No es tiempo de Marte.

¿Hombres de negro?

Tomo una de las tantas mochilas verdes que estaban ahí metiendo en esta una rara pistola, 2 botiquines de primeros auxilios y el extraño radar... 

 

—¿Un radar..? 

 

 ~*****~ 

 

Al tomar lo que necesitaba una gorra callo, era una gorra tuque larga de color roja... Era la gorra que usaba su padre cada que estaba con ella, por alguna razón él amaba esa gorra. No lo pensó mucho, enrosco su cabello y lo guardo en la gorra. Tal vez lo hizo en memoria a su padre, por querer parecerse a él, para sentirlo cerca o intentar recordar el olor de este y la calma que le daba cuando estaban juntos.

 

Se miró en un espejo agrietado y ahí estaba su reflejo; sus ropas, la gorra, sus tennis, todo su yo en mal estado, parecía un niño mugroso con raspones, rasguños y moretones por todo el cuerpo, fácilmente podría ser confundida con un niño en situación de calle. No se lo creía; se miraba, giraba y volvía a observarse. Su cuerpo entre esas guangas ropas que acostumbraba a usar no la delataban como mujer.

 

Su padre la crió como si de un niño se tratara pero aun así ella siempre había tenido su toque femenino y ahora había desaparecido. Ahí estaba ella; la gorra roja de su padre, su sudadera extra guanga con jirones y su pantalón ancho igual con jirones. Jirones por aquí y jirones por allá, jirones por todas partes en su ropa.

 

Regreso al armario y decidió tomar otras 2 mochilas repletas de armas y cualquier cosa que pudiese entrar en estas.

 

Salió de su casa o bueno, lo que quedaba de esta. La calle estaba completamente desierta, sin ruido y sin gente; era un completo desierto lleno de escombros pero era lógico, al parecer todos los humanos habían muerto. Acaso ella... ¿Era el último?

 

Makoto comenzó a deambulaba por las frías y solitarias calles mientras pensaba en su padre, un icono que para ella había sido increíble y genial. Alguien grande; un símbolo heroico que todos bien podrían haber recordar pero ya no, ya nadie lo iba hacer, solo ella y tal vez unos poco si acaso quedaba alguien más por ahí.

 

El papá de Makoto fue un trabajador de la NASA. Todos los de la NASA desde años atrás sabían de la existencia de seres de otro planeta quienes contaban con una tecnología mucho más avanzada que la del planeta Tierra. Supuestamente nunca anunciaron nada para no alarmar a las personas y que estas entraran en un estado de pánico pero el problema no era en sí la NASA sino algunos agentes del Área 51; estos eran llamando los Hombres de Negro; estos Hombres de Negro estuvieron existido desde antes de 1953 y se encargaban de que la gente "común y normal" que llegaban a tener vivencias o pruebas de que los extraterrestres existían mencionaran absolutamente nada y si lo hacían se encargaban de que la persona quedara como alguien no cuerdo. Daban realmente mucho miedo, incluso quizá más miedo que los propios aliens.

 

Los Hombres de Negro así como su "nombre" lo dice siempre andan vestidos de negro, su piel es muy obscura o muy pálida y al ser así no se definen muy bien sus rasgos faciales, viajan en automóviles negros y sus voces son parecidas a las de un robot, tal vez eran robots en realidad.




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