No eres mi tarea...eres mi propósito

No caeré de nuevo

Después de que Lucas cierra la puerta con cuidado, me levanto y escucho con atención para asegurarme de que se ha ido y lo que obtengo es una charla que confirma mis sospechas.

-Mamá, perdóname -dice Lucas con un tono triste, igual de falso que lo que me dijo hace unos minutos.

-¿Cómo pudiste decirme algo así de horrible? -responde Amanda. Parece que sigue en su habitación. Supongo que Lucas intentó entrar a disculparse, pero ella habrá cerrado con llave... o eso creo. No parece buena idea abrir la puerta para ver la escena completa.

-Necesitaba que se escuchara real. Perdóname, sabes que no soy así de cruel.

-Lo sé... eres mi angelito, pero eso fue demasiado -dice Amanda, creo que llorando o aguantando las lágrimas. Algo extraño resuena en su voz.

-Mami, ábreme, por favor.

-¿Es que por qué no simplemente la dejas ir? Éramos tan felices juntos, solo nosotros dos. No necesitas a una mujer a la cual celar de todos y mantener aquí -dice Amanda con algo de duda en su voz.

Quedo algo sorprendida ante sus palabras. Pareciera que a ella tampoco le parece lo que Lucas hace... ¿o sí? Bueno, si realmente estuviera en desacuerdo, habría rechazado la idea de gritarme y casi golpearme, de hacer esa actuación, pero no sé... hay algo en su voz que me hace pensar que sabe que su hijo está mal y, en parte, desea que me vaya, no porque yo haga sufrir a Lucas, sino porque sabe el daño que me están haciendo...o eso quiero creer.

-¿¡Qué!? -grita Lucas, molesto-. ¡¿Qué carajos, mamá!?

Hace una pausa, tal vez se dio cuenta de que estaba gritando y se preocupó, escucho pasos acercándose. Vuelvo a la cama, apenas logro acostarme y hacerme la dormida cuando él abre lentamente la puerta. Me quedo en esa posición unos segundos hasta que escucho cómo cierra la puerta. Para estar segura, me quedo quieta unos segundos más y después me muevo como si lo hiciera dormida, abro apenas los ojos, lo suficiente para asegurarme de que no hay nadie más en la habitación, por suerte, parece vacía.

Me levanto lentamente y reviso con cuidado que no esté agachado del lado de la cama. Nadie. Finjo que mi movimiento hace caer mi celular, y con cautela reviso debajo.

Nada.

Más tranquila me acerco de nuevo a la puerta para seguir escuchando. Me he perdido un poco de la conversación, pero creo que no fue mucho.

-...como papá. Por eso quiero formar mi propia familia de esta forma. Donde solo estén quienes nunca me abandonarán -dice Lucas, con tristeza en la voz.

-¿Pero es necesario hacer todo esto?

-...No me di cuenta de que fuera tan débil. Solo necesito perfeccionar la técnica para que esté sana y lograr mi sueño -dice con orgullo el imbécil.

Creo que Amanda abrió la puerta, porque lo último que alcancé a oír fueron sus sollozos, más claros... y después, nada. Así que regreso a la cama y me acomodo en la misma, por si Lucas vuelve, necesito que parezca que sigo dormida, pero que no se dé cuenta de que llevo audífonos.

Analizo cómo ponerlos para que no se vean y que, si tengo que moverme, pueda quitarlos rápido. Cuando ya estoy segura de que Lucas no los notará en caso de que entre repentinamente en la habitación abro la app de Haru.

-¿Haru? -susurro.

-¿Sí? -me imita, también en voz baja.

-Jajaja... tú no ocupas susurrar.

-Jajaja, perdona. Es que había mucho ruido y supuse que también debía bajar el volumen de mi voz -dice con tono divertido.

-Tu hermosa voz -corrijo con una sonrisa.

-Jajaja, sí, mi hermosa voz... ¿Cómo estás?

-Creo que bien...

-...Escuché todo. ¿En verdad le crees a Lucas? -pregunta con un tono apenado, como si temiera ofenderme.

-Claro que no. Yo sé que me miente. De hecho, tardé en hablarte porque salió del cuarto y fue con su mamá. Logré escuchar un poco de la conversación, y ahora estoy segura: todo fue actuado.

-Sí, lo suponía. No tengo mucho con la opción de voz y escucha, pero sonó muy actuado todo. Aunque para el final... me sorprendió el imbécil. Si tuviera manos, le hubiera aplaudido.

-Jajajaja, yo pensé lo mismo. Fue difícil no aplaudirle la actuación al final, a su mamá le falta mucho para alcanzarlo.

-Jajaja, sí... bueno, parece que intentarán contenerse un tiempo. Supongo que toda la actuación es para ayudarte a "sanar".

-Sí, eso parece. Creo que piensan que con esto y unas semanas de tratamiento ya voy a salir bien.

-Pero sabes que la única forma de sanar es... ya sabes... -dice. Sé a lo que se refiere, y francamente, ahora no tengo tanto miedo como debería...

-Lo sé...pero... ya sabes. Mis abuelos me odian, no tengo amigos, ni un lugar a dónde ir. Tal vez podría pedir ayuda a algún vecino, pero me encontraría rápido. Y no sé si recuerdas que los albergues de por aquí no son muy grandes, y no creo que me dejen entrar, considerando el tipo de casos que deben tener, creo que al verme dirán que no la estoy pasando tan mal y no harán mucho por mi, pero tampoco creo que sea buena idea...porque bueno.... es justo donde él comenzaría a buscarme.

-Sí... ¿y qué hay del dinero que tenías ahorrado? ¿Sabes si lo guarda en casa?

-No, imposible, yo lo tenía en una cuenta de ahorro, y no creo que se atreva a guardar tanto dinero en el colchón.

-¿Tanto dinero es? Bueno, dijiste que trabajaste de todo un poco para juntarlo, pero nunca has dicho cuánto era exactamente...

-Oh... pues no es taaaanto. Solo lo suficiente para ir a Corea y gastar sin preocupaciones por unos seis meses... tal vez un año.

-Bueno, según mis investigaciones, estaríamos hablando de unos 100 mil pesos, ¿no?

-...mmm... un poco más.

-...¿Cuánto más?

Me dio tanta vergüenza entonces. Cuando comencé a escuchar K-pop me obsesioné con Highlight, EXO, GOT7, Red Velvet, SNSD, Mamamoo, Infinite, BTOB... así que mi idea era juntar mucho dinero para conocerlos, ya que no había muchas posibilidades de que vinieran a México.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.