina soltó una risa musical  pensando en lo mucho que la echaba de menos.— estoy tomandote el pelo  mamá— respondió y escucho a su madre soltar dos palabras no propias de ella al ser víctima de su broma.
— no es gracioso valentina— la riño su madre.
Valentina juraría que si cerraba los ojos incluso podía verla con su gesto serio en modo reprimenda.—lo siento má.— respondió dejándose caer de espaldas en el colchón mirando al techo de su estrecha habitación.
Escucho el tintineo del hielo chocando contra cristal y sabía con certeza que su madre bebía té frío en el sillón rosa de la sala de su casa.—¿Cómo están tú y papá?— pregunto  mirando el techo tratando de no echarse a llorar porque había tenido un día duro y estar sola en la ciudad sin ellos no le ayudaba a sentirse mejor.
— tu padre está vuelto loco, quería llamarte cada par de horas, si no lo evitó no hubieras podido poner atención en clases.— respondió suspirando sonoramente.— ¿Qué tal tu primer día de universidad?— pregunto sin disimular su emoción. Pues Valentina era la primera dentro de la familia Roa en llegar a cursar una carrera.
Ella suspiro con pesar al escuchar la pregunta de su madre. " Me empaparon de lodo y aguas negras un tipo que insulte y además ensucie, que resultó ser mi profesor y en revancha me saco de clase, no logré hacer amigos y termine semidesnuda expuesta a medio campus por una novatada" pensó pero en su lugar dijo.— me ha ido de maravilla, los profesores son amables.— soltó pensando que no era del todo mentira porque fue el mismo profesor duro que la sacara de clase quien la rescatará de la humillación total aquel día.— conocí a tres chicas increíbles.— agrego escuchando reír a su madre de emoción. " ¡Vaya que lo son!" Pensó Valentina" tremendo trío de arpías" agrego resentida— es tal como soñamos que sería.— finalizó escuchando las risas alegres de su madre que ignoraba la pesadilla que ella había vivido tan solo en su primer día de clases.
— estamos orgullosos de ti, cariño, papá no deja de presumir a quien viene que estás en la universidad.— confesó en un susurro. 
Paso cerca de una hora pegada al teléfono hablando con su madre quien después le pasó a su padre; que le repetía una y otra vez cuan orgulloso estaba.
Al finalizar la llamada  se hizo una promesa.— comenzaré de cero mañana, haré amigos y seré la mejor en clases no defraudaré a mis padres.— se dijo  acomodándose de costado para dormir un poco, sus ojos se quedaron fijos en aquel saco negro que colgaba sobre el único perchero de su habitación. sonrió al pensar que dentro de todo lo malo había sucedido algo bueno... Había hecho sonreír al gruñón y estirado profesor Urreiztieta y eso era todo un triunfo.
Cuando la mañana llego valentina se puso en pie, con aire entusiasta.—¡hoy será un gran día!— dijo al peluche de Vegeta que la observaba con ojos de botón desde la ventana.
Se dió una ducha rápida, se vistió con unos jeans y una remera de algodón ligera, estaba segura que ese atuendo ayudaría mucho con el calor que hacia en aquella ciudad, se cepillo el cabello a prisa, para después tomar su vieja mochila, el saco del profesor para entregarlo ese día en cuanto tuviera oportunidad.
Abrió la puerta y se detuvo en seco, miro de reojo el pequeño refrigerador en una esquina, de dos pasos rápidos lo abrió para tomar una manzana.  Y entonces emprendió de nuevo la partida.
Esta vez el sol estaba en lo alto, la lluvia del día anterior sumada al calor llenaba todo de una humedad sofocante.— ¡clima de locos!— gruñó ella entrando a la universidad sin ningún percance.
Tal vez fuera que iba vestida mucho mejor que el día anterior porque incluso notaba que nadie la miraba con repulsión, aquello le lleno de seguridad adentrándose en la facultad con paso firme.
Se sorprendió al ver que la cantidad de estudiantes que llegaban temprano era sumamente alta, pero ella había ido temprano con una misión en mente. Dirigió sus pasos a través de los pasillos de mármol y las paredes de granito y cristal. Hasta dar con el aula de cierto profesor huraño.
— seguro no está.— se dijo así misma.— solo entra y déjalo.— se insistió apretando contra el pecho el saco doblado impecablemente entre sus brazos.— es demasiado temprano, seguro no ha llegado.— trato de convencerse.
  Abrió quedamente la puerta solo para quedarse paralizada al escuchar la voz severa de el profesor Urreiztieta.
—no me interesa.— dijo él.
Un resoplido femenino se escucho.— ¡Dami por favor!— suplico una vocecilla chillona.
Valentina trago saliva ruidosamente. Sin atinar a irse o entrar. " ¿Se le están declarando nuevamente?" Se preguntó.
—¡Por favor!¡Por favor!— suplico de nuevo la voz femenina con fingido tono infantil.
" Creo que mejor me voy" pensó Valentina dando un paso atrás, pero la puerta decidió que no estaba de acuerdo con su huida así que chirrio delatando su presencia. 
Al instante escucho los pasos firmes de el profesor acercándose, abriendo la puerta por completo para mirarla.— espiando de nuevo.— la acuso arqueando una ceja con desdén.
Ella frunció el ceño al escuchar la acusación.— ¡No espiaba!— se defendió tratando no desviar su mirada a los hombros anchos que resaltaban bajo la camisa celeste que cubría el torso de el hombre que la miraba con incredulidad.
Un sutil taconeo se escucho y Valentina pudo ver a quién acompañaba a su profesor. Una chica envuelta en un vestido estampado de flores, de rizos negros, piel acaramelada y ojos negros le veía con ternura.
— ¡deja de mirarla así Dami!— lo riño y Valentina arqueo las cejas al ver el tono despreocupado con el que aquella joven de su edad le hablaba al profesor — la asustas— agrego animándose a darle una palmada en el hombro a Damián que la miro con frialdad.
— ¡deja de llamarme Dami!— la corrigió él, frunciendo el ceño.— si no espiaba señorita Roa ¿entonces que hacía tras la puerta?— solicito sin suavizar el gesto duro en su rostro.
Valentina abrió la boca para explicarse pero una vez más aquellos ojos negros la dejaban sin palabras, abrió la boca boqueando como pez fuera del agua, miro a Damián y, a la chica a su lado una y otra vez y, solo atino a extender las manos con el saco en ellas en respuesta a su malhumorado maestro.
—¿Ese no es uno de tus sacos Dami?— pregunto con sorpresa acariciando uno de sus rizos oscuros a la vez que aguardaba la reacción del hombre a su lado.
Damián cerro los ojos frustrado.— no empieces con tus ideas de novela romántica Nuria.— respondió mirando como Valentina permanecía muda totalmente sonrojada.— la señorita Roa tuvo un percance y me vi en la necesidad de socorrerla prestándole el saco para que se cubriera.— explico.
Valentina asintió a lo que decía su profesor. — así es.— concordó a la explicación Dada.
Nuria hizo un mohín de decepción.— por un momento pensé que Dami ya había pescado novia.— soltó campantemente.
al oírla Valentina frunció el ceño sin comprender quien era aquella chica, Damián por su parte resopló frustrado.— estás loca— dijo él.— solo de verla puedes darte cuenta que es de tu edad Nuria, es una alumna nada más.— corrigió molesto quitándose las gafas de armazón de diseñador que llevaba puestas.
— morirás solo y pegado a tu escuela— respondió belirante Nuria haciendo reír a Valentina que callo al instante en que Damián le lanzará una mirada de advertencia.—y lo peor es que me condenas a morir sin sobrinos— reprocho con fingido dramatismo.
Damián puso los ojos en blanco ante la actuación de su hermana menor guardándose las gafas en el bolsillo delantero de la camisa. dió un paso acercándose a Valentina que sonreía divertida ante la presencia de Nuria.—Gracias por devolverlo— dijo él tomando la prenda de las manos de su alumna.  al hacerlo sus manos rozaron las de ella. Un cosquilleo hormigueo en él al sentir la piel suave de la chiquilla exasperante. La vio sonrojarse ante el inocente contacto y maldijo para sí. " No debí ayudarla". Pensó molesto de que quizá ella comenzará a ilusionarse al igual que otras estudiantes de la facultad.
"¡por dios! Valentina es solo un roce de manos, te han tomado de la mano antes, te han besado, deja de portarte como una chiquilla, es solo un profesor." Se riño mentalmente apartando la vista del hombre de camisa celeste.
—¡Ains!— chillo Nuria emocionada.— pero si se ha sonrojado es tan linda.— señalo acercándose a tomar la mano de valentina.— yo no tomo la clase de mi hermano por reglas de la universidad sobre las relaciones y esa mierda que tanto repite Damián.— explico Nuria sonriendo ampliamente.— pero espero que coincidamos en otras clases.— afirmo sin dejar de sonreír dejando apabullada a Valentina con su efervescente carácter.
Damián se alejó de ellas, dirigiéndose a guardar el saco en uno de los cajones de su escritorio.— la señorita Roa es de nuevo ingreso al igual que tú, así que es seguro que compartirán alguna clase.—respondio a las palabras de su hermana.
Cerro los ojos al escucharla dar un gritillo de emoción. Valentina también lo hizo. 
Nuria era alegre, toda emoción y sonrisas el lado contrario a su hermano mayor. Pensó Valentina al compararlos.
El profesor se dió la vuelta apoyándose contra su escritorio, cruzando los brazos observando a su hermana hacer migas con la chiquilla crédula que le desesperará tanto.— mi hermana está loca.— advirtió ganándose una mala mirada de su hermana menor.— sobre advertencia no hay engaño señorita Roa.— agrego mirando divertido como Valentina era sacada del aula por Nuria que trataba de averiguar qué clases compartían.
—¡ te esperamos a las siete!— escucho que Nuria gritaba al salir y el puso los ojos en blanco por la insistencia de ella, era terca y estaba seguro que no lo dejaría en paz hasta que cediera a lo que ella pedía.
Valentina no podía dejar de sonreír, Nuria tenía las mismas clases con ella, a excepción de la que impartía su hermano mayor.— es por las reglas de la universidad— soltó quitándole importancia nuria.— además mi hermano exige un alto promedio para que tomen su clase y yo no lo tengo.— agrego torciendo los labios un poco, no lo diría jamás en voz alta pero no estar a la altura de las exigencias de su hermano mayor mermaba un poco su autoestima.
Las horas pasaron de manera más amena para ambas.
Nuria  guió a Valentina  sujeta de un brazos mientras caminaban por los pasillos de mármol emocionada de tener una amiga.— es difícil hacer amigas cuando la mayoría se acerca a mi para poder estar cerca de Damián.— musitó mientras se dirigían a la cafetería al terminar  la cuarta hora de clase.— se llevan tremenda decepción cuando se enteran que el no vive en casa conmigo y dejan de hablarme a los días.— soltó con un apice de tristeza.
Valentina sonrió al escucharla.— bueno ese no será un problema conmigo.— respondió sincera.— tu hermano mayor no me agrada.— agrego haciendo gesto de escalofríos.
Nuria frunció el ceño al oírla.— mi hermano es un buen partido.— lo defendió.— si dejas de lado su mal carácter y sus aires de grandeza.— bromeo provocando la risa de Valentina.
Esta vez al entrar en cafetería Valentina sintió alivio, podría sentarse ahí, en compañía de alguien agradable. " Así debió ser mi primer día aquí" pensó safandose con suavidad del agarre de nuria.— buscaré dos lugares.— dijo señalando las mesas.
Nuria la miro sin comprender.— ¿Es que no piensas comprar nada para almorzar?— pregunto confundida.
Miro a Valentina agachar la cara y, mirar a otro lado.— yo he traído algo para almorzar.— respondió encogiéndose de hombros. Para alejarse en busca de dos lugares donde comer en compañía de su nueva amiga.
En un rincón de cafetería sus ojos toparon con una mesa prácticamente sola, llamándola, como si aguardará por ella. Así que dirigió sus pasos a ahí  y tomo asiento para poder sacar la manzana de su mochila.
Se disponía darle la primer mordida cuando Nuria le dió alcance.— el postre es al final.— la riño al ver que pensaba comer una fruta.
Valentina esbozo una sonrisa incómoda dispuesta a explicar que aquella fruta sería su almuerzo. Solo que entonces Nuria se sentó a su lado, de su charola de alimentos saco un emparedado poniéndolo frente a Valentina.
— son de jamón.— dijo fingiendo que no veía a la chica a su lado.— no me dijiste de que preferías tu emparedado así que traje mi favorito.— explico comenzando a dividir los alimentos que había comprado.
Fue entonces y solo entonces, cuando Valentina se dió cuenta de que Nuria había comprado dos piezas de cada alimento, dos emparedados, dos refrescos y, dos gelatinas. Pensó en negarse por que era orgullosa. Pero como si Nuria le adivinara el pensamiento hablo antes que ella.— no me cobran los alimentos es beneficio de ser la hermana de él más respetado profesor de esta facultad.— le informo para después darle un bocado enorme al emparedado que sostenía en manos.
Valentina dudo un momento, pero su estómago rugió al oler el Jamón y el pan tostado.— gracias — susurro para comer en silencio al lado de su nueva amiga.
Comían en tranquilidad, Nuria hablaba y Valentina la escuchaba divertida. " Habla hasta por los codos" pensó mientras reía de la anécdota que Nuria le contaba.
—están desocupados los demás asientos. ¿cierto?— afirmó una voz femenina familiar a oídos de Valentina.
Nuria respondió sin ver .— adelante pueden tomarlos.— accedió para seguir hablando de la vez en que Damián había tratado de enseñarla a conducir.— te juro que estaba cagado de miedo el exagerado.— soltó entre risas, dejando de reír al ver que Valentina no reía.
—¡ Veo que hoy si  llevas ropa!— soltó burlona Ericka que había tomado asiento en la mesa donde Valentina se encontraba.
Sus dos amigas rieron su gracia.
— te veías mejor con fango.— siseo con malicia y las risillas de sus compinches le hicieron eco.
Nuria veía a Valentina callar y a las tres chicas reír sin entender de qué iba todo.
—no les hice nada, ¿porque hacerme eso a mí?— preguntó entre dientes Valentina. Sentía la cara arderle de vergüenza y se sentía humillada.
Katia y Susana observaron intrigadas a su amiga, que parecía pensar mientras se frotaba la barbilla.— pues pasaste frente a mi, cubierta de mugre.— respondió mirando con asco a valentina.— no conforme con eso entraste a la misma clase que yo y te sentaste a mi lado.— gruñó para reír  seguida de sus amigas.
Valentina sintió un nudo en la garganta lágrimas de rabia por ser tratada de aquella forma tan vil.
— eres tan superficial y hueca.— respondió molesta Nuria frunciendo el ceño y retando a Ericka con la mirada.
La rubia arqueo las cejas sorprendida por ser confrontada, después se relamio el labio inferior saboreando lo que diría.— pero si es la hermanita del profesor Urreiztieta, dicen que ni el mismo la quiere en su clase por lo retrasada que es.— se burló y al hacerlo sus amigas soltaron risas burlonas una vez más.
Valentina las escucho reír, pero también escucho a Nuria callar y sollozar por las palabras recibidas. " Esa maldita" pensó. Sintiendo que le temblaban las manos de rabia. " Una maldita abusona es lo que es" le dijo su conciencia.
La rabia fue tanta que no supo como llegó a ello, de pronto sus manos temblorosas tenían la manzana en manos, aquella fruta que un segundo atrás estuviera sobre la mesa. Acto seguido Valentina lanzó la manzana dándole de lleno en el rostro a Ericka haciéndola caer de la silla de manera chusca. 
Lo demás sucedió a cámara lenta el silencio se hizo en la cafetería, solo se escuchaban los lloriqueos de Ericka que era socorrida por sus dos compinches. Nuria soltando una risa divertida por la acción de su nueva amiga.  Valentina temblando al recordar que ella estaba en aquella universidad becada... y una acción tan violenta como la que acababa de realizar podía costarle su beca.



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En el texto hay: amigos, desamor, romance

Editado: 07.04.2021

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