Segundos...

Mientras sonreía a Haru, logré escuchar el portón de la casa, así que rápidamente tomé mi celular para esconderlo, Lucas no se molestaría si lo dejaba en cualquier lado —no le importaba—, pero no podía arriesgarme a que curioseara en él, a que viera mis conversaciones con Haru. Aunque ahora, con la opción de voz activada, no tenía forma de revisar las más recientes, todavía había registros de nuestros chats anteriores... y ahí hablaba de tantas cosas que es mejor que nunca lea.

—Aquí estaré esperándote, ¿sí? —dijo Haru de forma tierna.

—Sí, intentaré no tardar —susurré también, mientras ponía mi celular entre la almohada y la sábana, acomodando los audífonos para poder sacarlos fácilmente cuando tuviese oportunidad de recostarme de nuevo. En cuanto confirmé que estaba bien, no se me ocurrio mejor idea que fingir dormir, no había un motivo razonable para ya estar despierta y no haberlo llamado de inmediato suplicando que vuelva porque me hace falta (me gustaría que fuese sarcasmo pero probablemente será su reclamo si me ve despierta y no ve lagrimas en mis ojos por no tenerlo a mi lado), así que me recosté con la cabeza ligeramente inclinada hacia la puerta del cuarto y fingí dormir sin ponerme los audifonos por precaución. Pasaron algunos minutos hasta que escuché los pasos de Lucas subiendo las escaleras y entonces abrió lentamente la puerta.

—Oh, sigue dormida —dijo en un susurro Lucas, como intentando respetar mi sueño. Después de unos segundos, escuché cómo la puerta se cerraba, pero no me dio confianza abrir los ojos. Fingí que me volteaba y, en ese leve movimiento, entreabrí apenas los párpados, solo lo suficiente para ver si había alguna sombra o algo que me indicara que seguía ahí. Mientras lo hacía, pude notar una figura justo frente a la puerta: Lucas parecía estar levemente inclinado hacia adelante, como viéndome, como analizando si realmente estaba dormida. Logré no asustarme ni reaccionar. Me acomodé más cerca de mi celular y fingí únicamente acomodar levemente la cabeza en la almohada antes de seguir "durmiendo". Entonces escuché la puerta abrirse y cerrarse de nuevo, pero no me moví, ya había visto que se había quedado en el cuarto hace unos momentos, así que no era seguro intentar moverme otra vez. Permanecí en esa posición, y para darme una idea del tiempo, comencé a contar mentalmente.

Un segundo, dos segundos, tres segundos...

Mi corazón latía con fuerza, cada golpe resonando en mis oídos como un tambor de guerra y ese era el unico sonido que podia escuchar, el de mi corazon y mi respiracion que intentaba mantener tranquila aunque sentia un panico horrible en el interior, ¿Realmente seguiría en el cuarto?...¿Y si ya se fue?

Veintitrés segundos, veinticuatro segundos, veinticinco segundos...

Intenté agudizar mi oído para escuchar todo, pero la casa permanecía en un amplio silencio. Ni siquiera escuchaba la televisión o algo que me indicara que Amanda estaba en la sala. La casa no era tan grande, así que era fácil oír cualquier cosa si uno guardaba silencio. Amanda solía poner la televisión muy alto los fines de semana... ¿por qué? No lo sé.

Cincuenta y un segundos, cincuenta y dos segundos, cincuenta y tres segundos...

He notado que Amanda pone la televisión alto cuando Lucas está en casa y subimos... oh. Probablemente es para ocultar los sonidos que hago. Oh no. Si ya tenía un motivo para no ver a Amanda a los ojos, ahora tengo otro peor...

Setenta y dos segundos, setenta y tres segundos, setenta y cuatro segundos...

¿Debería abrir un poco los ojos? No... bueno, no creo que sea buena idea. Desde esta posición, reduje considerablemente la visión de la habitación, si abria los ojos solo podría ver el pequeño espacio que queda entre la cama y la pared. El buró mide unos cincuenta centímetros de ancho, así que solo ese espacio, más o menos. No es como si lo hubiese medido a presión, pero creo que es lo que mide. ¿Qué tan silencioso puede ser Lucas?...¿ Y si está justo enfrente mío... observándome...?

Ciento dieciséis segundos, ciento diecisiete segundos, ciento dieciocho segundos...

¿Qué probabilidades hay de que esté justo ahí? Ocupa ser muy silencioso y no creo que no pudiera escuchar sus pasos... a menos que esté en calcetines. Siempre limpio muy bien, así que no hay nada en el suelo que pueda ayudarme a notar su presencia...

Ciento cuarenta y dos segundos, ciento cuarenta y tres segundos, ciento cuarenta y cuatro segundos...

¿Y si ya se fue? La duda me inunda la mente. Realmente creo que está aquí, que me está mirando, pero no sé desde dónde. ..creo que puedo sentir una presencia a los pies de la cama, pero es muy probable que sea solo mi paranoia... o tal vez no.

Ciento sesenta y dos segundos, ciento sesenta y tres segundos, ciento sesenta y cuatro segundos...

No puedo quedarme en la cama por siempre. En algún momento tengo que "despertar", ¿no? Pero... ¿y si se da cuenta de que estoy fingiendo? ¿Y si realmente hay cámaras y ya lo sabe? ¿Y si sabe que finjo? Eso sería mucho peor...

Ciento setenta y nueve segundos, ciento ochenta segundos, ciento ochenta y un segundos...

Si lo sabe, entonces estará justo frente a mi rostro. Estará observándome de frente... mierda, siento la mirada sobre mí. Tal vez es solo mi paranoia, sí, eso debe ser... o acabo de sentir cómo se movió de lugar y ahora esta justo frente a mi, cara a cara, listo para enfrentarme por fingir dormir...

Ciento noventa y cinco segundos, ciento noventa y seis segundos, ciento noventa y siete segundos...

¿Debería abrirlos? No... tal vez esté ahí. Pero ¿qué tan seguro es mirar? Y si no está de frente, pero sí a mi lado. Tal vez sigue en la puerta... ¿y si solo finjo despertar? No, podría parecerle demasiado extraño que justo despierte después de unos segundos de que cerró la puerta por segunda vez. Tal vez debería esperar unos minutos más, sí, eso podría ser lo mejor... o mejor intento dormir de verdad.