Harper Jones
—Harper el jefe te manda a buscar.
—¿Para ?—pregunto con la boca llena de mi hamburguesa.—Es hora de almuerzo¿Para que me quiere?
—Eso no lo sé pero está muy enojado.
Asiento y me levanto furiosa dejando mi hamburguesa para después, para ver a ver ese hombre que ni a la hora de almuerzo deja de joder, lo odio tanto.
—Digame señor—hablo entrando a su oficina y parando me frente a su escritorio.
—Vuelve y toca la puerta.
Ya ven porque lo odio.Me doy la vuelta y salgo furiosa de la oficina y no vuelvo, espero que se calcine esperandome.Vuelvo a mi oficina y termino mi hamburguesa.Luego de reposar y tomándome un jugo termino un trabajo pendiente que tenía.Siento como la puerta es abierta y cerrada de un puertazo, miro al responsable y frente a mí está el causante de muchos de mis tormentos.
—¿Porque no volviste?—pregunta con impotencia estudiando mi rostro furioso.
—Tenía hambre —digo sin importancia mirando mi computadora sin darle importancia a su repentina invasión.
—Cuando yo te mandé a llamar vas a ir a mi oficina sin reclamar a la hora que sea ¿Me entendiste?—habla entre dientes, sus ojos crispan del enojo hasta puedo notar las venas en sus brazos y un tic en su frente.
Me levanto de mi asiento y lo miro a los ojos fingiendo arrepentimiento.
—No volverá a suceder señor.
La razón por la cual no me despide ahora mismo la desconozco.El y yo nos conocemos hace mucho tiempo incluso antes de ser jefe y empleada.Hace algunos años tuvimos una aventura que duró bastante, pero todo acabó desde que el se enamoró de mí, cosa que no me agrado y desaparecí de su vida, cinco años después aquí nos encontramos por cosas del destino el como jefe y yo como su empleada.
—¿De qué quería hablar?
—Ya no trabajarás más como jefa de marketing.
Con esas palabras destruye por completo mi día.
—¿Cómo?—pregunto conmocionada.—¿Esto es por no aparecer más por su oficina?
—No.A partir de ahora serás la subordinada de la nueva jefa de marketing.
—No puedes hacer eso.
—Soy el jefe así que si puedo y la inmadurez de hoy solo demuestra que no puedes llevar un departamento.
—Sabes que soy estupenda en mi trabajo.
—La nueva jefa es aún mejor que tú.
Con esas palabras se va de mi oficina dejándome inquieta, confundida y furiosa.Salgo detrás de el y lo encuentro conversando con la asistente de contabilidad.
—¿Podemos hablar?—pregunto impaciente interrumpiendo su conversación.
Él me mira.
—¿Acaso no ves que estoy conversando?
La chica me mira con aires de superioridad mientras yo estoy furiosa.
Cuando termina de hablar con la chica vuelvo a preguntar.
—¿Podemos hablar?
—Espera tu turno.—puedo jurar que tiene una sonrisa burlona en sus labios.
Camina llegando a todos los departamentos conmigo detrás.Estoy casi segura que esto lo hace a propósito.Luego de haberse llegado a casi todos los departamentos de la empresa al fin se dirige a su oficina, al entrar entro atrás de el apresurada pensando que al fin podríamos hablar.
—Buenos días señor —¿Qué? En la oficina hay alrededor de cinco personas esperando por el .
—Señorita Jones por favor salga.—habla con rostro neutro sin mirarme a la cara.
—Señor no quiero interrumpir pero recuerde que tenemos asuntos que tratar—hablo con profesionalidad ocultando el enojo que tengo.
Salgo de la oficina como una flecha mirando el reloj en mi muñeca.Faltan 4 horas para terminar mi horario laboral y yo siento que ya no puedo más.Me dirijo a mi oficina y me pongo a trabajar cuando recibo un correo del jefe diciendo que si quiero hablar que vaya a las 8 a su oficina¿Pero está loco este tipo?¿Como me va a citar fuera del horario laboral? Enseguida le hago saber sobre mi inconformidad, recibiendo como respuesta que el asunto a tratar es de mi interés no el de él.Decido esperar hasta que al fin llega la hora acordada y me dirijo a su oficina.Al entrar lo encuentro en su escritorio con los tres botones de la camisa abiertos dejando ver su musculoso pecho y las mangas de su camisa arremangadas en sus codos, su cabello ligeramente despeinado y sumamente concentrado en los papeles frente a él.
—¿Podemos hablar?
—¿No puedes esperar?—pregunta entre dientes.
—Como anteriormente usted dijo esto es un asunto de totalmente mi interés.
Detiene sus movimientos y me mira, una mirada llena de desprecio y enojo.
—Tengo el conocimiento suficiente como para llevar ese departamento.No hayo el motivo para ser destituida de ese cargo.
—¿Qué no encuentras el motivo?—se burla—pues yo te lo voy a decir—Me quedo callada escuchandolo expectante.—Eres una mal educada, irresponsable y no respetas a tus superiores¿Qué ejemplo le vas a dar a los demás?
—No dejes que lo que tuvimos alguna vez afecte nuestra relación profesional.
—Eso deberías decírtelo a ti misma.¿Por qué me guardas tanto rencor?¿Fue porque me enamore de ti como un loco?
Que traiga el pasado hacia el presente me perturba .En estos 3 años que llevamos trabajando juntos nunca ninguno de los dos habló de lo que tuvimos.
—No quiero hablar del asunto.Vine aquí para retomar mi puesto como jefa de marketing, no para tratar asuntos personales entre usted y yo que quedaron en el pasado.
El bufa por la profesionalidad de mis palabras, sabe que de mi no saldrá ningún tipo de palabra en relación al asunto que en un pasado ambos tuvimos.
El se levanta de su silla de cuero negro y se para delante de mi con su cara de amargado y el aspecto rudo que con los años logró formar.
—Lamento informarle que mi decisión ya está tomada.
—Entonces para que carajos me detuvo aquí tan tarde, para decirme que las cosas son como a ti te de la gana porque eres el jefe.
Me mira en silencio y con su rostro neutro, pero lo conozco, detrás de esa fachada de calma que tiene sé que hay un hombre preso del enojo y que se muere por votarme de su empresa, solo no lo hace por profesionalismo no es tan idiota para por lo que en un pasado tuvimos despedirme. Estoy enojada, durante dos años he trabajado para ese puesto, y ahora de la nada el viene y me lo quita.
—No tengo tiempo para tus berrinches, ahora sal.
Se da la vuelta a su escritorio y vuelve a sentarse en su silla.
—Que tenga buenas noches señor—comento sintiendo como una lágrima solitaria rueda por mi mejilla, me doy la vuelta y salgo de su oficina siendo detenida por sus palabras.
—Necesito que me envíes todos los proyectos y por favor ya que estás aquí recoje tus cosas, quiero que para el lunes la nueva jefa ya esté instalada en su nueva oficina.—su voz destila veneno en cada palabra, me limpio mis ojos y salgo de esa oficina.No soy estúpida se que esto lo hizo por rencor a mí, este año que trabajamos juntos solo fue la calma antes de la tormenta.
Cuando llego a casa solo puedo quitarme los tacones y dejarlos tirados en la sala y lanzar mi bolso al sofá, entro a mi habitación y me tiro a la cama mirando el techo recordando que mi vida es una mierda.Estoy sola en el mundo, los únicos que debieron amarme y cuidarme me dejaron sola en un orfanato a los seis años ni siquiera recuerdo sus caras.Lo único que creía que tenía era mi trabajo y ahora ni siquiera eso.Me levanto de la cama en busca de una botella de vino.Me quito mi vestido quedando en ropa interior, pongo música, abro la botella de vino y bebo de ella, me siento con la botella en mis manos en el suelo frente al sofá.Una lágrima corre por mi mejilla nunca supe cómo amar ni ser amada la única persona que intento amarme la dejé sola tal vez por miedo a no saber hacerlo.Lloro como lo hice tantas veces en el orfanato, al saber que no tengo a nadie en mi vida , en medio de mi llanto me quedo dormida.
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Editado: 17.07.2025