Aaron comenzó a reír como si se tratara de la mejor broma de la historia, pero cuando vio que nadie rio comenzó a callar incomodo por el ambiente.
—Sofía... —Hablo Bonnie y le regalo una falsa sonrisa.
—Sofía Catalina. —Corrigió a Bonnie mientras se miraba las uñas.
—Se encogió de hombros—. Se que tú sabes que no me agradas, eres horrible y espero que mueras pronto pero no quiero ser yo quien te mate así que guarda silencio. —Le dedico otra sonrisa falsa.
Sofía iba a rezongar, pero solo la miro mal mientras que por poco a todos se les caía la mandíbula de la impresión; vaya declaración había hecho Bonnie, definitivamente era todo lo contrario a Nerys, no era callada ni tranquila, era habladora e impulsiva y no le importaba el qué dirán. Makoto no quería que nadie de los ahí presentes muriera, estaba agradecida de encontrar siempre personas vivas y las palabras que Bonnie había dicho eran demasiado fuertes y más en la situación en la que se encontraban por lo que Makoto se sentía con la necesidad de cambiar de tema y solo dijo lo primero que se le vino a la cabeza para romper según ella toda la tensión que había en ese muy extraño y difícil ambiente que se había hecho.
—Bueno, ya solo nos faltan cuatro —cerro los ojos— y están juntos.
Si, rompió el ambiente anterior para formar otro aún más extraño donde todos a excepción de Bonnie y Sofía se sentían preocupados y deprimidos, era difícil el pensamiento de ir a luchar contra otros cuatro cuando a estos dos les ganaron por mera suerte y porque los superaban en números pero de todas formas iban a ir porque no podían dejar a Makoto sola, le apreciaban mucho y ella les había ayudado de muchas formas; era el preciado amigo de todos, también de Aaron aunque este actuara extraño y fuera grosero con él (ella). Ante tal silencio y al ver Bonnie el semblante de todos podía adivinar más o menos de lo que hablaba Makoto y no le importaba, Makoto la había rescatado y no le importaba para nada continuar con ella hasta el final, al parecer solo Sofía no comprendía de lo que hablaba y lo que pasaba.
—¿Cuatro qué? —Pregunto mientras enarcaba una ceja.
—Alíens —la miro como si fuese lo más obvio del mundo— y hay que destruirlos.
—¡Ah... Claro! —Fingió una risa— Yo no voy. —Puso una cara de disgusto mientras miraba a Makoto.
—Nadie te está invitando —hablo Bonnie— quédate y mu...
—No hay de qué preocuparse, linda —Aaron interrumpió a Bonnie— porque yo te protegeré. —Tomo ambas manos de Sofia entre las suyas.
El gesto de Bonnie fue épico; era una mezcla de asco e incredulidad, si vomitaba en ese instante vista su cara no sería ninguna sorpresa. Makoto no soporto más, una ola de emociones la alcanzo y en esa ola el sentimiento que más abundaba ahí eran los celos.
—¡Aaron! ¡Ya cállate! —Grito muy explosivamente—. ¿La vas a proteger? —Dio un fuerte pisotón y Aaron soltó las manos de Sofía—. ¿A quién vas a proteger? —Se acerco a él e hizo lo que Aaron le había hecho en algún momento, lo empujo por los hombros—. ¡Tú no puedes protegerte ni a ti mismo! —Lo empujo con más fuerza y se alejó un poco de él.
—¿Pero qué demonios te pasa? —Se puso firme para no tambalear por si ella lo volvía a empujar—. No creas que eres el único que puede proteger a lindas chicas.
—¿Proteger lindas chicas? ¿En serio? —Apretó los puños—. ¡Eres un estúpido! —Se mordió los labios mientras lo miraba muy furiosa—. ¿Por qué no lo entiendes? —Estaba por llorar.
—Entender ¿qué? —Realmente no entendía y ahora estaba muy molesto por la actitud de Makoto—. Si no fueras tan reservado y me dijeras directamente las cosas tal vez podría entenderte.
—¿Reservado? ¿Yo? —Miro al suelo muy decepcionada mientras una lagrima consiguió asomar de sus avellanados ojos—. ¡Tú eres el que me ha estado evitando! —Grito una vez más—. Eres un grandísimo idiota —Le dijo suavemente mientras intentaba contener las lágrimas y mostraba una sonrisa horriblemente falsa—. ¿Por qué no logras verlo? ¿Tengo que ser yo quien te diga sobre mis...?