No es tiempo de Marte.

Queremos venganza.

Makoto se impresiono al saber sus edades ya que ella creyó que el mayor era Byron, sobre todo lo pensó por la estatura de ambos, no dijo nada sobre eso ya que supuso que sería grosero decir lo que estaba pensando. Aaron al notar que Makoto no decía nada siguió hablando.

 

—Nuestro padre es Ingles y un mujeriego de primera, llego a España y nuestras madres se enredaron en sus palabras y acciones. Les prometió a ambas ir algún día a Inglaterra. —Se encogió de hombros intentando restarle importancia—. Pero España no esta mal y nosotros nos llevamos muy bien. —Le sonrió a Makoto.

—Mi mamá abandono a mi padre y a mí cuando era muy chica, la verdad no tengo muchos recuerdos de ella. —Hizo una pausa intentando procesar algo que Aaron había dicho—. Estamos en Estados Unidos. —Miro a ambos confundida.

—¿Qué dices? Esto es Espa...

 

~*****~

 

— Queríamos preguntarte, en lo que estabas incon... —Divertido, fingió toser para corregirse—. Dormido, revisamos tus mochilas.

—Lo sentimos. —Se disculpó Aaron interrumpiendo a su hermano.

—Nos dimos cuenta de que traes cosas extrañas. ¿Son reales esas armas? —La miro dubitativo.

 

Makoto suspiro con pesadez, la verdad era que se le había olvidado la situación en la que estaban, la plática le era tan amena que no se había puesto a pensar en lo que había ocurrido, de nuevo se hundió en melancolía; comenzó a platicar como era que ella tenía esas armas y del trabajo de su padre, lo que este hizo... Les hablo de esa curiosa habilidad que tenía ahora de poder saber la posición de aquellos seres pero también dijo que no estaba segura de esta, podría simplemente ser su imaginación y tampoco sabía si ciertamente podía verlos a todos o solo a esos cuantos.

 

—Yo quiero ayudarte. —Dijo Aaron muy serio—. Estoy realmente enojado por todo lo sucedido y ahora que sé que podemos tomar venganza no me quedare con los brazos cruzados.

—Te apoyare en lo que sea necesario si nos dejas ir contigo. —Declaro Byron.

 

Makoto se alegró ante las palabras de estos, ya no tendría que luchar sola, había personas que aún estaban vivas y decididas a ayudarla. Fue egoísta y no pensó en el peligro que estos correrían o en el que los pondría, para ella no había nada que pudiesen perder por lo cual asintió y a cada uno les entrego una mochila, las 2 extras que había llevado con ella y estos las tomaron ya sin preguntar o decir nada, de cualquier forma ya habían sido revisadas.

 

—Lo siento pero no pregunten como se usan las armas que están en el interior, yo tampoco sé cómo usarlas pero supongo que lo descubriremos cuando llegue el momento necesario.

 

Makoto se disculpó por su falta de conocimiento en cuanto aquellas armas, los chicos no dijeron nada, se quedaron un rato en silencio pues el camino que les esperaba definitivamente sería difícil.

 

—¿Que pasara cuando termine todo esto? ¿Dónde iremos? —Byron irrumpió el silencio con sus preguntas mientras miraba fijamente a Makoto, como si ella tuviese todas las respuestas necesarias.

—Ya que toda la raza humana ha sido destruida... No hay más inventos, mas comida; no queda nada. —Suspiro apesadumbrada—. Es estúpido pero cuando esto termine me iré a vivir a un centro comercial. No me importaría si ustedes quieren ir conmigo. —Lo dijo un poco sonrojada y con pena. Se preguntaba cómo podía ser tan estúpida puesto que ¿a quién se le ocurría decir eso de vivir en un centro comercial? Tenían todo el mundo y a ella se le ocurría irse a cualquier centro comercial.

 

Mientras Makoto se atormentaba pensando que eran estupideces lo que se le ocurría decir Aaron la miraba con ojos maravillados.

 

—¡Que buena idea! Ahí hay todo lo que una persona necesita. —Dijo con emoción creyendo sinceramente que Makoto era un genio.




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