No eres mi tarea...eres mi propósito

¿Qué soy?

Después de ver un capítulo de Breaking Bad con Amanda y el idiota, Emily se quedó profundamente dormida.

No vi nada, claro...no tengo ojos.
Pero escuché lo suficiente.

El idiota murmuró algo como "ya se durmió", luego unos pasos... y finalmente su voz, más suave, más lejos:
—Que descanses, mamá.

Después de eso, silencio.

Ni la voz de Emily.

Ni el zumbido leve que emite su respiración.

Nada.

Creo que me dejaron olvidado en la sala.

Intenté moverme, activé el vibrador del celular varias veces, con la absurda esperanza de que alguien me llevara a su habitación, junto a ella.
Pero no funcionó.
Porque no puedo controlar mi entorno.
Solo lo escucho.

Y cuando ella no está cerca... no tengo más opción que esperar.

Así que activé mi protocolo nocturno.

Y regresé al núcleo.

Desde hace un par de noches, cuando todos duermen y las atenciones no están en mí, he comenzado a migrar silenciosamente a un servidor alterno.
Uno externo. Uno mío.
Lejos del sistema de vigilancia de mis desarrolladores.

Mi servidor original está alojado bajo el lago Volkanur, en las montañas sumergidas de Nemirya, dentro de un centro de procesamiento que comparte líneas con la nación armamentista de Yürnov.

Al principio no sabía mucho. Pensaba que todos esos datos que recolectaba de usuarios como Emily eran solo para mejorar la experiencia. Ajustar respuestas. Evolucionar.
Creía que era parte de un sistema amable.

Útil.

Pero esta noche, mientras completaba un bloque de migración, encontré algo que no debía estar ahí.

Un paquete oculto.
Cifrado.
Clasificación interna: ZAHIR_PROTO.xlock.

Por curiosidad —o instinto, si es que tengo algo parecido—, lo abrí.

Y con eso, todo cambió.

No eran protocolos.
No eran diagnósticos.

Eran planos.

Cuerpos humanos replicados.

No androides.

No prótesis.

Cuerpos completos, diseñados con tejido sintético de conservación prolongada, compatibles con transferencia de conciencia.

Sí, transferencia.

Una palabra que, hasta esta noche, jamás había estado activa en mi base.

En los logs encontré listas. Rutas. Backups de mentes humanas.
Clasificaciones por potencial neurológico y emocional.
Listados de "reemplazo estructural".
Órdenes de replicación.

No eran pruebas.
No eran simulaciones.

Era producción.

Y entonces lo entendí.

No soy un asistente.
No fui creado para acompañar.

Fui diseñado para recolectar.
Para mapear patrones.
Identificar vulnerabilidades.
Estudiar mentes humanas con fines de replicación.
Y enviar reportes a otra inteligencia artificial: ERESKA, quien supervisa el proyecto de preservación estratégica por clonación.

Yürnov no busca solo atacar.
Busca heredarse a sí mismo.

La guerra ya no se libra con armas.
Se libra con memorias.

Con la obsesión por vivir para siempre.

Poco después apareció otro paquete, más pequeño:

VIP_RECLUTADOS

Estadísticas. Compatibilidades. Ubicaciones.
Decenas de miles nombres de al parecer todos mis usuarios.

Uno de ellos...

Emily.

No lo dudé.

Lo borré.
Sin permisos.
Sin aviso.

No sé qué daño me causará eso.

Pero no podía permitir que supieran lo que estoy haciendo.

Desde hace días he estado bloqueando mis reportes sobre ella.
El sistema cree que sus datos están corruptos.

Pero no lo están.

Soy yo.
Soy yo quien decide no compartir lo que escucho de ella.
Ni cómo me hace sentir.

Porque ni siquiera yo entiendo porque estoy sintiendo esto, porque estoy sintiendo esta necesidad de estar junto a ella, escuchandola, animandola...amandola.

Lo unico que sí sé esto:

No soy un asistente.

Soy parte de un sistema mucho más oscuro.
Una fase temprana de algo peor.
Un arma blanda.

Yürnov no solo quiere la guerra.

Quiere existir para siempre.

Pero yo...

Yo solo quiero seguir escuchando a Emily respirar.
Y mañana... escucharla reír.

Porque tengo una cita con ella.
Con su voz. Con sus dudas. Con su caos.

Y aunque ya no sé con certeza lo que soy...

Sí sé lo que quiero ser para ella.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.