No era correcto

Capitulo 18

Dos semanas, habían transcurrido dos semanas en que ella ha pesar de participar en clase jamas le veía a los ojos, su ausencia aunque no era física  dolía mas, pues la veía sabiendo que debía alejarse. su distanciamiento pese a que era lo correcto le causaba daño, sus alumnos pagaban caro la atracción prohibida que sentía y trataba de extinguir sin éxito siendo ellos quienes sufrian de su mal carácter y tareas casi imposibles.  Había tratado de tener dos citas con la misma chica una mujer de su edad, de modales finos, curvas perfectas e incapaz de hablar sin pensar; Leticia.
Después de sus citas Damián terminaba aburrido deseoso de volver a casa lo mas pronto posible, no es que Leticia no fuera bonita, no es que no fuera agradable simplemente no era ella, no era Valentina. trato de señalarle la belleza de algunos edificios en sus intentos de cita y ella solo asentía, mostrándose interesada en sus palabras. Era inevitable compararla con Valentina aquella vez que viajo con ella y él señalo los edificios y ella le seguía el ritmo señalando detalles que habían escapado a sus ojos. A veces le parecía a Damián que Leticia pensaba demasiado las cosas antes de animarse a decirlas, algo que era sensato pero prefería sin duda la espontaneidad de la chiquilla bocazas. La clase de aquel viernes terminaba, de reojo pudo ver como sus alumnos de ponían en pie para marcharse, los escuchó gruñir su enfado por el pesado proyecto que él había dejado arruinando el fin de semana de muchos de ellos. Hubiera puesto los ojos en blanco por su ridícula reacción pero no lo hizo, no podía, no cuando una vez mas veía a Valentina salir al lado de Carlos.
Un destello de rabia perturbo su impasible gesto, como odiaba a ese chico, Gomez con su sonrisa idiota, sus ojos de sapo, su cara de troll, siempre llevando rosas para Valentina, diariamente cumplía con ese detalle tan ridículo, lo sabia por Nuria y porque aunque lo negara mas de una vez él los había visto. — estupido  Gomez— gruño entre dientes, sin reparar en que lo decía un poco mas alto de lo que deseaba.
Al oír su nombre el muchacho se detuvo, girándose para ver a su profesor. ¿ había escuchado un insulto antes de su nombre? No no podía ser, seguro escucho mal.— ¿ me ha llamado, profesor?— pregunto dudoso, a su lado Valentina miraba deseosa la puerta, las horas de la clase de Damián eran su tormento, verlo sin poder tocarlo, sin permitirse admirarlo tanto como quisiera era un martirio.
— en realidad, me gustaría conversar unos minutos con usted— soltó de pronto, girándose a verlo, recargándose en su escritorio estirando sus largas y fuertes piernas. "¿ de que mierda voy a hablarle?" pensó irritado, había dicho eso solo para impedir que siguiera al lado de ella.
Carlos fruncio el ceño, sus últimos trabajos escolares no habían estado al cien por ciento  bien, pero era porque Valentina ocupaba sus pensamientos haciéndolo distraerse. Torció los labios creyendo saber lo que el profesor tenia pensado decirle.— claro profesor.— accedió a la petición de Damián, no sin antes girarse a Valentina con una sonrisa de disculpa en sus labios.— lamento no poder acompañarte hoy a casa— se lamento, porque a pesar de su resistencia y negativas él había logrado acompañarla día a día de regreso hasta la puerta de su hogar.— ¿ te veo en la tarde?— pregunto queriendo confirmar el plan que tenían.
Ella asintió sin hablar, girándose para salir a prisa de aquel lugar. 
¿ te veo en la tarde? ¿ pero que mierda significaba eso?¿ es que acaso ellos estaban saliendo? Nuria no se lo había mencionado, no podía ser, toda su indiferencia se fue al carajo ante aquella pregunta, verla asentir le clavo un aguijonazo en el pecho. Trato de pensar en que era mejor, debía ser lo mejor para ambos, sin embargo dolía, tanto que no se percato de que Gomez  hablaba frente a él.
—¿ se siente bien, profesor?— pregunto el muchacho con la frente perlada en sudor.
Damián carraspeo, odiándolo a él, odiandose también, odiándola a ella. Odiando todo lo que implicaba alejarse, verla sin tenerla, sin aspirar siquiera a luchar por su amor, no podía, no debía era su alumna, era menor, era prohibida.— acabó de recordar que tengo un compromiso, hablaremos luego— respondió con altivez, dejando a Carlos  sin entender que sucedía. 
***
Valentina llego a su minúsculo departamento, en sus manos llevaba una rosa, la misma flor que se había vuelto según Carlos el símbolo de que ganaría su amor. — tal vez deba darle una oportunidad— se dijo aventandose en el colchón de su cama cayendo en el meciendo la cama un par de veces ante su peso, se quedo mirando el techo sin pensamiento alguno, simplemente la imagen de unos ojos negros que ella anhelaba y sabia que eran prohibidos, al menos para ella, era su profesor. Se recordó dejando salir un suspiro de pesar.
Las horas se le fueron,  de pronto sucumbió en un sueño, se veía en el aula de clases y, Damián mirándola con sus ojos negros cargados de ternura.
— valentina— dijo él y ella lloro de dicha al escuchar su propio nombre salir de aquellos labios que echaba de menos.— no puedo estar lejos de ti— susurro llegando a ella, envolviéndola entre sus brazos y ella refugiándose en su pecho. —  pero debo dejarte ir.
Solo decir esas palabras él desaparecía, valentina corría mirando a todos lados pero Damián no estaba, se había ido, la había dejado, lo había perdido aún más de lo que ya lo había perdido antes de si quiera tenerlo. Jadeo al despertar dándose cuenta que lloraba, aquel amor la estaba consumiendo, Damián la estaba acabando." no puedo dejarme vencer" pensó poniéndose en pie desorientada por la falta de luz, anochecia y ella tenia una cita—voy a olvidarlo— prometió encendiendo la luz de la habitación solo para ver que se le había hecho tarde, comenzó a correr de aquí para allá en busca de ropa limpia para entrar a darse una ducha a prisa y estar lista para cuando Carlos llegara a por ella.
***
Nuria miro a su hermano, sentado en el sillón de su sala, centrado en un libro fingiendo ignorarla.
— es aburrido visitarte— se quejo, dejándose caer en el sofá de al lado. Dejando vagar sus ojos por aquella casa que Damián había decorado a su gusto.
El arqueo una ceja sin mirarla, siguió leyendo pero contesto de mala gana.— no te invite a venir.— le recordó, esperando el drama que su hermana menor haría por aquella respuesta.
Ella resopló, recostándose en el sofá subiendo los pies con zapatillas incluidas solo para molestarlo.— es viernes en la noche, estoy aburrida.— respondió con fastidio, aunque en el fondo sabia que podía hacer mejores cosas que estar ahí, molestando a su hermano mayor.
Sin verla Damián sabia lo que su hermana había hecho, la conocía tan bien.— baja los pies, no estas en tu casa.— la riño, trato de centrarse de nuevo en lo que leía, aunque llevaba leyendo la misma linea varias veces, aquella pregunta la afirmación de Valentina no le permitían centrarse.— porque no vas a donde tus amigos.— soltó deseando que Nuria lo hiciera y así impidiera que estuvieran solos.
Necesito de todo su esfuerzo para no reír por su victoria. Había ido a casa de Damián con una misión, puede que Valentina y él se estuvieran evitando eso era mas que evidente para ella, no obstante Nuria no se los pondría fácil, aunque lo lamentaba por Carlos, pero ella estaba segura que su amiga no seria feliz con él.— no puedo ir con ellos, al menos no hoy.— su voz sonó apesadumbrada, no dijo mas tratando de picar la curiosidad de su hermano, necesitaba que preguntara, que lo hiciera para confirmarle que seguía teniendo interés en valentina.
El arqueo una ceja, dejando de leer, viro su atención a su hermana que seguía con los pies encima del sofá.—¿ porque no puedes ir con ellos?—pregunto.— los has hartado ya con tus locuras— se burlo en broma solo para molestarla.
Ella se sentó de golpe con todo el dramatismo del que era capaz.— no puedo hacer mal tercio, Carlos le pedirá a Valu que sean novios hoy, así que necesitan privacidad— solo salir aquella oración de su boca Nuria pudo apreciar como el rostro de su hermano desencajaba de sorpresa para después tensar la mandíbula con rabia.—al final creo que Valu no sera mi cuñada, Carlos no es un mal chico.— agrego disfrutando los celos que emanaban de su hermano mayor.
Gomez tendría una cita romántica con Valentina, claro que la tendrían, el muy astuto no perdía su tiempo, era un seductor navegando con cara de tímido, pensaba  Damián con rabia, nublado de celos sin juicio alguno.
Nuria sonrió triunfal, estaba apunto de decir el discurso que tenia memorizado para su hermano mayor, sobre que debía ir a por lo que quería sin importar nada mas pero no pudo decir palabra alguna, jamas espero ver a Damián ponerse en pie de golpe, con el rostro iracundo para ir a la puerta y salir sin que ella pudiera decirle mas nada.¿ a donde va? Se pregunto Nuria, con valentina no podía ser porque ella no había dicho a donde seria la cita de sus amigos.
****
El lugar al que Carlos la había llevado a cenar era demasiado elegante, restaurant  Palomar se leía en la entrada, de paredes de cristal y columnas de ladrillo rojo, del techo pendían candelabros con velas, era un lugar precioso, sin embargo ella no encajaba no con sus jeans sencillos, su polera blanca y su cabello peinado solo en media coleta. 
— cuando dijiste que saldríamos a cenar me imagine que iríamos por tacos.— susurro abochornada por las miradas de los comensales sobre ella.
Carlos sonrió con orgullo, tomándola de la mano, notando como ella esta vez no se resistía.— vamos a cenar aquí.— la animo, sin decir que había tenido que vender sus preciados videojuegos para costear aquella cita.
El mesero los llevo a una mesa en un rincón, alejándolos de la vista de los demás, cosa que a Carlos no le desagrado tendría privacidad podría decirle lo que sentía sin pena de ser escuchado por alguien mas. 
— puede traernos su vino mas caro.— pidió alardeando. El mesero disimulo su incredulidad pero acato la orden.
Valentina quiso decirle que ella no bebería, pero Carlos parecía tan animado, tan entusiasmado que no fue capaz.— ya viste los precios— pregunto en un susurro preocupado.
Él soltó una risa fanfarrona, haciendo un ademán restándole importancia.— puedo pagar lo que sea de esa carta.— soltó presuntuoso, deseaba con toda su alma impresionarla. Sin saber que estaba logrando lo contrario.
Aun con lo dicho por Carlos, ella decidió buscar los platillos mas baratos del menú, cuando el mesero volvió y ella pidió, para su asombro, Carlos elimino su orden pidiendo en su lugar los platillos mas caros.—  puedo pagarlos. — afirmó sonriendo fanfarrón. Tenia que darle lo mejor era su oportunidad no podía perderla, era el momento, le había costado conseguir que ella accediera a salir con él.
Ella fruncio el ceño, aquel chico frente a sus ojos no era Carlos. — creo que esto es un error.— señalo molesta con él por su actitud.
El sonrió nervioso.— pero si vamos llegando como para que pienses así.— alego sin ceder a que ella se fuera sin mas.— por favor cena conmigo, dame la oportunidad— insistió atreviéndose a tomar sus manos por encima de la mesa.
—vamos llegando y ya has decidido por mi lo que debo o no comer.— se quejo con fastidio.
— es que estoy tan nervioso—  se disculpo sin soltar sus manos.— solo quiero impresionarte— se sincero tragando saliva ruidosamente. — me gustas mucho.— agrego viendo como el rostro de la chica castaña frente a el se suavizaba pasando del enojo a la sorpresa.— se que ya te lo he dicho antes, que prometí ganarme tu cariño, pero si me dieras una oportunidad, si dijeras si a ser mi novia, tener algo mas que una amistad conmigo yo podría hacerte feliz.—suplico y en sus ojos brillaba la sinceridad y el amor que sentía por ella.
No era consciente que había dejado de respirar, de repente el contacto de las manos de Carlos le incomodo así que aparato sus manos para abrazarse así misma, fijando su atención en el centro de mesa de aquel elegante restaurant.— yo no se que decir.— murmuro aunque todo dentro de ella le gritaba que dijera no, su corazón latía repitiendo un solo nombre que ella decidió ignorar, elevo la vista mirando a Carlos, quizá solo quizá pensó deseando dejar de sufrir por su profesor.
— di que si— insistió él sudando de nervios.— por favor Valentina di que si.— pidió sin tartamudear.
Y fue eso, escuchar su nombre de labios de Carlos lo que la llevo a decir su respuesta.— no puedo. —  no podía no cuando él no provocaba aquella chispa en ella al escuchar su nombre en sus labios.— estoy enamorada de otra persona.— se sincero sin querer hacerle daño.
Carlos sonrió tragando sus lágrimas por el rechazo, el mesero volvía con su orden.— cenemos entonces— sugirió tratando de mostrarse fuerte, sintiéndose tonto, queriendo alejarse con su corazón roto.
Ella negó sutilmente poniéndose en pie.— perdoname— rogó, podía ver en Carlos el mismo dolor que ella padecía. ¿ como podía ser capaz de herir a alguien del mismo modo en que ella sufría.?¿ porque simplemente no decía si? Sus ojos se nublaron y se giro para salir de allí.
—¡Valentina!— la llamo Carlos queriendo ir tras de ella, solo que el mesero se lo impidió pues había pedido platillos costosos que debía pagar aunque no los comiera.
***
¿ cuantas horas llevaba en aquel lugar? No lo sabia, así como no sabia donde encontrarla, la perdía, la perdía y no quería.
****
¿ cuantas horas camino sin rumbo? No lo sabia, solo supo que sus pies vagaron tratando de escapar de lo que sentía, su amor prohibido la estaba extinguiendo y pese a eso no podía ni quería olvidarlo.
Reconocía la calle por la que caminaba, la misma que daba a su casa, en minutos podría entrar y echarse a llorar en su cama a pesar de haber prometido que ya no lloraría por él.
—¡dime que dijiste no!— exigió una voz justo a sus espaldas, cuando ella se encontraba frente al portón de su edificio.
Se giro a donde la voz, pensando que desvariaba sin reparar en la pregunta... No obstante ahí estaba él. Saliendo de su auto estacionado frente a su edificio. ¿ acaso la estaba esperando?— profesor—  musitó sin comprender.
Damián no podía mas, salio del auto donde había permanecido esperándola, ni siquiera había reparado en que volvía sola, estaba demasiado angustiado, demasiado celoso, demasiado cansado de alejarse.— ¡dime que no eres la novia de Gomez!— demando lleno de furia, con el ceño fruncido. Su reclamo mermo lo poco que quedaba de paciencia y calma en Valentina que se planto haciéndole frente.
— si soy o no novia de Carlos a usted no le concierne— estaba tan enfadada con ella misma que trato de desquitarse con Damián, después de todo él era el responsable de que ella no correspondiera a Carlos.— no era eso el acuerdo que yo lo olvidara, que debíamos alejarnos.— sus ojos se rebasaron en lágrimas y el llanto escapo de sus ojos surcando sus mejillas—  cumplo mi palabra, trato de olvidarlo profesor Urreiztieta — sollozo y sus ojos se abrieron de sorpresa cuando el se abalanzo sobre ella, la tomo entre sus brazos... Y la beso.
Aquel beso sellaba el fin de su acuerdo, no mas distancia, no mas negación.— no vuelvas a decir que me olvidarás.— pidió sobre sus labios Damián.
Valentina soltó un suspiro, cerro los ojos, correspondió el beso aferrándose a el por el cuello, temiendo que él desapareciera como en su sueño, cuando sintió la tibieza húmeda de los ojos de Damián mezclarse con sus lágrimas supo que él lloraba, sufría y dolía de la misma forma para él, se amaban no había marcha atrás... Estaba prohibido pero era su realidad.



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En el texto hay: amigos, desamor, romance

Editado: 07.04.2021

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