Invadiendo el domo.

—Me disculpo por lo sucedido —como no era buena con las palabras le dio un breve abrazo a Makoto— y estoy realmente agradecida de que me ayudes a salvar a mi hermana.

—¿Y? —De lejos interrumpió Aaron el momento—. ¿Vamos a continuar o seguirán haciendo el ridículo?

Tanto Byron como Lázaro le dedicaron una mirada reprobatoria, Nerys lo ignoro y le dio una palmadita muy suave en el hombro a Makoto, Makoto solo bajo la mirada mientras sonreía de nuevo, era una sonrisa triste.

—Vamos, —anuncio con su melancólica voz— tenemos que buscar una salida.

Todos comenzaron a avanzar en total y completo silencio, más que por precaución era por la escena complicada de antes, todos se sentían incómodos, tal vez la pelea había sido también gracias al estrés que provocaba el saber que tendrían algún enfrentamiento con los aliens. Todos iban mirando hacia arriba en busca de una salida, estuvieron caminando hasta que pudieron divisar que más adelante entraba un poco de luz artificial, era una salida. Makoto tomo la delantera, puso su dedo índice sobre los labios para indicarles que no hicieran ruido alguno, respiro profundamente para no ser invadida por sus nervios y aguzó el oído, cerro los ojos y pudo ver que no estaban sobre ellos así que con cautela y lentamente levanto la coladera de rejilla mientras miraba de izquierda a derecha asegurándose de que realmente no había nadie a la vista, salió y les indicó a los demás que hicieran lo mismo. Cuando todos salieron y observaron el lugar notaron que era como si estuvieran dentro de un enorme domo laminado, estaba prácticamente vacío y al ser un domo se podía apreciar que no había muchos lugares por donde ir, si, era un enorme y gigantesco domo, pero se podían apreciar fácilmente los pocos pasillos que conectaban a puertas.

—Busquemos primero a Bonnie y la otra chica.

Makoto quería tener más aliados antes de comenzar una batalla, mientras más mejor pero también le importaba muchísimo más la seguridad de la hermana de Nerys porque Nerys le importaba y no quería verla triste o llorando.

—Entonces separémonos y busquemos. —Pidió Aaron.

—Por supuesto que no, —frunció el ceño— cuando las personas se separan van muriendo poco a poco —se puso nerviosa— estemos todos juntos, no sabemos en qué momento podrían salir.

—Makoto tiene razón. —Dijo Lázaro con miedo de tener que separarse, definitivamente no quería y definitivamente era muy mala idea hacerlo.

Aaron chasqueo la lengua, aunque sabía que tenían razón no le gustaba que su idea fuera desechada. Makoto era quien estaba en la delantera, caminaba lentamente intentando no hacer ningún ruido mientras se dirigían al primer pasillo, se acercaron a la puerta, Makoto con sus manos temblorosas tomo la manija y empujo lentamente la puerta, el miedo la invadía, todos entraron detrás de ella, observaron la sala que estaba vacía a excepción de dos figuras; eran Bonnie y la otra chica, eso había sido demasiado fácil, tan fácil que Makoto presintió que era una trampa pues no había ni quien las cuidara aunque estas tenían brazos y piernas amarradas además de una mordaza en la boca, no importaba si era una trampa pues su prioridad era rescatarlas. Bonnie al mirar a su hermana se mostraba impaciente, con grandes cascadas de lágrimas que caían de sus ojos, pero la otra chica solo se había limitado a darles una ojeada y seguir acostada en posición fetal. Nerys corrió para desatar a su hermana, pero antes de llegar como por arte de magia del techo bajaron los dos aliens que Makoto había detectado antes de entrar. No dejaron que Nerys se acercara un solo centímetro pues con el dorso de la mano uno de ellos le propino tremendo golpe que la dejo en el suelo, le había abierto el labio y dejado la mejilla hinchada, Makoto se puso en guardia y Aaron le hizo segunda mientras Byron y Lázaro se lanzaron preocupados a ayudar a Nerys.