Capítulo 2

Al día siguiente, Izuki iba más tranquila hacia el instituto, su madre le había dicho que se quedara a descansar un día más pero sinceramente no le gustaba perder clases y el día anterior había perdido la mitad de sus clases, así que pensaba recuperar todo lo que se perdió. Entró al instituto, yendo en dirección hacia su salón mientras pensaba en lo ocurrido el día anterior, no había dormido muy bien por lo mismo, por mantener su cabeza entre los pensamientos de lo sucedido y sobretodo porque al cerrar los ojos veía aquellos ojos y sonrisa de satisfacción que el "héroe" le había dado luego de verla quemarse, era bastante horrible; tanto como si fuera una muy fea pesadilla.

Entró al salón perdida en sus pensamientos mientras se acomodaba frente a su mesa, fijándose en que la misma tenía un par de dulces y una hoja lo bastante grande como para todos los mensajes que habían escrito sus compañeros para ella, aquellos detalles le sacaron una sonrisa y al alzar la mirada, tenía frente a ella a sus compañeros que la miraban preocupados.

—¿Bu-Buenos días? —Saludó Izuki a modo de pregunta antes de que Charlotte se le lanzara encima llorando.

—¡Estábamos preocupados! —Exclamó Charlotte sorbiéndose la nariz sin soltarla del abrazo. —¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?

Izuki sonrió casi como una mueca por lo incómodo que era recibir tanta atención de una sola persona, aunque era su amiga, aún así era incomodo sentirla revisándola por completo y agradeció con la mirada cuando Charles la alejó de su cuerpo, jamás se había sentido tan manoseada como en esos momentos con Charlotte ni siquiera cuando iba al hospital por un chequeo.

—Déjala respirar por lo menos —Regañó Charles a su hermana mientras la sostenía.

—Estoy bien, gracias a la enfermera no tengo heridas ni quemaduras, así que me siento bien por esa parte —Respondió Izuki con tranquilidad y luego señaló las cosas en su mesa en silencio a modo de pregunta.

—¡Ah! Son para ti, de nuestra parte; no sabíamos si vendrías hoy, así que solo lo dejamos allí —Respondió el delegado de la clase, Allen.

—No tenían porqué molestarse, es un detalle bonito, gracias —Respondió Izuki sin borrar su sonrisa.

—Teníamos que, es nuestra culpa que te hayan lastimado, todos sabemos que no tienes quirk y los que podíamos defenderte, no lo hicimos —Volvió a responder Allen mientras todos bajaban la mirada con vergüenza.

—El profesor estaba bastante molesto con el héroe —Comentó Irina quien fruncía el ceño como los otros.

—Y con nosotros también —Agregó Will quien se reía bastante entretenido.

—¿Con ustedes? ¿Por qué? —Cuestionó Izuki confundida.

—Porque atacamos al héroe luego de burlarse de ti por ser una quirkless, te llamó inútil y nosotros no íbamos a dejar que se metiera con nuestra compañera y amiga —Respondió Allen bastante orgulloso por haber vencido entre todos al héroe. —Luego de demostrarle que logramos vencerlo con tus estrategias, no volverá a meterse contigo y si lo vuelve a hacer, estaremos para hacerlo cambiar de opinión por las malas.

Izuki sonrió por aquellas palabras, sintiendo las lágrimas salirse de sus ojos, se tapó el rostro por vergüenza a que la vieran llorar y preocupando a sus compañeros por no saber la razón de que llorara, así que no faltaron las preguntas por parte de los hermanos y la del delegado de la clase mientras los demás la dejaban llorar tranquila hasta varios minutos después cuando ya estaba más calmada aunque hipaba un poco.

—¿Estás bien? —Cuestionó Irina viéndola asentir. —¿Por qué lloras?

—Estoy feliz y agradecida —Respondió Izuki ganándose la mirada confundida de los demás. —De malos tratos y malos compañeros de clases, ahora los tengo a ustedes que son completamente diferentes —Explicó mientras sonreía amplio. —Y estoy agradecida que me traten como una compañera más, sin perjuicios ni hipocresía.

En respuesta a las palabras de la peliverde, todos se lanzaron a abrazarla, cuidando de no lastimarla ni apachurrarla demasiado; el profesor observaba todo desde su escritorio, había llegado hacía unos minutos pero no quiso interrumpir la charla, así que se quedó en silencio; él y todos los profesores sabían del bullying que la chica sufría en Japón por lo que, el que sus compañeros la aceptaran tal y como era, ya era un inmenso regalo para ella.

—Que bonitos todos, ¿Podemos comenzar ya la clase? —Cuestionó el hombre ganándose la atención de todos que lo miraron espantados y terminó carcajeando por ello.

—¿Cuándo llegó que ni lo notamos? —Cuestionó Charles mientras todos volvían a sus asientos.

—Oh, me causa tristeza que no me hayan notado —Comentó con un poco de drama y sonrió viéndolos. —Llevo aquí diez minutos pero no quise interrumpir —Respondió y vio hacia Izuki. —Me alegra que estés bien y no haya pasado a mayores lo sucedido.

—Muchas gracias profesor, la enfermera le dijo a mi padre que fue gracias a mis compañeros por reaccionar rápido y apagar el fuego antes de que perforara más mi ropa y mi piel —Respondió Izuki mientras le contaba aquello y comenzó a guardar los dulces, la carta la dobló y la guardó en su mochila con cuidado. —Así que yo igual me alegro de estar bien, al menos físicamente.