No era tan Fácil. (harco)

III

Porque nadie les dijo que cuando terminara la guerra, dos opuestos de un igual, quedarían tan rotos que solo el otro sería lo que necesitaban, fue que ellos lo tuvieron que solucionar.

Porque nadie les dijo que la única forma de salir adelante era perdonar y olvidar, que para olvidar hay que querer y para querer hay que aceptar, tuvieron que aprenderse a amar.

Y allí es donde comienza esta historia. Donde dos personas aprenden mutuamente uno del otro -al tiempo que descubren que algo que una vez se rompe, ya no vuelve a ser lo mismo- que con los pedazos de dos vidas rotas, se puede forjar una nueva, que poder amar algo que la muerte toco, es el verdadero paraíso y tan corrosivo como la felicidad.

Porque nadie les dijo que el perdón era la llave del dolor y que el amor no siempre es entendido, porque cuando Harry pensó que nada podía ser más fácil, Draco le recordó que nada era tan simple y que un Mortífago arrepentido, era como un Fénix extinto, fue que Harry le demostró que mientras el poder bailara al compás del más fuerte, el Elegido volvería a triunfar y Draco al fin iba a saber lo que era ganar.

Porque nadie les dijo que vencer no siempre era igual ganar y perder no siempre era malo si el otro iba a ganar, Harry y Draco lo tuvieron que comprobar.

Porque ambos decidieron jugar el juego de la vida y por más que no supieran si iba a ser fácil o difícil estaban seguros de una cosa: de a dos era mucho más placentero luchar y así muchas más chances habría de ganar.

 




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