No Eras Lo Que Pensaba

2- Struggimento.

"La gente te amará por lo que eres, y otros te odiarán por la misma razón, acostumbrate a eso"

Mufasa.

Después de unas cuántas audiencias, Erick Santoro se dirigía hacia una productora musical muy famosa para probar algo nuevo, para liberar su tensión cantanto. Casualmente Giulia D'angelo era dueña de esa productora, y en sí ella también era productora musical, pero necesitaba urgentemente una voz nueva porque ya casi estaban en la quiebra por culpa de la falta de producción musical y nuevas voces.

Erick llegó y la secretaria de Giulia lo rcibió, y le indicó en donde quedaba la sala para hacerle pruebas de sonido.

— Aquí es señor, luego llegará la productora para empezar— Dijo la amable secretaria.

— Bueno.

Minutos después llegó Giulia y... tan solo con verse la rimera vez se enamoraron, fue un sentimiento mutuo aunque él no lo quiso admitir, pero ella sí.

—Bu-buen día, usted vino a cantar ¿no?

—¡Hola!— dijo emocionado — digo...hola, si vine a cantar.

—Supongo que sí, mucho gusto me llamo Giulia.

—Yo me llamo Erick— Respondió tímidamente, aunque el jamás lo fue.

—Exelente, comenzemos— Dijo evadiendo aquella conversación.

Y al escucharlo cantar, se imaginó a un Ángel cantando, era la voz más hermosa que había escuchado en su vida.

—Wow, eso fue hermoso, debo decirle que tiene una voz hermosa señor Erick.

—Muchas Gracias.

Y en ese momento pensó: —Desde cuándo doy las gracias... ¿Qué me pasa?

—Denada, por hoy terminamos y si usted quiere, puede venir mañana y vemos si firma un contrato con nuestra disquera.

—Esta bien, pero... ¿te puedo pedir algo?

—Dígame.

—No me trates de usted, me siento mal.

Volvió a pensar: —¡Pero yo nunca tuteo a nadie! Qué me pasa enserio, ¿porqué le estoy pidiendo esto?

—Perdón, pero cuando se trata de trabajo, prefiero tratar a mis clientes de forma profesional.

—Esta bien, gracias por todo y le aseguro que mañana estaré aquí.

—Bien, mañana a la misma hora.

— Adiós, tenga un buen día— Después de decir eso, no podía creer lo que había acabado de decir.

¿Pero qué le pasaba? parecía un pobre adolescente enamorado, el jamás le deseo un buen día a nadie después de lo que sucedió con su esposa, pero se sintió extrañamente bien al desearselo a Giulia. Además nunca, pero nunca le había pedido a nadie que lo tuteara o lo tratara bien, y tampoco tuteaba a nadie. ¡Qué extraño!

—Buen día— Repitió lo que minutos atrás dijo, pero esta vez lo dijo para sí.—Buen día.

Penso: —Hoy va a ser un gran día.

 

 




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