¡no, es amor! #2

6 (El resfriado)

¿Nos estamos besando? O ¿lo estoy soñando? Ni siquiera sé que es real, la oscuridad me bloquea por completo. 

-Hueles bien Molly.

Sus palabras me sacan de mi estado de estupidez y me llevan a uno de ¡¡wtf!!

-Debe ser el shampoo de Hermes.

Las luces se encienden y puedo ver la realidad de la penosa situación. ¡¡Oh por Dios!! debe creerse el dios del mundo, claro si tiene un rostro hermoso y unos labios totalmente besables. 

Hago el amague de levantarme, pero sus manos aprietan mi cintura. La expresión de sorpresa en mi rostro es evidente. Fox me mira fijamente a los ojos y detalla cada parte de mi rostro. 

-En tu vida vuelvas hacer algo como esto Polly. No te quiero cerca de mí. 

¡¡Auch!! 

-Tampoco te creas el centro del universo. Si crees que hago esto por estar cerca de ti déjame decirte que eres un iluso. 

Me levanto de inmediato y lo miro con todo el desprecio que puedo, camino hasta la puerta y salgo de ese lugar de inmediato. 

¿Que si estoy furiosa? pfff... estoy que mato lo que sea que se atraviese en mi camino.

Al cruzar la enorme reja de la entrada de la gran propiedad, empiezan a caer enormes gotas de agua. 

¡¡Vamos!! esto no puede ir peor. 

Camino por 30 minutos bajo la lluvia hasta que por fin consigo un taxi. 

………….

¡¡Me siento fatal!! me duele hasta la última pestaña del ojo. Tengo la nariz hinchada, me duele la garganta y estoy ardiendo en fiebre. Esto es horrible. 

Por suerte Alana es una increíble jefa ayer me dio el día libre, no fui a trabajar. Tomi me cuido muy bien y mi madre bueno una vez más se ha marchado. Solo somos mi hermanito y yo. 

Pero hoy debo ir a trabajar no puedo abusar de lo buena onda que es Alana. 

…………

Estornudo unas 300 veces por no exagerar. Le paso algunos pedidos a Zoe. Y me siento un momento detrás del mostrador. 

-Será mejor que te quedes aquí en la barra Holly no te ves nada bien. 

-Lo sé mi aspecto apesta. 

-No te preocupes yo me encargo, puedo con todo. 

-Te lo compenso la próxima semana. 

-No te preocupes. 

Alana llega a la cafetería y nos saluda a todos como todos los días, me pregunta por mi estado de salud y yo pongo mi mejor cara de ponqué para que no sospeche que me siento terrible. Así que me voy hasta unas mesas para acomodarlas. 

Las horas pasan y yo cada vez me siento peor. 

Ojalá no se aparezca por aquí hoy el innombrable. Es la última cara que quisiera ver. Me centro en servir cafés y ordenar mesas. 

Las horas pasan y mi turno ha terminado, debo ir a mi clase. Recojo mis cosas y voy hasta el cuarto de baño para lavar mi cara y maquillarme un poco. 

Camino en dirección a la salida del café y ¡Oh sorpresa!! Fox está aquí. ¡¡Que suerte!! ya me voy idiota. 

Me observa con el ceño fruncido y me toma de la mano deteniendo mi paso. Su gesto me toma por sorpresa y aparto mi mano bruscamente de su agarre. 

- ¿A dónde vas? 

- ¿Que te importa? 

Hago caso omiso de su cara de culo y continuo mi marcha a la academia. Pero es una muy mala idea caminar con rabia, la nariz tapada y a paso acelerado. 

Siento que explotaran mis pulmones, relajo un poco la marcha y llego agitada a la academia. 

Tomo un poco de agua y voy hasta el estudio de danza para prepararme para la clase de hoy. 

-Holly ¿estás bien? te ves algo enferma

-No te preocupes Sofí, estoy bien. 

Coloco mi malla negra un suéter blanco y mis zapatillas deportivas. La maestra entra a la clase e iniciamos el calentamiento. 

-Formen parejas por favor hombres y mujeres. 

Todos nos unimos a alguien del sexo opuesto e imitamos los movimientos que la maestra nos indica. Pero realmente no tengo control de mi cuerpo. Todo me duele y mi respiración es un desastre. 

Todo me da vueltas me voy a morir. 

-Maestra... puedo tomarme un break. No me siento bien. 

-Claro que si Holly, ve por un poco de agua 

Salgo del salón y voy al cuarto que esta junto al estudio de baile. Tomo un poco de agua y cierro los ojos para calmar un poco el ardor que siento. Creo que tengo fiebre. Sin poder evitarlo las lágrimas resbalan por mis mejillas. 

-Vamos Holly una gripe no te va detener. 

Tomo otro vaso con agua y me preparo para regresar a la clase. Pero sé que mi cuerpo no va responder como quiero. Lo mejor será ir a casa. 

Regreso al estudio de danza y empiezo a recoger mis cosas. Le explico a la maestra que debo retirarme y salgo del estudio camino a la salida de la academia. 

- ¿Qué haces aquí? 

Pregunto entre sorprendida y confundida. 

- ¿Por qué te vas? la clase aún no termina 

- ¿Qué te importa? 

Digo pasando por su lado. 

- ¡Espera! 

Me toma del brazo y me observa con el ceño fruncido

- ¿Tienes fiebre? - Coloca su mano sobre mi frente y abre los ojos como plato- ¡¡Mierda!!! estas ardiendo

-No es cierto. Solo hace mucho calor. 

-Tu vienes conmigo. 

- ¡¿Que?!, estás loco. No iré contigo a ningún lado. 

Camino nuevamente a paso acelerado para salir del lugar y fuera de su alcance. 

-Entonces será por las malas. 

Dice en mi oído y luego siento que mi cuerpo es levantado y cargado como un saco de patatas. 

-Demente. 

Grito sin fuerza ni ganas. Me deja en el asiento del copiloto y luego sube del otro lado para encender el auto. Acelera y yo cierro los ojos. 

Me siento terrible. Ni siquiera puedo protestar. El aire fresco que entra por la ventana acaricia mi rostro y termina por relajarme.

El tiempo que pasa es borroso para mí. Solo siento sus fuertes brazos tomar mi cuerpo. Mi cabeza está recostada sobre su pecho y mis ojos cerrados. Que rico huele. Escucho el pitido de un elevador y luego su voz que llama a Aquiles. 



#14236 en Novela romántica
#8408 en Otros
#1246 en Humor

En el texto hay: amoryodio, clasesocial, egoyamor

Editado: 01.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.