No es tiempo de Marte.

Somos valientes.

—No sean cobardes. Les he dado armas; —señalo su mochila y las mochilas que Byron y Aaron llevaban en la espalda— mi camino es destruir a los aliens y no quedan muchos. Si se quieren quedar está bien, no hay problema, yo puedo sola y si necesito algo puedo salir y buscar alguna tienda que este abandonada por el camino. —Se encogió de hombros—. ¡Y ya verán! Traeré a esas niñas sanas y salvas hasta aquí. —Declaro.

—Pero que niño tan valiente —Aaron le sonrió a Makoto, era una sonrisa de respeto— y eso que eres el más chico. Nosotros somos valientes al igual que tú —recorrió a todos con la mirada— ¿o no? —Fue una pregunta para todos menos a Makoto—. Además, queremos nuestra venganza.

 

Nerys sonrió ante aquellas palabras, tenía esperanza de volver a ver a su hermana y de salvarla, estaba impaciente por poder verla y abrazarla, la simple idea le hacía rebosar de felicidad, iba a dar las gracias, pero su mirada conecto con la de Byron quien la estuvo observando desde que Makoto les había dicho cobardes. Byron le dedico una sonrisa, parecía estar sonriéndole incluso con los ojos, él desde un principio estuvo dispuesto a ayudarla. Lázaro fue el único que aún no se veía muy de acuerdo en ir, pero ¿quién era él para oponerse? Lo habían ido a buscar y definitivamente no quería estar solo, no de nuevo, finalmente pareció estar concentrado pensando en algunas cosas, se encogió de hombros y se rasco el oído antes de hablar.

 

—Todos ustedes necesitan a alguien con cordura que les impida hacer loqueras así que voy con ustedes.

—El menso de Lázaro ha hablado. —Se burlo Aaron.

—No tienes derecho a decir aquellas palabras si no pudiste dibujar tu mapita y además te perdiste. —Byron se unió a la burla de su hermano—. Si quieres puedes quedarte. —Bromeo.

 

Nerys rio suavemente a las palabras de Byron mientras Lázaro solo se había limitado a rodar los ojos ignorando a aquellos que se burlaban de él además se había sentido un poco ofendido, el no "dibujaba mapitas".

 

—No sé cómo lograste soportarlos. —Le murmuro a Makoto y luego torció la boca.

 

Makoto se rio pues ni ella sabía cómo lograba soportarlos, comenzó a recordar las cosas que habían hecho o las situaciones extrañas en las que luego estaban, pero ya se había acostumbrado y comprendido que eran raros y muy seguramente Lázaro también a su estilo ya que después de todo, eran amigos de la infancia.

 

—Makoto... —Nerys dudo un poco al hablar—. Te agradezco mucho que ayudes a buscar a mi hermana, Bonnie. —Le sonrió sinceramente desde el corazón—. Pero, tengo una duda —jugo con sus dedos— ¿por dónde comenzamos? O ¿Cómo la encontraremos?

 

Makoto se encogió de hombros mientras hacia una mueca extraña, tendría que explicarle algo que ni ella misma entendía, explicarle como lo había hecho con Aaron y Byron, el cómo al cerrar los ojos y concentrarse ella podía ver la ubicación de aquellos seres, como si se tratase de un radar. Les explico todo a Nerys y Lázaro, también contó sobre su padre porque obviamente era su héroe y cuando se tiene un héroe te gusta presumir de sus hazañas.




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