No es tiempo de Marte.

Temor.

~*****~

 

—Estuve haciendo un recorrido, —saco un rectángulo de papel que tenía guardado en el bolsillo trasero de su pantalón— estaba intentando hacer un mapa y ver las rutas que nos llevaban a diferentes sitios, —desdoblo el papel mostrando rayas por todas partes o por lo menos eso fue lo que todos vieron a excepción de él— pero no lo entiendo, todo se enreda sin sentido alguno. Intente regresar con Byron y Aaron, pero nunca lo logre, termine perdiéndome. —Rompió el papel, el mapa en varios pedazos y lo arrojo frustrado—. Luego escuché ajetreo afuera, me mantuve oculto hasta que comencé a escuchar el llanto de una persona que luego pedía por ayuda. —Volteo a ver a Nerys quien ya estaba más calmada pero aun sollozaba—. Decidí salir y fue cuando encontré a Nerys, yo sabía que no era bueno dejarla ahí ni tampoco que fuera detrás de ellos sola así que la obligué a venir conmigo. —Se sobo la nuca.

 

—Por favor —interrumpió e imploro Nerys— ayúdenme a buscar y salvar a mi hermana —apretó los puños mientras pellizcaba su blusa— y si fuese posible también a la otra chica.

—Nerys, tú sabes que es muy peligroso. —Hablo Lázaro.

—Puede que ya ni... —Aaron recordó las palabras que Makoto les había dicho cuando querían buscar a Lázaro—. Este viva... —Preocupado mordió su labio inferior.

 

Todos se notaban temerosos, se notaba a leguas que no querían ir, todos comprendían el riego, una cosa era buscar a su amigo esperando que no lo hubiese encontrado un alien y otra muy diferente ir directamente a intentar salvar a alguien, alguien que definitivamente estaría con aquellos monstruos, tendrían que luchar, posiblemente matar, pero ¿y si eran ellos quienes morían en el intento? Y peor aún, intentarlo y no conseguir nada. El único que no tenía dudas en su mirada era Byron, Makoto se dio cuenta de ello y se deprimió, se deprimió tanto que su respiración la delataba y luchaba porque las lágrimas no salieran, pero no estaba deprimida por la idea de luchar, estaba deprimida porque comprendió que aquellas personas con la que estaba no estaban ahí para ayudarle a cumplir su misión y era algo obvio pues de mínimo a Lázaro y Nerys no les había contado lo que quería hacer pero a Byron y Aaron sí, no quería luchar sola y por muy egoísta que fuera definitivamente quería que Aaron siguiera de su lado sin importar los peligros además ella también estaba muy temerosa, tenía mucho miedo pero su misión seguía en pie, tenía que cumplir esa promesa que se hizo, se tragó todas sus emociones, no dejaría notar su miedo y cobardía aunque fuera mucha la que tenía.

 

—No sean cobardes. Les he dado armas; —señalo su mochila y las mochilas que Byron y Aaron llevaban en la espalda— mi camino es destruir a los aliens y no quedan muchos. Si se quieren quedar está bien, no hay problema puesto que lo único que me hace falta en este momento son provisio... —Hizo una pausa y trago saliva—. ¿Provisiones? —Sintió su corazón acelerado y crecimiento de terror en ella—. ¿Hace cuánto que no probamos bocado? O ¿Cuándo fue la última vez que bebimos agua?

 

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