No es tiempo de Marte.

Celos.

—Es un maldito imbécil ¿no? —Se acerco Lázaro a Makoto.

—¿Quién? —Fingió no saber a qué se refería.

—Hubo un silencio corto en lo que pensaba—. ¿Ambos? —Le pregunto regalándole una sonrisa esperando que Makoto dejara de estar tan apagada.

—¿Ambos? ¿Byron por qué? —Se mordió la lengua arrepentida pues indirectamente había respondido la primera pregunta de Lázaro, había admitido que Aaron era un maldito imbécil.

—Soltó una risa y sonrió, Makoto era fácil de comprender—. Tranquila, no pasa nada. —Le hizo una caricia en la cabeza—. ¿Estas celosa de Nerys?

—Makoto comprendió el "¿ambos?" Y suspiro—. Si, si lo estoy —admitió apretando los labios— porque me quito a mi amigo, él siempre bromeaba y platicaba conmigo —lo señalo— e incluso jugábamos, ya ni siquiera me lanza cosas. —Se palmeo la frente—. No es que quiera que me arroje cosas.

—Eres graciosa. —Volvió a reír—. ¿Te gusta?

—¿Quién? ¿Byron? —Sus ojos se agrandaron—. ¡No! —Afirmo sin duda alguna—. Es mi amigo.

—Eso creí —se burló— pero en ese caso no debes estar celosa —miro a Byron con Nerys y Aaron que parecía estar molestándolos— estoy muy seguro de que Nerys no quiere su amistad.

—¿A qué te refieres? —Pregunto sorprendida y confundida.

—Yo creo que a Nerys le gusta Byron —los miro de nuevo— y a Byron, Nerys, es mutuo.

—Comprendo. —Sonrió feliz y los observo.

 

Nerys y Byron no hacían mala pareja, Makoto esperaba que realmente se gustaran, le agradaba mucho la idea de que estuvieran enamorados, ahora comprendía que no estaba perdiendo la amistada de Byron, él siempre estaría ahí pero su interés romántico era Nerys. Makoto se formó toda una película donde los veía con hijos, se imaginaba que serían guapos pues tanto Byron como Nerys eran altos, tendrían ojos azules o verdes como la mamá, aunque se preguntaba si el cabello lo tendrían obscuro o pelirrojo, lacio o rizado. Estaba felizmente imaginando, quería ser la tía.

 

—Y entonces, —Lázaro despertó de su sueño a Makoto— ¿te gusta alguien?

—¿Qué? —se sorprendió y sus mejillas encendieron cuando miro a Aaron— ¡No! —Mintió con gran fuerza en su voz haciendo que todos voltearan a verla.

—Mentirosa —dijo en voz baja a modo de que solo Makoto lo escuchara y después rio divertido por su reacción.

—¡No lo molestes! —Aaron a quien no vieron acercarse empujo a Lázaro—

—No lo hacía. —Se molesto Lázaro sin regresarle el empujón simplemente planto su mirada castaña en la mirada glaciar de Aaron—. Si tienes algo que decirle hazlo, no busques pelea conmigo. —Se aparto de él y se alejó dando grandes pasos.

 

Aaron miro de pies a cabeza a Makoto y chasqueo la lengua mientras se alejaba dejando así a una pobre Makoto confundida.

 

A final de cuentas todos se la pasaban bien, tenían sus propios problemas y temores en los que a veces se alejaban o querían llorar sin que nadie se enterara, pero la compañía entre todos era buena y Makoto ya no estaba celosa de Nerys, cuando podía jugaba con Byron y cuando este estaba con Nerys, juntos, se iba a hablar con Lázaro, él era el único que sabía que era una chica, sus platicas eran amenas y las palabras de Lázaro siempre le sentaban bien; le hacían tener confianza y calma, era un buen antidepresivo ante las acciones de Aaron quien seguía sin hablarle mucho y la esquivaba.




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