"Escucha tu corazón y comprenderás"
Madre Willows-Pocahontas.
Al día siguiente, Erick, llegó a la disquera D'angelo, aunque todos sabemos que en realidad no iba solo para cantar, si no, que iba para buscar a Giulia pero... Para su sorpresa ella no estaba, la secretaria le dijo que Giulia no vendría y que lo atendería otro productor. Por supuesto él estaba algo triste po no poder verla... Pero lo bueno es que firmó el contrato, por lo tanto iba a ir casi todos los días y verla más seguido.
Al cabo de un rato ya había terminado las pruebas de sonido con el productor y liuego se fue...
—Adiós señor— Dijo la amable secretaria.
—Igual— Respondió Erick con tristeza al notar cuánto extrañaba a Giulia aunque solo se vieron una vez.
—Gracias.
Dos horas después, Erick llegó a un Bar que conocía , se llamaba: Jerry Thomas. Era algo elegante y sutil pero... Los tragos no decían lo mismo, aquel Bar era famoso por sus tragos fuertes y por suerte Erick realmente quería beber un trago.
Decidió sentarse en la barra y para calentar el ambiente comenzó con un par de tragos de Limoncello y se puso a recordar cuando vió a Giulia por primera vez, y volvió a sentir lo mismo que cuando la vió. Continuó cada vez con tragos más fuertes y más y más hasta llegar al más fuerte de todos: Filu 'e ferru es un trago que es capaz de emborrachar al primer trago gracias a su alto porcentaje de alcohol.
Pasaron al rededor de 2 horas y media cuando una mujer cruzó la puerta del Bar, caminó unos cuantos pasos y de repente, sin pensarlo, se sentó en la mesa de Erick y dijo:
—Hola, perdón por llegar tar...
—¿Giulia?
—Señor Santoro?
—Pero...
—¿Qué estas haciendo aquí?
—Bueno... Esperaba a mi cita y pensé que eras tú, seguro me equivoqué de mesa.
—Espera... ¿Una cita? ¿Con quién? ¿Por qué? ¿cómo?
—Básta! No más preguntas, eso es personal.
—Ajá, como digas.
Giulia noto que Erick estaba borracho, al punto de no saber ni en donde estaba, pero extrañamente se acordaba de ella.
—¿Estás borracho?
—¿Yo? Noooo.
—Ay ya no te hagas, mira lo que vamos a hacer ahora es que vas a ir y parar un taxi, y te vas a i a tu casa.
—No! no quiero.
—Sí!! y lo vas a hacer.
—Está bien, por tí hago lo que sea.
—¿Qué? Bueno eso solo lo dices porque estás borracho, ahora ven conmigo.
—Ok.
Giulia lo tomo de la mano para ayudarlo a levantarse y fueron directo a la puerta para acompañarlo a esperar el taxi. Y Erick se quedó mirandola cada segundo que pasab.
—Giulia...
—Dígame.
—Acompáñame a casa.
Y al ver como estaba...
Está bien, te dejaré y luego me voy, pero solo hasta la puerta.
—Siiii! —Dijo con voz tierna—Es decir, sí me encantaría que me acompañaras.
—Bien?
—Bien.
Salieron del Bar y agarraron el Taxi, y como a Erick se le avía olvidado la dirección de su casa, Giulia lo llevó a la suya.
—Bueno... llegmos.
—Esoo.
—Ahora tú acuestate en la cama y yo en el sofá.
—No! Jamás lo permitiría, una dama como tú no debería dormir en un sofá.
—No! Tú no puedes dormir en el sofá.
—No me llevaras la contraria,
—Por favor.
—No!
—Ay, está bien tu ganas, pero solo porque estas borracho y no te puedo contradecir de esa manera.
—Bien.
—Hasta mañana señor Santoro.
—Tuteame...
—Jamás.
—Ayy!
—Hasta mañana Erick.
—Hasta mañana Giulia, descansa.
—Igualmente...
Finalmente Erick se durmió, pero Giulia no pudo puesto que nunca había dormido en la misma casa que un hombre extraño, o más o menos extraño.
Al día siguiente...
—¿En dónde estoy?
Editado: 20.07.2024